JESÚS INTERPRETA SU MINISTERIO
En la interpretación de su propio ministerio, Jesús habló de haber venido a cumplir la voluntad de su Padre. (Jn. 4:34; 5:30). En otra ocasión, usó las palabras de Isaías.
“El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.” (Lc. 4:18,19).
- La conciencia de Jesús enfatizaba primero su relación con el Espíritu del Señor, el Espíritu de Jehová. Fue una relación íntima, profunda. Lucas describe a Jesús “lleno del Espíritu Santo” y quien fue “llevado por el Espíritu al desierto” para su tentación. Después de la misma tentación, “Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea”. (Lc. 4:1,14). Cabe para nosotros la pregunta, ¿Podemos afirmar nuestra imitación del modelo de Jesús, en que el Espíritu del Señor está sobre nosotros?
- En el ministerio del Espíritu, Jesús fue ungido y enviado (es el verbo que refleja su apostolado), y subraya la autoridad con que vino, tanto como la tarea de ese ministerio. La unción, en el caso de Jesús, señalaba tanto su ministerio profético como su apostolado como el Mesías. ¡Qué hermoso ver al ungido de Dios, nuestro Cristo, el Mesías y nuestro gran profeta!
- La descripción del enfoque de Cristo en las personas marginadas nos llama poderosamente la atención. Eran los pobres, los quebrantados de corazón, los cautivos, los ciegos y los oprimidos. Cada grupo le presentaba ciertas necesidades. Algunas eran necesidades físicas, mientras otras eran necesidades sociales o de relación. Otras eran necesidades sicológicas como también las necesidades profundas espirituales. En otros lugares Jesús marcó su venida para los perdidos, (Lc. 15), y para las personas “desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”. (Mt. 9:36).
- Las palabras de su acción servicial son:
- “dar buenas nuevas” – de donde viene la idea de la evangelización. Para algunos, esta frase con su enfoque hacia los pobres, resume todo lo descriptivo de su ministerio y es como una designación global del ministerio de Jesús. [1]
- “a sanar” – En el ministerio de Jesús hubo numerosas ocasiones de sanidades físicas y morales (Mt. 8, Mr. 5, Lc. 5).
- “a pregonar libertad” – Aquí, como en la frase que es traducido “predicar”, tenemos la palabra que se asocia con KYRIGMA o sea la predicación del mensaje central del reino de Dios.
- “abrir los ojos “ – El Señor usó esta frase en describir el ministerio de Pablo (Hch. 26:18). En el Señor Jesús vemos tanto el sentido espiritual como literalmente abriendo la vista de los ciegos. (Lc. 14:13,21 y 18:35 )
- “a poner en libertad” – El contexto de Isaías habla del año de jubileo donde la liberación se logra para los que están en esclavitud y servidumbre forzada. Mientras que algunos podrían argumentar el enfoque política de liberación, también en el ministerio de Jesús se vio varios casos de liberación de los endemoniados y el uso de libertad en cuanto a una salvación para vida eterna.
- “a predicar” – lleva la idea del heraldo anunciando el mensaje de buenas nuevas con una invitación para los oyentes a responder a la oferta con sus demandas al discipulado.
Jesús demostraba una misión integral a las personas. El ministerio les afectaba tanto en lo social y material como en lo espiritual. Si no tenemos la palabra “transformación “ en el texto, la inferencia es muy clara: su servicio a las personas producía una profunda transformación de vida. Para los enfermos y los ciegos, el toque fue en su físico y afectó a toda la persona. Sabemos que en muchos casos la sanidad resultó ser un fuerte aliciente a la fe en la persona de Jesús como el Mesías. En otras personas, la liberación de opresión sicológica o económica fue la manifestación más notoria.
Consideramos que muchas veces lo más urgente tiene que ver con el sentido material, social, económico o político en las cuestiones de injusticias sociales. Tendremos que invertir lo mejor de nosotros en el nombre de Jesús para dar “un vaso de agua” en situaciones así. Pero tenemos que preguntarnos como misioneros, queriendo seguir el modelo del ministerio de Jesús, ¿Cuál debe de ser nuestro aporte principal en esa obra del reino? ¿No debemos entregarnos al ministerio de la predicación, al discipulado y aquello que conduce hacia nuevas comunidades de seguidores de Jesús? No minimizamos el ministerio de servicio a las gentes en sus necesidades sociales, pero tampoco podemos hacer caso omiso al llamamiento a un verdadero arrepentimiento y fe o sea a una conversión a Cristo a ser su seguidor.
Al comenzar su ministerio de servicio, Mateo comenta:
“Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino,
y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.” (Mt. 4:23).
Las tres palabras de acción de ministerio en este texto son enseñando, predicando, y sanando.[1] La descripción de Jesús es de movimiento. Existe una dinámica de vida, un propósito a cumplir como plan de acción. Tenemos la idea de orden y de continuidad con las palabras que indican su recorrido, su ministerio en las sinagogas y luego el contenido de enseñanza relacionado con el reino de Dios. También lo escatológico está en evidencia en su ministerio porque Dios mismo interviene directamente en los asuntos humanos con las confrontaciones de alianza, verdad y poder.
Fuentes:
[1] John Nolland, WORD BIBLICAL COMMENTARY, LUKE 1-9:20, (Dallas, TX: Word Books Publisher, 1989) p. 196.
[1] Para una descripción más amplia de estas tres acciones de Jesús ver Pedro Larson, “Jesucristo: Piedra Angular” en el manuscrito Modelos para Fundar Iglesias.
[1] Para una descripción más amplia de estas tres acciones de Jesús ver Pedro Larson, “Jesucristo: Piedra Angular” en el manuscrito Modelos para Fundar Iglesias.
Fragmento Tomado de: Modelo Supremo de Misión, Dr. Peter Larson, M3. Nacimiento y Ministerio