Atenas, es una de las ciudades habitadas más antiguas que existe y una de las más ricas en restos arqueológicos. En la actualidad, capital del país, es el centro político, económico y cultural de Grecia y un destino turístico de gran importancia internacional.
En la época clásica fue una poderosa ciudad estado que tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la democracia. En su edad de oro, fue el mayor centro cultural donde vivieron muchos de los grandes artistas, escritores y filósofos de la Antigüedad. Su influencia alcanzó no solo a Grecia sino también a Roma y a toda la cultura occidental. En el período que cubre desde el 550 A.C. y el 500 D.C. fue sede de la universidad más grande del mundo y centro de la literatura, filosofía, arte y ciencia del mundo civilizado
La tradición cuenta que fue fundada en el año 1581 A.C. alrededor del Acrópolis (parte alta de las ciudades, construida con el fin de buscar una mejor defensa, y como sede de los principales cultos) o colina rocallosa, coronada por uno de los más notables triunfos de la arquitectura griega, el Partenón. Situada en el Golfo de Salónica a 74 Km. al este de Corinto y a 8 km del mar, en el Golfo de Salónica. Capital de Ática, uno de los estados griegos, estaba conectada con su puerto, Pireo, por largas y anchas murallas.
A medida que fue pasando el tiempo, fue incluyendo otras colinas de menor elevación al igual que los valles interpuestos al noreste del Golfo de Egina.
La religión griega era politeísta, naturalista (Sistema filosófico que considera la naturaleza como primer principio de la realidad), atropomorfista (Conjunto de creencias o de doctrinas que atribuyen a la divinidad la figura o las cualidades del hombre) y monárquica. Concebían a sus dioses como representantes de fuerzas de la Naturaleza, como hombres y mujeres de los que únicamente los separaba la inmortalidad.
Atenas estaba por completo entregada a la idolatría, su gente pasaba la mayoría del tiempo buscando algo nuevo de que enterarse. En ese lugar, la inteligencia humana logró un nivel que no se ha superado en ningún sitio, pero su orgullo intelectual y la corrupción de sus costumbres, hacían muy difícil la recepción del cristianismo.
La siguiente imagen de la Acrópolis (ciudad alta) de Atenas, fue tomada de: MARIN CORREA, Manuel (director general). Historia Universal Marin. Volumen I. Barcelona: Editorial Marin, 1973. Página 204.