Liderazgo Para Jóvenes LECCIONES SOBRE LIDERAZGO. Lección 06. 10 de julio, 2011 |
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EL PODER CENTRADO EN PRINCIPIOS Adaptado del libro EL LIDERAZGO CENTRADO EN PRINCIPIOS, por Stephen R. Covey. Editado por Jorge Renato Sandoval García.
1. Tres tipos de poder. El verdadero poder del liderazgo dimana de poseer un carácter honorable, y del ejercicio de ciertas reglas y principios del poder. Las causas por las cuales se sigue a un líder son variadas y complejas, pero las podemos examinar desde tres perspectivas diferentes, cada una de las cuales tiene distintas raíces motivacionales y psicológicas.
2. El poder coercitivo. En un cierto nivel las personas siguen a los líderes por miedo: temen lo que les puede ocurrir si no hacen lo que se les pide. A esto se le puede llamar poder coercitivo. En este caso el líder ha creado en su partidario el miedo de que le vaya a suceder algo malo o va a perder algo bueno si no cumple. Así, por temor a potenciales consecuencias adversas, asiente a todo y finge lealtad, al menos al principio. Pero su compromiso es superficial y su energía puede transformarse rápidamente en sabotaje y destrucción cuando “nadie lo ve” o cuando la amenaza ha desaparecido.
3. El poder utilitario. Un segundo nivel de respuesta indica que se sigue a un líder por los beneficios que se pueden obtener de hacerlo. Este puede llamarse poder utilitario, porque el poder que existe en tal relación se basa en un intercambio útil de bienes y servicios. Los seguidores tienen algo que el líder desea (tiempo, dinero, energía, recursos personales, interés, talento, apoyo, etc.) y el líder posee algo que ellos quieren (información, dinero, ascensos, posibilidad de brillar socialmente, camaradería, seguridad, oportunidades, etc.). Estos seguidores actúan creyendo que el líder podrá y querrá hacer algo por ellos, si ellos cumplen con su parte en esta especie de intercambio, haciendo algo a su vez por el líder.
4. El poder centrado en principios. Hay un tercer nivel de respuesta diferente en calidad y grado a los dos anteriores: el que se basa en el poder que alguna persona ejerce sobre otras porque éstas tienden a creer en el líder y en lo que está tratando de llevar a cabo. Es una persona en la cual se confía y a la cual se respeta y se honra. Los demás la siguen porque eso es lo que desean, quieren creer en ella y en sus causas; quieren hacer lo que el líder decida. No es una obediencia ciega, ni una servidumbre automática, sino un compromiso consciente, de todo corazón, totalmente libre. Se trata de un poder centrado en principios.
5. La influencia del poder. Cada uno de estos tipos de poder tiene un fundamento diferente y conduce también a diferentes resultados. El poder coercitivo se fundamenta en el miedo, tanto del líder como de su seguidor. Los líderes se apoyan en el poder coercitivo cuando temen que no obtendrán sumisión. Es el enfoque de “la mano dura”, que pocos defienden en público, pero muchos están dispuestos a usar. Pero su eficacia es mera ilusión. El líder que controla por medio del miedo descubrirá que su poder es reactivo y temporal.
Desaparece cuando desaparece el líder o su sistema de control. A menudo moviliza las energías creativas de los seguidores para unirse y resistir por medio de formas descontroladoras y creativas. El poder coercitivo impone una carga psicológica y emocional tanto al líder como a los seguidores. Alienta la mentira, la sospecha, la deshonestidad y, a largo plazo, la desilusión. “Sólo se tiene poder sobre la gente mientras no se le quite todo. Pero cuando a un hombre se le roba todo, ya no está en su poder: es libre nuevamente”.
6. La mayor parte de las organizaciones se mantienen unidas por el poder utilitario, que se basa en la sensación de equidad y justicia. Si los seguidores sienten que se les retribuye equitativamente por lo que dan, la relación se mantendrá. La sumisión que se basa en el poder utilitario se parece más a la influencia que al control. Los seguidores van tras los líderes porque les conviene: les permite el acceso a lo que el líder controla gracias a su puesto, su pericia o su carisma. Pero ese seguimiento sigue siendo reactivo, aunque la reacción sea positiva, en lugar de negativa.
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7. Las relaciones basadas en el poder utilitario conducen a menudo al individualismo, y no al trabajo en equipo y a la eficacia del grupo. Los jugadores individualistas pueden cambiar según cambian sus deseos y necesidades. La lealtad a largo plazo es más bien la excepción y no la regla. Se fomenta una forma de ética situacional, en la que los individuos deciden qué es bueno en función de sus intereses. El peor aspecto del poder utilitario es el dominio de un sistema judicial. Su mejor aspecto es una voluntad de continuar en una relación mientras sea retributiva para ambas partes.
8. El poder centrado en principios es poco frecuente. Es la marca de la calidad, la distinción y la excelencia. Se basa en el honor: el líder honra al seguidor y este opta libremente por colaborar, porque él también honra al líder. Su carácter distintivo es la influencia sustancial, proactiva. Es un poder sustancial porque no depende de que al seguidor le ocurra o no algo deseable o indeseable. Ser proactivo es adoptar opciones con base en principios. Se origina cuando los valores del líder y de los seguidores coinciden hacia un fin superior, cuando creen con la misma firmeza en la causa, el fin o la meta. “Los líderes siguen siéndolo mientras conservan el respeto y la lealtad de sus seguidores”.
9. Con el poder centrado en principios el control no es el control exterior; es el autocontrol. Los individuos perciben que sus líderes son honorables, y por eso confían y se inspiran en ellos, creen en las metas que les transmiten, y desean ser dirigidos. El líder puede ejercer un poder centrado en principios porque tiene sentido de propósito y visión, por su carácter, por su naturaleza esencial, y por lo que representa. El poder centrado en principios estimula el comportamiento ético. La ética se sustenta en el compromiso de hacer lo correcto, y el poder que emana del respeto a los principios motiva en los seguidores una voluntad de arriesgarse a hacer cosas correctas, porque son valoradas, son ejemplificadas en el líder, y sancionadas por la visión que éste comunica.
10. La opción del liderazgo. La opción esencial del liderazgo es decidir cuál será la base de su poder: la coerción, la utilidad, o los principios. Esta elección estará limitada por el carácter del líder, y por sus habilidades interactivas, su capacidad y su trayectoria. Es relativamente fácil apoyarse en el cargo, el status, los títulos o el apellido para obligar a alguien a que nos siga. Si un líder carece de habilidades interactivas bien desarrolladas, o de la capacidad de permanecer fiel a valores, o de una trayectoria de integridad y confianza en los demás, es imposible que no recurra a la fuerza.
11. Las posibilidades para un líder que debe llevar a cabo la opción del liderazgo utilitario son múltiples. Puede utilizar la pericia, buscar los ascensos a puestos de mayor status y poder, acumular información y recursos. Y puede aumentar la influencia del poder utilitario acercándose al máximo a sus seguidores, reduciendo las barreras, simplificando mecanismos, y haciendo menos costoso a sus seguidores establecer las relaciones. Son acciones tácticas que pueden conducir a que aumenten las opciones utilitarias de que dispone el líder.
12. Si un líder quiere aumentar su poder centrado en principios debe adoptar un compromiso a largo plazo. La confianza en las relaciones, que es el fundamento de este tipo de poder, no puede ser fabricada para el caso. No se puede fingir sinceridad por demasiado tiempo. A la larga, los líderes quedan al descubierto. Y más allá de lo que pueden hacer a sus seguidores o por ellos, la profundidad del poder que ostentan está determinada, en definitiva, por lo que ellos son.
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