ENFRENTANDO LA PRESIÓN
DEL GRUPO
Como seres sociales, las personas no podemos excluirnos de la participación grupal. Todos pertenecemos a una u otra agrupación, y la mayoría de las veces representamos diversos roles según el ámbito en que nos desenvolvamos. Somos miembros de una familia, asistimos a centros educativos, participamos de reuniones comunales, frecuentamos alguna institución religiosa, nos reunimos con amigos para ir al cine, practicamos algún deporte, y así podemos nombrar muchos grupos sociales a los que pertenecemos o a los que asistimos.
Aunque esto representa nuestra cotidianidad, analicemos brevemente la importancia que tiene para los seres humanos interactuar en grupos. Si bien es cierto, somos individuos con personalidad propia, con metas particulares y, en general, con un plan de vida conforme a nuestros objetivos y capacidades personales, la psicología social explica que nuestra individualidad se complementa con las interrelaciones que mantenemos con otros. Para ejemplificar, podemos decir que somos “estudiantes” a partir de formar parte de un grupo que asiste a clases, o que soy “amigo/amiga” porque soy parte de un grupo de personas que comparten intereses y gustos similares y se reúnen frecuentemente para pasar buenos momentos. Así, podríamos mencionar algunos otros roles que la mayoría asumimos en las diferentes agrupaciones que conformamos.
Al comprender que la vida en sociedad es inherente a nuestro ser individual, podemos entender mejor la importancia que tienen los grupos en nuestra existencia.
La influencia del grupo en el comportamiento
A menor tamaño del grupo, mayor influencia, debido a una mayor duración, frecuencia y profundidad de la relación entre sus miembros; asimismo, los grupos proporcionan modelos de acción a seguir. Es importante tener estos datos en cuenta, ya que de esta manera podemos identificar cuáles grupos afectan nuestra conducta y de qué forma.
Como se mencionó, la vida social es indispensable en nuestro desempeño como seres individuales, por lo que la convivencia con otros es una práctica necesaria; sin embargo, el conflicto aflora cuando la presión ejercida por el grupo nos lleva a actuar en contra de nuestros deseos, valores y creencias.
Alguien podrá preguntarse ¿por qué una persona actuaría de un modo si en realidad no desea hacerlo? Las razones son varias, revisemos algunas:
- Seguir tendencias difundidas en medios de comunicación.
- Actuar bajo los efectos del alcohol y las drogas.
- Por “quedar bien” con los amigos y amigas.
- Por “estar a la moda”.
- Practicar hábitos inadecuados.
- Tener valores inapropiados.
- Poseer una baja autoestima.
- Curiosidad.
- Buscar aceptación y pertenencia.
Indistintamente, de las razones que tengamos para dejarnos influenciar de manera negativa por un grupo, es importante reconocer que todo acto tiene consecuencias. Algunas de ellas se enlistan a continuación:
- Observables:
- Accidentes.
- La cárcel.
- Muerte.
- Embarazos.
- Abandono de los estudios.
- Drogadicción.
- Alcoholismo.
- No observables:
- Pérdida del poder de la toma de decisiones.
- Temor y frustración.
- Depresión.
- Confusión.
- Una vida en función de los demás.
- Entre otras.
Luego de conocer qué nos puede llevar a actuar de una forma inadecuada y cuáles son las consecuencias que podemos esperar de esos actos, surge la pregunta ¿cómo podemos hacer para contrarrestar la influencia grupal que nos daña?
- Pregunta: Si alguien te presionan a fumar, pregúntale por qué fuma, hace cuánto, y si no le importan los problemas de aspecto, salud y aliento. (Hacer preguntas pone a la otra persona fuera del foco de presión).
- Contesta NO con convicción: Mira a los ojos, con fuerza y con autoridad.
- Refuerza el no con una afirmación positiva: Si te ofrecen marihuana, di algo como: “Me gusta mi cerebro tal y como está, no gracias”.
- Se repetitivo: No dudes en declarar tu posición repetidamente.
- Apártate de la zona de presión y de peligro.
- Encuentra amigos que compartan tu escala de valores y apóyense mutuamente.
- Considera las consecuencias de ceder.
- No caigas en la trampa de “todos lo hacen”: La verdad es que no todos lo hacen.
- Sé tu mejor amigo: Recuerda que eres importante, descarta comentarios negativos hacia ti y hacia los demás.
- No presiones a otros.
- Evalúa tus amistades. Recuerda que los verdaderos amigos te quieren por lo que eres, y no por lo que ellos quieren que seas.
- Encuentra nuevos amigos: Si te has dado cuenta de que a tus “amigos” no les importa lo que es mejor para ti, busca aquellos que sí.
Permiso de uso: “Enfoque en la Familia”: http://www.enfoque.org/
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