Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe, Descargar PDF
La Soberanía de Dios y la Voluntad del Hombre
Capítulo 13, Romanos
Estudios por el profesor Int. Delmar
En Romanos 8:28-11:36 encontramos algunos de los escritos más difíciles de Pablo en cuanto a la presciencia, predestinación y elección. Para poder comprender correctamente esta sección del libro de los Romanos, es necesario haber comprendido lo que Pablo dijo en los capítulos anteriores donde ya ha explicado claramente el evangelio.
Romanos 1
El evangelio es poder de Dios para la salvación de todos los que creen incluyendo a los judíos y a los gentiles. La ira de Dios se revela contra toda impiedad e injusticia y los hombres no tienen excusa porque Dios se les ha revelado por medio de la creación y todos conocen la verdad acerca de Dios. La gente con su maldad obstruye la verdad, pero no tiene excusa. Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, a la impureza sexual, a pasiones vergonzosas y a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.
Romanos 2
La bondad de Dios tiene el propósito de llevarles al arrepentimiento. Pero por su obstinación y por su corazón empedernido, siguen acumulando castigo para el día de la ira. Con Dios no hay favoritismo, así que los judíos bajo la ley o los gentiles guiados por su conciencia serán juzgados con imparcialidad. Los judíos que tienen la ley, pero no la obedecen, serán condenados por los que cumplen lo que la ley exige a pesar de no estar circuncidados. La condición interior del corazón es lo importante, no la exterior y física.
Romanos 3
Tanto los judíos como los gentiles están bajo el pecado. No hay un solo justo. Nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley. Por medio de la ley cobramos conciencia del pecado.
Romanos 3:22 Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen.
La justicia no viene por la ley ni por las obras; tampoco se nos da para que podamos tener fe. Somos justificados por la gracia por medio de Cristo y su sangre derramada por nosotros. El versículo anterior en itálicas es verdaderamente el corazón del mensaje de Pablo.
Romanos 4
Abraham es el gran ejemplo de la justicia recibida por la fe.
Romanos 4:3 Pues, ¿qué dice la Escritura? <<Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia.>>
Romanos 4:13 En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia.
Romanos 4:16 Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común.
La promesa de ser el heredero del mundo se garantiza a toda la descendencia de Abraham, no solamente a los escogidos. Incluye a los gentiles que tienen fe y son la descendencia legítima de Abraham por causa de su fe, no por la descendencia de sangre.
Romanos 4:23, 24 23 Y esto de que <<se le tomó en cuenta>> no se escribió sólo para Abraham, 24 sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor.
Cuando la fe está presente, se acredita la justicia. No enseña que Dios nos da su justicia para que podamos creer.
Romanos 5
Romanos 5:1, 2a 1 En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. 2a También por medio de él y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes.
Éramos todavía incapaces de salvarnos, éramos todavía pecadores, éramos todavía enemigos de Dios cuando Cristo murió por nosotros. Esto demuestra que Dios tomó la iniciativa para poder reconciliarnos con él.
El pecado entró en el mundo por medio de un hombre (Adán) y la muerte por medio del pecado. La gracia de Dios y el don que vino por la gracia de un hombre (Jesucristo) vinieron después de una multitud de transgresiones y trajeron la justificación. Otra vez, la fe es primera, entonces ganamos acceso a su gracia.
Romanos 5:17 Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre, Jesucristo.
El don de la justicia es a lo que Pablo se refirió en el capítulo tres: <<la justicia de Dios sin la mediación de la ley>>. Este don debe ser recibido. Viene por medio de la fe.
Romanos 6
Cuando estamos unidos a Cristo morimos al pecado y no seguimos siendo esclavos del pecado sino de Cristo.
Romanos 6:16 ¿Acaso no saben ustedes que, cuando se entregan a alguien para obedecerlo, son esclavos de aquel a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a la justicia.
Note que Pablo dice: <<se entregan a alguien para obedecerlo>>. Sigue diciendo que antes eran esclavos del pecado, pero ahora <<se han sometido de corazón a la enseñanza que les fue transmitida>> y <<ahora son esclavos de la justicia>>. Después, les dice que deben ofrecerse para servir a la justicia como previamente se ofrecieron para servir a la impureza y la maldad. El capítulo concluye que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.
Pablo no afirma que no pueden ofrecerse a sí mismos como esclavos para servir a la justicia. No explica que solamente si Dios lo regenera a uno, puede uno responderle.
Romanos 7
Pablo utiliza una ilustración del matrimonio. Al igual que estamos ligados a nuestra pareja hasta la muerte, pero somos libres para casarnos de nuevo después de la muerte de nuestra pareja, así también ellos murieron a la ley para poder casarse con otro, es decir, Cristo. Mientras que estaban bajo la ley estaban condenados, pero ahora la ley no tiene poder para condenarlos porque están en Cristo.
Todavía luchamos con nuestra naturaleza pecaminosa. No tenemos poder en nuestras propias esfuerzas para ganar la victoria sobre el pecado.
Romanos 7:25b En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado.
Es con la mente (voluntad) que respondemos a Dios y reconocemos que estamos perdidos, que no podemos salvarnos, que debemos confiar en las promesas de Dios para darnos la justicia que viene por la fe a la que Pablo se refirió anteriormente.
Romanos 8
Romanos 8:1, 2 1 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, 2 pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.
Ahora estamos unidos a Cristo. Cristo cumplió las justas demandas de la ley que nosotros nunca habríamos podido cumplir.
Nuestros deseos naturales son diferentes de los deseos del Espíritu. Tenemos la obligación de dar muerte a las malas obras del cuerpo con el poder del Espíritu que vive en nosotros. Gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. Con Cristo somos vencedores porque Dios está de nuestra parte.
Si resumimos lo que Pablo ha dicho hasta aquí, vemos que todos, tanto judíos como gentiles son pecadores condenados sin excusa y merecen la ira y el juicio de Dios. Las buenas nuevas del evangelio son que, aparte de la ley y de nuestras buenas obras, podemos recibir la justicia de Cristo por medio de la fe en su sacrificio de expiación por nuestros pecados. La bondad y paciencia de Cristo son para llevarnos al arrepentimiento. Si nos obstinamos y no nos arrepentimos, se acumula la ira de Dios contra nosotros para el día del juicio. Somos justificados gratuitamente por su gracia. Según Romanos 4:16, <<Es por fe, para que sea por gracia>>. O como otra traducción plantea, <<ganamos acceso por fe a esta gracia>>. Por el poder del Espíritu damos muerte a las malas obras de la carne.
Al entrar en la sección que es muy difícil y ha causado mucha controversia, debemos reconocer que Pablo no presenta de nuevo el plan de la salvación que ya ha explicado; tampoco contradice lo que explicó anteriormente en cuanto a cómo podemos ser salvos. No enseña ahora que solamente los elegidos, escogidos o predestinados pueden ser salvos. Si comienza en esta sección y se queda en esta sección, puede llegar a conclusiones erróneas porque estaría tomando estas declaraciones fuera de su contexto.
Esta sección, más bien, es para contestar la pregunta acerca del pueblo de Israel, quienes no estaban entrando en la salvación que había sido prometida. Pablo hace varias preguntas y luego da respuestas a esas preguntas concernientes a Israel. Es necesario captar el propósito de Pablo en esta sección para poder llegar a la interpretación correcta.
Romanos 9
Pablo dice que desearía ser maldecido y separado de Cristo por el bien de los de su propia raza, el pueblo de Israel. Su deseo surge que éstos no son salvos porque no están en Cristo. Se refiere a ellos de la siguiente manera.
Romanos 9:4-5 4 De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la ley, y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus promesas. 5 De ellos son los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.
A pesar de que son el pueblo escogido de Dios con todos los privilegios mencionados arriba, no han alcanzado la justicia que viene de Dios. ¿Ha fracasado la Palabra de Dios? No, no es Dios ni su Palabra la que ha fracasado, sino el pueblo de Israel que no ha respondido al plan de Dios de recibir la justicia por medio de la fe.
El plan de Dios revelado en su Palabra es que Dios llamó a Abraham y le dio una promesa que incluía que en su descendencia todas las naciones de la tierra serían bendecidas. En Gálatas 3:16 es claro que la <<descendencia>> se refiere a Cristo. La promesa se basó en la fe. Abraham tuvo fe.
Hebreos 11:6a Sin fe es imposible agradar a Dios.
Abraham obedeció a Dios porque creía que Dios haría lo que había prometido. Cristo iba a venir de la descendencia de Abraham, y Dios clarificó más la línea de la descendencia para que no hubiera equivocación. La descendencia iba a venir por medio de Isaac, no Ismael, por Jacob, no Esaú, por la tribu de Judá, no de las otras once tribus, por la casa de David, no por cualquier familia de la tribu de Judá. Éste fue el plan de Dios. Él es el Dios soberano y ésta fue la manera en que decidió que el Cristo iba a venir al mundo.
Dios no escogió a Abraham, Isaac, Jacob y David porque no eran pecadores. Su elección no se basó en las obras. Abraham tuvo fe y <<la promesa viene por fe, para que sea por gracia>> y fuera garantizada para toda la descendencia de Abraham (Romanos 4:16). <<No todos los que descienden de Israel son Israel>> (Romanos 9:6), significa que no todos tenían fe. <<El propósito de la elección divina>> (Romanos 9:11), puede referirse al propósito de elegir a aquellos que tendrían la fe de Abraham. Ismael, Esaú, etc. ciertamente no eran hombres de fe. El propósito de Dios era para la promesa que <<viene por fe>>. Si parece que estoy leyendo entre líneas, por lo menos podemos concluir que Dios tuvo un propósito en que el linaje condujera a Cristo. Si no hubiera especificado por medio de quién vendría el Cristo, no hubiera sido posible saber que con el nacimiento del niño se estaba cumpliendo la promesa.
¿Acaso es Dios injusto? ¿Podemos criticar el plan de Dios para redimir al mundo? <<Tendré clemencia de quien yo quiera tenerla, y seré compasivo con quien yo quiera serlo.>> No creo que esto significa que su clemencia o misericordia se dan arbitrariamente o que él tiene una razón especial desconocida para nosotros para tener misericordia de algunos y no de otros. Su misericordia siempre se da a los que tienen fe, a los que se humillan ante él, como en la parábola del fariseo y el recaudador de impuestos. El fariseo era orgulloso y no reconoció su necesidad de Dios. El recaudador de impuestos ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: << ¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!>>.
Lucas 18:14 <<Les digo que éste, y no aquél, volvió a su casa justificado ante Dios. Pues, todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.>>
I Pedro 5:5b <<Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes.>>
Romanos 9:16 Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios.
Los judíos trataban de establecer su propia justicia en lugar de creerle a Dios y recibir su misericordia. A menudo se usa a faraón como un ejemplo de cuando Dios no da su misericordia porque Dios endureció su corazón. En el libro de Éxodo leemos frases como: <<Yo voy a endurecer el corazón del faraón>>, <<el faraón endureció su corazón>> y <<el SEÑOR endureció el corazón del faraón… y no les hizo caso ni a Aarón ni a Moisés>>. ¿Por qué endurece el faraón su corazón? ¿Es su propia decisión? ¿Está predestinado por Dios? o ¿es lo que Dios hace a los que no quieren creer?
En Romanos 1, Pablo dice que la ira de Dios se revela contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. El conocimiento de Dios se revela claramente a través de lo que él creó, pero es rechazado. Dios entrega a tales personas a los malos deseos de sus corazones, a pasiones vergonzosas y a la depravación mental. El faraón ciertamente obstruyó la verdad cuando Dios hizo los milagros en las plagas para mostrarle que le había hablado a Moisés y, por eso, endureció su corazón.
Romanos 9:18 Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere endurecer.
Nuevamente, afirmo que no es una decisión arbitraria de Dios ni que él tenga una razón secreta en cuanto a sus decisiones, pero él tiene misericordia de los que vienen con humildad ante él en fe y endurece a aquellos que obstruyen la verdad que perciben de Dios. No podemos culpar a Dios por haber decidido ser firme en su promesa de salvar solamente a los que tengan fe. La promesa no se basa en nuestras obras.
Lo que Pablo dice no es nada nuevo. En el Antiguo Testamento, Dios llamó a los judíos, pero fueron un pueblo desobediente y rebelde. Dios habló previamente por medio de los profetas Isaías y Oseas. Los gentiles, que no eran su pueblo, llegarían a ser su pueblo. Los judíos, aunque numerosos, no serían salvos excepto el remanente, los que creen.
Romanos 9:30-32a 30 ¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe. 31 En cambio Israel, que iba en busca de una ley que le diera justicia, no ha alcanzado esa justicia. 32a ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así.
El propósito de Dios en la elección no es escoger algunos para la salvación y dejar que los demás sean condenados. El propósito en la elección de Dios es que por la fe podamos recibir la justicia de Dios. Israel no lo hizo. Así que la Palabra de Dios no fracasó. Dios nunca dijo que todo Israel sería salvo. Él sabía que solamente un número pequeño le respondería en fe. Él sabía que muchos gentiles le responderían.
Romanos 9:33b <<Miren que pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer; pero el que confíe en él no será defraudado.>>
Romanos 10
Pablo comienza expresando su deseo de que los israelitas sean salvos. Recuerde que se llama <<el pueblo escogido de Dios>>, sin embargo, no son salvos, aunque muestren celo por Dios. Los calvinistas tendrían dificultad en explicar su celo por Dios si no han sido regenerados porque creen que nadie puede hacer un movimiento hacia Dios si no es regenerado primero. Sin embargo, Pablo dice que muestran celo por Dios, pero no son salvos. Su celo no se basa en el conocimiento. No conocieron la justicia que proviene de Dios, de la cual Pablo ha estado hablando desde el capítulo 3. Los israelitas procuraron establecer su propia justicia que se basa en guardar la ley y en las obras propias.
Romanos 10:3-4 3 No conociendo la justicia que proviene de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. 4 De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.
Entonces Pablo cita lo que Moisés dijo en Deuteronomio acerca de la justicia que es por la ley y la justicia que es por la fe. Es interesante ver lo que Moisés dijo.
Deuteronomio 30:11, 12 11 <<Este mandamiento que hoy te ordeno obedecer no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. 12 No está arriba en el cielo, para que preguntes: “¿Quién subirá al cielo por nosotros, para que nos lo traiga, y así podamos escucharlo y obedecerlo?”>>
La frase: <<no es demasiado difícil o superior a tus fuerzas>> presupone que podían cumplirlo. En los versículos que siguen en Deuteronomio, Moisés les dio a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición y en el versículo 19 les dice: <<elige, pues, la vida>>.
Así que Pablo afirma que la justicia que es por la fe trae la salvación. Continúa diciendo en Romanos 10:9 que por confesar con la boca <<que Jesús es el Señor>> y creer en el corazón <<que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo>>. Y en el versículo 13 porque <<todo el que invoque el nombre del Señor será salvo>>.
Es decir, Pablo enfatiza la necesidad de la predicación porque la fe viene por oír el mensaje, y el mensaje se oye por predicar la palabra de Cristo. En el caso de Israel, habían oído, pero fueron un pueblo desobediente y rebelde.
Romanos 11
Pablo pregunta: << ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo?>>. La respuesta es no. Pablo mismo era judío y si Dios hubiera rechazado a los judíos él no habría podido ser salvo tampoco. Dios no rechazó a su pueblo, <<al que de antemano conoció>>. Aquí está la palabra que ha causado tantos problemas. ¿Está enseñando Dios que ha decidido de antemano quién puede ser salvo?
Tener presciencia es conocer de antemano. Predestinar es decidir algo de antemano. Los calvinistas creen que Dios predestinó todo de antemano y, por eso, su presciencia está ligada a una decisión tomada de antemano de lo que Dios hará. Si la presciencia significa no solamente conocer de antemano, sino decidir de antemano, tendría que llegar a la conclusión de los calvinistas.
Examinemos cómo Pablo utiliza estas palabras en Romanos 8:29: <<Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo>>. En el versículo 30 continúa diciendo: <<a los que predestinó, también los llamó, justificó y glorificó>>. Si conocer de antemano significa decidir de antemano habría redundancia. A los que conoció de antemano también los predestinó equivaldría a decir: a los que escogió de antemano, escogió de antemano. Si conocer de antemano tiene su significado normal y correcto, es decir, conocer de antemano, diríamos entonces: a los que conoció de antemano también escogió de antemano, lo cual tiene mayor sentido.
¿Qué es lo que Dios conoce de antemano? Creo que él conoce quiénes responderán en fe.
Romanos 11:5, 6 5 Así también hay en la actualidad un remanente escogido por gracia. 6 Y si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia.
Así que, ¿qué quiere decir Pablo con la frase <<escogido por gracia>> y que los <<escogidos>> consiguieron la salvación? Recuerde que Pablo enseñó anteriormente que la promesa está basada en la fe y que tenemos acceso a la gracia por medio de la fe. Israel no tenía fe y, por eso, no tenía acceso a la gracia o justicia que viene de Dios por medio de la fe. Dios los endureció, tal como él dice que hará en Romanos 1 a los que obstruyan la verdad que conocen. Les dio un espíritu insensible, ojos con los que no pueden ver y oídos con los que no pueden oír.
El remanente son aquellos que creen, y es por gracia porque Dios les da gracia a los que creen, no a los que obran o tratan de guardar la ley como hacían los judíos.
Entonces Pablo hace la pregunta: << ¿Acaso tropezaron para no volver a levantarse?>>. Su respuesta es no. Pablo quisiera ver si de algún modo puede despertar los celos de su propio pueblo, para así salvar a algunos de ellos. La salvación no es porque Dios haya decidido desde la eternidad escoger a algunos y rechazar a otros, sino que la puerta queda abierta para quienes se arrepientan. Su rechazo de Dios dio como resultado la reconciliación entre Dios y el mundo.
La sección que sigue, de las ramas desgajadas y otras injertadas, es importante para entender el argumento completo de Pablo. Dios no es infiel a los judíos ni los rechaza. Él había extendido sus manos todo el día hacia un pueblo desobediente y rebelde. Los judíos procuraron hacer las cosas a su manera, establecer su propia justicia y no se sometieron a la justicia de Dios.
Dios desgajó las ramas incrédulas del olivo y los gentiles que creyeron, aun siendo de olivo silvestre, han sido injertados entre las otras ramas. Israel tenía a los patriarcas, los pactos, la ley, los profetas y las promesas. Eran la raíz en cuanto al plan de la redención de Dios, pero están desgajados por causa de su incredulidad. Los gentiles están injertados por causa de su fe. Su posición no es motivo de jactancia. La salvación no es algo que merecemos. La recibimos por medio de la fe. Los gentiles son exhortados a continuar en su bondad o también serán desgajados. Si los judíos dejan de ser incrédulos, serán injertados, porque Dios tiene poder para injertarlos de nuevo.
Esta sección no enseña que alguien debe ser elegido para ser salvo. Habla claramente de que la salvación se obtiene o no, al creer o ser incrédulo.
El propósito de Dios manifestado a través de toda la Biblia y en todas las relaciones de pacto es tener un pueblo para sí mismo por medio de la obra de su Hijo, un pueblo que fuera para la alabanza de su gloria, que él poseería por medio de la gracia mediante la fe. Él sería su Dios y ellos serían su pueblo.
Pablo explica el misterio de endurecer a Israel hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles y de esa manera todo Israel sea salvo.
Romanos 11:28, 29, 32 28 Con respecto al evangelio, los israelitas son enemigos de Dios para bien de ustedes; pero si tomamos en cuenta la elección, son amados de Dios por causa de los patriarcas, 29 porque las dádivas de Dios son irrevocables, como lo es también su llamamiento.
32 En fin, Dios ha sujetado a todos a la desobediencia, con el fin de tener misericordia de todos.
Como enemigos del evangelio, no tienen la salvación. Como elegidos, son amados por causa de los patriarcas. Dios llamó a Abraham y estableció la promesa, que era por medio de la fe. Las dádivas y su llamamiento son irrevocables. Dios no recibirá a los judíos de otra manera que la establecida. Dios sujeta a todos, judíos y gentiles, a la desobediencia para que pueda tener misericordia de todos. El camino a Dios queda abierto para todos. Es la manera que Dios ha establecido. Es por la fe.
Romanos 11:32 En fin, Dios ha sujetado a todos a la desobediencia, con el fin de tener misericordia de todos.
Es difícil para nosotros comprender el plan Dios. Nunca vamos a poder responder exactamente cómo Dios nos endurece y nos ablanda y cómo él <<perdonará sus pecados>> o <<tendrá misericordia de todos>>. No podemos conocer la mente del Señor o ser su consejero. Podemos alabar su nombre glorioso por su gran amor y misericordia y la oportunidad que él nos da para responderle en fe y recibir lo que él promete, la vida eterna, y él sea nuestro Dios y nosotros, su pueblo.
No creo que estos capítulos que tratan las expresiones difíciles de presciencia, predestinación y elección enseñan que Dios escoge a algunos para la salvación y otros no, sino que el propósito de Dios, la salvación por la fe, es la única manera de recibir la justicia de Dios que él ha expuesto en toda la carta a los Romanos.
Un remanente será salvo y ellos son los escogidos de Dios. Cualquiera que no rechaza la verdad que Dios ha revelado y cree puede ser parte de ese remanente.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Int. Delmar
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