¿Fue la Trinidad derivada de la filosofía
griega?
Los antitrinitarios, al unísono, contestan positivamente a la pregunta de nuestro título. La cansina crítica consiste en afirmar que el cristianismo, en su forma incipiente, fue influenciado y corrompido por la cultura y filosofía griega predominante en el mundo mediterráneo desde los tiempos de la campaña de Alejandro el Magno, en el siglo cuarto antes de Cristo.
…
Específicamente, la doctrina de la Trinidad y la Deidad de Cristo son rechazadas y denunciadas como antibíblicas y se dice que fueron introducidas al cristianismo por medio de la influencia de la filosofía helenística, particularmente las ideas de Platón. El libro en línea Un Dios Falso Llamado Trinidad, de Julio César Clavijo – Copyright 2007*, escrito desde la perspectiva sectaria de los pentecostales unicitarios, no es la excepción. Las acusaciones básicas de Clavijo en los capítulos 2 y 3 son:
- La filosofía griega influenció el desarrollo de la teología trinitaria.
- La doctrina de la Trinidad toma forma a partir de la “trinidad” de Platón y adopta los términos y conceptos de Heráclito, Filón y otros.
- El lenguaje usado por los teólogos trinitarios de los primeros siglos es semejante al lenguaje usado por los filósofos griegos, y eso es evidencia de influencia.
En la apertura del capítulo 3, titulado La Tradición y la Filosofía en el Desarrollo de la Doctrina Trinitaria, Clavijo escribe:
“En este capítulo vamos a ampliar un poco más la discusión sobre la filosofía griega, y la influencia que ésta tuvo en el desarrollo de la teología trinitaria de la cristiandad apóstata…….”
Anteriormente, ya había dicho en el capítulo 2 de su libro:
CITA
La “teología” trinitaria ha expresado que la trinidad que ellos predican no es la misma trinidad filosófica ni proviene de ella. La principal diferencia que según ellos se encuentra entre estas dos, es que la trinidad de los griegos es abstracta y no hace referencia a personas divinas, como sí lo hace la supuesta trinidad cristiana… Pero si esto es así, entonces ¿por qué los trinitarios tempranos tuvieron que valerse de las mismas ideas de Platón – y de otros filósofos – al igual que de su mismo vocabulario cuando hablaron de la trinidad? … estos hombres no estaban explicando ninguna fe cristiana a sus lectores paganos, sino que estaban propagando doctrinas de error, mezclando cristianismo con filosofía (resaltado nuestro).
Lo que hemos resaltado constituye, en una cápsula, el mayor argumento de Clavijo. ¿Qué podemos decir ante tales acusaciones? ¿Acaso la Cristología y los sucesivos credos que expresaron la Trinidad son el producto de la influencia de la filosofía griega? ¿Fueron las ideas de Platón las que prepararon el camino para que surgiera la doctrina de la Trinidad? ¿Mezclaron los trinitarios cristianismos con filosofía, como dice Clavijo? ¿Quién o qué fue culpable de que la doctrina de la Trinidad fuera pergeñada por la “cristiandad apóstata”?
¿Fue Platón?
CITA
En el capítulo 2, mencionamos que Platón afirmó que esa “idea suprema” o “lo bueno”, tuvo que pensar para crear al mundo, y entonces al pensar engendró la “idea creadora”. Esa “idea creadora”, permitió que se llevara a cabo la voluntad de la “idea suprema” para que el mundo físico viniera a la existencia. Platón afirmó que en conjunto: (1) la “idea suprema”, (2) la “idea creadora” y (3) el mundo físico, eran la razón de todo lo que existe, y que por lo tanto no podían separarse. De esa manera Platón desarrolló una trinidad filosófica que ha sido conocida como la trinidad del ser, de la idea y de la materia, o también como la trinidad de la bondad, del intelecto y de la voluntad.
¿Alguien ve en esto alguna similitud con la doctrina bíblica de la Trinidad? ¿Dónde en los escritos de Platón podemos ver algo que haya influido la doctrina trinitaria, como acusan liberales, arrianos y modalistas?
El problema con esta acusación es que nadie puede indicar en cuáles escritos de Platón aparece una Trinidad o un concepto primario de ella.
Los antritinitarios citan por lo general a autores liberales y de otras tendencias para acusar a los cristianos de creer en una doctrina influenciada por Platón, pero éstos en ningún lugar citan a Platón.
Podemos asegurar que en los escritos de Platón no existe absolutamente ni siquiera una sombra de algo que se parezca, ni siquiera tangencialmente, a la Trinidad cristiana. ¿Será ésta la razón por la cual nadie puede aparecer con una cita de Platón? Dejamos el desafío planteado. Quizá Clavijo pueda producir una cita.
En otro aspecto, cuando los “trinifóbicos” repiten sus reclamos de que la Trinidad deriva de la filosofía griega o las religiones paganas, recordemos que sus mismos argumentos pueden ser usados contra ellos mismos. ¿Dónde en los escritos de Platón, Aristóteles, u otros filósofos, o en los escritos paganos pre-cristianos, aparece la palabra “Trinidad”? Esto es suficiente para derrotar sus argumentos. Justo es mencionar que Julio César Clavijo es lo suficientemente sagaz como para no usar el argumento, el cual él mismo descalifica por ser inválido. Vaya hacia a él nuestro reconocimiento.
¿Fue el gnosticismo?
CITA
… [el] gnosticismo contribuyó al desarrollo de la “doctrina” de la trinidad, pues esta fue la primera “doctrina” que presentó a Jesús como un ser separado del Dios eterno, y no como el Dios eterno (como el Padre Eterno) que se manifestó en carne.
Esta declaración del Clavijo es insustanciada. Cuatro falacias son de notarse:
- La falacia del monigote de paja (strawman) se evidencia al insinuar que la doctrina de la Trinidad presenta a Jesús como un ser separado del Padre. Por el contrario, los trinitarios afirmamos, al igual que Jesucristo, que el Padre y Jesús uno son (Jn. 10:30). La definición estándar de la Trinidad es clara al presentar al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo unidos en un solo Ser.
- La falacia de la idea a priori o presuposición oculta — La presunción de Clavijo es que la doctrina modalista unicitaria es la correcta (que Jesús es el Padre). La idea subyacente es que el monoteísmo cristiano es sinónimo de unicitarianismo, o sea, la idea de que Dios es una sola persona o uni-personal. El monoteísmo bíblico, por el contrario, establece que existe un Ser Divino con una esencia (ousia) indivisible, pero dentro de este Ser Divino existen 3 personas.
- Falacia non sequitur o de conclusión irrelevante. Es obvio que la doctrina de la Trinidad no pudo haber sido afectada por el gnosticismo, ya que los cristianos genuinos desde un principio refutaron vehementemente a estos falsos maestros gnósticos. Fueron los gnósticos los primeros en atacar la doctrina de la Trinidad, seguidos luego por los modalistas y los arrianos.
- Falacia de categoría – Se comete cuando se trata de correlacionar conceptos totalmente desconectados o no relacionados entre ellos. En el pensamiento gnóstico, el demiurgo (Cristo) era una deidad inferior, creadora del mundo material imperfecto, quien pertenecía a las fuerzas del mal en oposición al supremo Dios del bien. Cualquier enciclopedia de reputación verifica esto. ¿Cómo alguien puede encontrar alguna relación entre el concepto gnóstico de Cristo y el Jesucristo de la Trinidad? El misterio vence nuestro intelecto.
¿Fue el neoplatonismo?
CITA
El surgimiento del neoplatismo “cristiano” se dio con el mal llamado gnosticismo “cristiano”. “A medida que el cristianismo se iba extendiendo por el Mediterráneo, se iba encontrando con otras religiones. Los griegos y los romanos trataron de asimilar elementos de la fe cristiana dentro de sus propias filosofías, tal como lo habían hecho inicialmente algunos judíos.
Es crucial entender que la doctrina de la Trinidad no fue influenciada por ninguna corriente filosófica ni religiosa, como afirman las sectas. En realidad, la acusación regresa como un boomerang y les acusa a ellos, porque la verdadera influencia pagana está en las doctrinas antitrinitarias.
Una comparación del trinitarismo con las mayores herejías antitrinitarias nos muestra que son éstas, no la Trinidad, corrupciones derivadas de la influencia del paganismo, y especialmente el neoplatonismo.
Por ejemplo, los “cristianos” gnósticos sostenían la idea neoplatónica de que lo espiritual era bueno y lo material era malo. Consecuentemente, el Dios supremo y perfectamente espiritual no pudo haber creado el mundo él mismo, por lo tanto debe haber sido creado por una deidad inferior.
El arrianismo denotó un pensamiento similar cuando enseñó que Dios no creó el mundo material, sino que primero hizo al Verbo y luego permitió al Verbo, una deidad inferior, crear el mundo. En oposición a esto, los trinitarios enseñamos la doctrina bíblica de que Dios es el único Creador de todas las cosas (Gé. 1:1; Is. 44:24).
El gnosticismo, el monarquianismo, y el arrianismo, todos se ponen de acuerdo para decir que un Ser Supremo es un “Uno” completamente separado de los “muchos”, libre de todo pluralismo, por lo cual no podían concebir la idea de que Dios pudiera ser tres en ningún sentido.
Por lo tanto, los gnósticos y los arrianos sostuvieron que Jesús era una divinidad separada del Dios Supremo, mientras que los monarquianistas mantenían que Jesús era una manifestación del Padre, la única persona divina. Hoy en día, los monarco-modalistas afirman que Jesús es la persona del Padre y del Espíritu Santo. El orden de los factores no altera el producto, es la misma herejía con diferente collar. A pesar de sus diferencias, todas estas herejías anteriores suponen que Dios no puede ser Uno en un sentido y Tres en otro sentido.
Esta suposición fue heredada de la filosofía pagana, no de la Biblia, la cual simplemente establece que Dios es uno pero sin negar que Dios es, en otro sentido, tres.
Por otro lado, los trinitarios insistieron que el tema de la unidad de Dios y su triunidad tenía que ser decidido basándose en la Biblia solamente, sin importar las suposiciones de la filosofía griega.
Los hechos históricos muestran que el trinitarismo desarrolló sus fórmulas teológicas y sus credos con precisión absoluta, no para bautizar el paganismo dentro del cristianismo, sino para evitar que las verdades bíblicas fueran corrompidas por el paganismo.
El dios modalista de los unicitarios vino a la tierra, donde sufrió y murió por nuestra salvación. Los primeros modalistas pensaron que estaban glorificando a Cristo cuando dijeron que El fue una manifestación del Padre. Pero al negar su persona, terminaron reduciendo el nacimiento, vida y muerte del Hijo de Dios en una parodia carnavalera.
Cuando el modalismo abrazó el concepto platónico de la indivisibilidad del divino Monad o Monas, prepararon el terreno para el arrianismo. Partiendo del mismo concepto, Arrio concluyó que el Hijo y el Espíritu no eran Dios, y Sabelio (modalista) concluyó que el Hijo y el Espíritu no eran personas. Ambos, Arrio y Sabelio, fueron culpables de beber del mismo pozo de las aguas contaminadas de la filosofía griega.
El porqué los padres de la iglesia usaron términos filosóficos
Cuando los modalistas como Clavijo proclaman que la Trinidad fue el producto de la penetración de conceptos filosóficos griegos, no están más que repitiendo los mismos argumentos que las sectas arrianas como los Testigos de Jehová y los Cristadelfianos han esgrimido por mucho tiempo. Para descalificar el argumento es necesario un poco de historia. En el año 318 d.C., Arrio, un presbítero de Alejandría, comenzó a atacar la fe ortodoxa, i.e., la divinidad del Hijo de Dios. En su carta a Alejandro de Alejandría, Arrio escribe:
“Dios es por lo tanto antes de todo como Monas y causa.” Richard Patrick Hanson, The Search for the Christian Doctrine of God: The Arian Controversy (Edinburgh: Clark, 1988), 86-87, cit. The Trinity, Robert Morey, p. 472
El término “Monas” (Monad) no es un término bíblico para Dios. Se origina en la filosofía pagana griega, específicamente en Platón. En Fedón 105C, Platón declara que el “Monas es la causa.” [The Dialogues of Plato, trans. Jowett (New York, Random, 1937), 1:490. Cit. The Trinity, Robert Morey, p. 472]
Según Platón, el Monas era indivisible por naturaleza, i.e., la existencia de más de un persona en el Monas era imposible. Tenía que ser indivisible a los efectos de ser inmutable. Esta idea de Platón fue heredada de Parménides, un filósofo pre-socrático.
Luego de declarar que Dios era el Monas, Arrio concluyó que Cristo no podía ser eterno porque los atributos y la naturaleza del Monas no podía ser divididos o distribu
idos en dos personas. Su principal objeción a Sabelio (modalista), en su carta a Alejandro, fue que “Sabelio dividió el Monas en Padre e Hijo.” Arrio y Sabelio comenzaron con la misma premisa y terminaron con dos conclusiones contradictorias. Arrio escribió:
“Dios es, por lo tanto, antes de todo como el Monas y la causa. Por consiguiente, él es antes que el Hijo también.” [Cornelius J. Hagerty, The Holy Trinity, cit. The Trinity, Robert Morey, p. 472]
Con estos ataques a la ortodoxia cristiana desde el campo modalista y arriano, es indudable que la Iglesia se vio obligada a dar respuestas filosóficas y sofisticadas. Las preguntas y objeciones de los herejes tenían que ver con la relación entre Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estos ataques de oposición eran planteados en lenguaje filosófico prestado de la filosofía griega contemporánea. La Iglesia tuvo que responder usando el mismo lenguaje.
Esto no significa que estuvieran haciendo algo érroneo. El hecho de que hayan usado términos platónicos o aristotelianos no significó que fueran adherentes de estas escuelas filosóficas.
¿Es impropio emplear términos de la cultura de la época para alcanzar a los contemporáneos por Cristo?
Para contestar esta pregunta, conviene recordar las palabras del señor Clavijo en una de las citas anteriores:
¿Por qué los trinitarios tempranos tuvieron que valerse de las mismas ideas de Platón – y de otros filósofos – al igual que de su mismo vocabulario cuando hablaron de la trinidad?
La idea implícita, y no tan implícita cuando es planteada por otros autores antitrinitarios, es que es erróneo, prácticamente diabólico, usar términos y conceptos de la cultura circundante para comunicar las verdades de Dios. Esta es otra de las fijaciones enfermizas de la mentalidad sectaria.
La Biblia misma contradice fehacientemente la posición sectaria. El ejemplo más claro lo encontramos en el Libro de los Hechos, capítulo 17. En este pasaje, Pablo se dirige a los atenienses con la intención de ganarlos para el evangelio. El apóstol no tuvo ningún inconveniente en citar en su discurso a dos escritores griegos, Epiménides (circa 600 b.C.) y Aratus (circa 300 b.C.). Ambas citas de estos poetas se refieren, en contexto, a Zeus, el dios principal de la mitología griega:
“Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.” (Hechos 17:28)
Obsérvese el método evangelístico de Pablo. En ninguna parte de su discurso (Hch. 17:22-31) menciona las Escrituras hebreas. ¿Por qué? La razón es más que obvia, sus oyentes no creen en la autoridad de la Biblia, ni tampoco que ésta sea la Palabra de Dios. Sin embargo, Pablo presenta muchos conceptos bíblicos durante su sermón. Pablo señala a los atenienses que sus propios filósofos enseñaron que los humanos son dependientes de Dios para vivir. Ese Dios ilimitado los creó. Pablo puntualiza la contradicción de la religión de los griegos y prácticamente les dice: “¿Cómo es que ustedes pueden crear dioses que son limitados y necesitan templos donde vivir, estatuas y altares?” De la misma forma, en el día de hoy, los adeptos al pensamiento de la Nueva Era son panteístas, pero al mismo tiempo dicen que Dios es amor. ¿Cómo puede un dios impersonal, descrito como una fuerza impersonal, ser o sentir amor?
El apóstol Pablo muestra la contradicción e irracionalidad de la idolatría de los atenienses, aludiendo a dos de sus respetados filósofos de la corriente estoica y epicúrea, con la finalidad de presentar en el final, al verdadero Dios. De igual manera, muchos cristianos de renombre en los primeros siglos, tomaron prestados términos e ideas del mundo cultural de la época con el propósito de comunicar el Evangelio y describir al Dios de las Escrituras a sus contemporáneos.
Cómo el paganismo de la filosofía griega corrompió el pensamiento de los primeros modalistas
El sistema teológico de Sabelio, el modalista más conocido y articulado de los primeros siglos, fue deducido de los escritos de sus opositores ya que de sus obras quedan sólo algunos fragmentos. Mientras que los otros monarquianistas se limitaron a analizar la relación entre el Padre y el Hijo, Sabelio dio un paso más adelante e incluyó al Espíritu Santo en su especulación. Así dedujo una especie de Trinidad no simultánea en esencia, sino una trinidad revelada sucesivamente.
Sabelio comenzó delineando una distinción entre el monad y la tríada en la naturaleza divina. En el curso de la historia, decía, la unidad de Dios se desarrolla y se extiende en tres diferentes formas y períodos de revelación, no de la manera ortodoxa de hipóstasis, sino en el sentido de máscaras en una obra de teatro. Luego que la redención sea completa, la naturaleza divina retornará a su unidad.
El Padre se revela a sí mismo en la economía de la Ley o el Antiguo Testamento (no en la Creación, ya que según Sabelio, ésta precede a la revelación trinitaria). El Hijo en la encarnación y el Espíritu Santo en la inspiración. La revelación del Hijo finaliza con la ascención, y la revelación del Espíritu continúa en la regeneraci
ón y la santificación.
Según Sabelio, el Logos no es lo mismo que el Hijo, sino que era el Monad en transición a la tríada, o sea, Dios concebido como movimiento vital y principio creador, el Dios que habla, distinto del Dios silente. Cada uno es otro y los tres juntos son solamente una evoluciones sucesivas del Logos o el aspecto orientado hacia el mundo de la naturaleza divina. Como el Logos procedió de Dios, en el final retorna a él, y así se cierra el proceso de desarrollo trinitario. Toda esta información y más puede obtenerse de: History of the Christian Church, Volume II: Ante-Nicene Christianity. A.D. 100-325. http://www.ccel.org/ccel/schaff/hcc2.v.xiv.xvi.html
Por cierto que los modalistas modernos han heredado de su padre milenario, el lenguaje engorroso y amañado para definir su doctrina. Si bien existen diferencias entre el modalismo primitivo y el moderno, ambos se asemejan en que, contrario a lo que pregonan, su teología es contradictoria e imposible de expresarse en términos sencillos.
Reafirmando lo que expresamos anteriormente en el trabajo, vemos los vestigios de la filosofía pagana griega en las palabras de Sabelio. Atanasio detectó la similitud entre la doctrina de Sabelio y la filosofía estoica. El elemento común a ambas es la corriente panteísta de la expansión y la contracción de la naturaleza inmanente en el mundo. Ideas afines a las de Sabelio pueden ser encontradas también en el sistema de Pitágoras, el Evangelio de los Egipcios, y las pseudo Homilías Clementinas. (History of the Christian Church, Volume II: Ante-Nicene Christianity. A.D. 100-325. http://www.ccel.org/ccel/schaff/hcc2.v.xiv.xvi.html
Modalismo y gnosticismo
Por último, deseamos establecer la similitud impactante entre el gnosticismo y el modalismo moderno. Es una verdad histórica que los gnósticos se consideraban superiores a todos porque ellos eran los recipientes de revelaciones privadas, sueños y visiones. Mientras que los cristianos primitivos se dedicaban a examinar las Escrituras diariamente (Hch. 17:11), los gnósticos estaban ocupados recibiendo doctrina por medios de revelaciones especiales.
El modalismo siempre dependió del gnosticismo para obtener revelaciones, sueños, profecías y visiones. Basta estudiar las historias de los líderes unicitarios pioneros para verificar esto, desde Swedenborg hasta McAlister. Uno de los historiados principales del movimiento unicitario moderno, Frank J. Ewart, declara:
“Yo considero la revelación de la Unicidad de Dios como fundamental para participar en la “fe una vez dada a los santos.” (Frank Ewart, El Fenómeno de Pentecostés, Hazelwood, MO: World Aflame, 1947, p. 67, cit. The Trinity, Robert Morey, p. 516)
Coincidente con el pensamiento unicitario, Ewart considera que los que no creen en el modalismo moderno, no son cristianos. Ewart continúa diciendo que la base de la teología Unicitaria es:
“una experiencia, y no una premisa teológica que ha sido desarrollada luego de años de estudio y reevaluación.” (Frank Ewart, El Fenómeno de Pentecostés, Hazelwood, MO: Worlf Aflame, 1947, p. 39, cit. The Trinity, Robert Morey, p. 516)
Es por ello que cuando usted habla con los pentecostales unicitarios, muy a menudo se referirán a la revelación “especial” que ellos tienen. Esta dependencia enfermiza en las revelaciones privadas ha sido siempre la madre de toda herejía. Por eso la Escritura condena a aquellos que dependen de una “conexión” especial para discernir la verdad:
No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan… hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová… profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé… He aquí dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos… y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras, yo nos los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a mi pueblo, dice Jehová. (Jeremías 23:16, 25, 32)
No permitan que los prive del premio nadie a quien le encanta fingir humildad y adorar a los ángeles. El tal hace alarde de lo que ha visto, y su mente natural le hincha de vanidad. (Colosenses 2:18)
La versión Renaissance del Nuevo Testamento (en inglés) lee el anterior versículo de la siguiente manera:
No dejen que ningún árbitro autonombrado los descalifique por humildad fingida y adoración a los ángeles, racionalizando sobre visiones que ha tenido, porque está hinchado con teorías estúpidas que tienen como origen su depravada naturaleza.
En lugar de estar orgullosos de sus revelaciones privadas, los modalistas deberían estar avergonzados. Necesitan escudriñar las Escrituras en lugar de seguir las revelaciones erradas de sus pretendidos visionarios modernos.
Conclusión
Hemos visto como los argumentos que reclaman que la doctrina de la Trinidad es una corrupción pagana helénica del cristianismo primitivo “puro”, están basados en las arenas movedizas de la especulación y la manipulación de la información histórica y bíblica por parte de los antitrinitarios. El libro de César Clavijo, Un Dios Falso Llamado Trinidad, no aporta nada nuevo al debate. A decir verdad, el lector objetivo puede leer todo el capítulo 3 del libro y observar que Clavijo falla totalmente en establecer su reclamo, además de sobrecargar el capítulo con información innecesaria y sin relación con el argumento que trata de probar. El resultado es una confusión total, al menos en este capítulo. Una vez que se decanta el material presentado por Clavijo, y se compara con la verdad histórica y teológica, concluimos que los argumentos que él esgrime demuestran exactamente lo contrario de lo que quieren probar. Fueron las teologías antitrinitarias las que fueron contaminadas y formadas por el paganismo de los filósofos griegos.
La razón por la que líderes como Clavijo y otros tienen éxito en seducir gente para sus extrañas doctrinas, es la ignorancia bíblica de los incautos que los siguen. Sólo basta leer la Biblia para deducir que fue la información contenida en el Nuevo Testamento la que llevó a los padres del cristianismo a confesar la deidad de Cristo y la Trinidad de Dios. Los cristianos siempre creyeron en la Trinidad. A medida que la doctrina era atacada por los gnósticos, los modalistas y los arrianos sucesivamente, los puntos centrales de la doctrina fueron definiéndose más y más precisamente a través de los años. Fue como la imagen de un binocular siendo ajustada. Los primeros en usar terminología filosófica fueron los oponentes de la doctrina, como ya lo expresé anteriormente. Es lógico que los trinitarios hayan usado la misma terminología para rebatir a los que atacaba la Trinidad. <>
* http://www.pentecostalesdelnombredejesucristo.com/libros/falso/falso.htm
Todas las citas sin una referencia inmediata, pertenecen al libro en línea Un Dios Falso Llamado Trinidad, De Julio César Clavijo.
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