Educación y Nuevas Tecnologías
Un Poco de Historia
Por Alejandro A. Romero
Según Bruner, la educación ha estado siempre estrechamente relacionada con la tecnología. Es así, que en la historia vemos diferentes procesos que fueron demostrando como la educación fue actuando. Por ese motiva vamos hablar de revoluciones.
La primera revolución fue de producción escolarizada, que es desarrollada por las escuelas parroquiales durante la Edad Media. Eran instituciones privadas, dependientes de la iglesia y territorialmente dispersas. El objetivo era formar buenos cristianos y preparar personal para tareas eclesiásticas. No había un sistema escolar planificado. La educación práctica estaba en manos de la familia. El método de enseñanza era la repetición oral y se le daba importancia a la memoria. Los alumnos eran pocos y se agrupaban sin importar las edades. Se comenzaba a los siete años y se terminaba a los quince años. No había un currículum secuencial de materias. El conocimiento transmitido era muy escaso.
La segunda revolución fue la producción pública, que florece a través de la imprenta, produciendo un profundo impacto en la producción social del conocimiento. Surgen los Estados nacionales. Aquí sobreviene la segunda revolución educativa que es la creación de los sistemas públicos nacionales. Se produce una coordinación de tipo burocrático y administrativo. Con una homogeneización de las reglas y un financiamiento por parte de un gobierno central. Se pasa de un paradigma privado a uno público. La escuela se transforma en un vehículo de transmisión de la cultura nacional. Se establecen códigos de disciplina escolar. Se pasa de la cultura oral al reino del texto impreso. Ahora es posible interpretar el texto. Los alumnos son calificados según edades y tareas. Se trataba de alcanzar una formación básica. Hay una especialización y profesionalización de los maestros. Aunque la educación queda en manos del credo local, del propietario de la tierra o de la autoridad citadina, al igual que en la Edad Media.
La tercera revolución fue de producción masiva. Esta se produce con la revolución industrial, que incorpora de lleno los procesos de producción masiva de bienes. Se trata de una alfabetización para todos. Había que disciplinar la mente y el cuerpo. Esta educación de masa se encargó de preparar a las personas para las nuevas características económicas. Los principios que se utilizaron fueron los mismos que aquellos empleados en la división mecánica del trabajo, especialización y secuencialización de las tareas. Además de educar había que disciplinar a la fuerza laboral para el cumplimiento de la imponente producción industrial. La escuela debía contribuir a la construcción de la nación. En esta producción educativa las características sobresalientes eran: Una sala estandarizada de clases. En los niveles primarios y secundarios los establecimientos estaban coordinados y supervisados por una autoridad central. Los tiempos y las tareas estaban rígidamente establecidos. Se crea un cuerpo profesional docente como cuadro permanente del Estado. Se califican a los alumnos y se los promocionan a través de exámenes. Como también se desarrollan una serie de fundamentos filosóficos y científicos que proporcionarían las bases conceptuales y metodológicas. Esto sin duda creó un nuevo paradigma.
La pregunta que nos podemos hacer en este tiempo es si no estamos en medio de la revolución digital como nos propone Bruner. Bruner, j., Educación e Internet ¿La próxima revolución?, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2003.
Lo cierto es que los avances tecnológicos son cada vez mas avanzados y el nuevo paradigma que se esta gestando se elabora en función a las tecnologías de la información y comunicación. Como nos comenta Manuel Castells, la primera revolución industrial no se basó en la ciencia, se basó en los conocimientos ya existentes. En la segunda revolución industrial sí se basó en la ciencia. Pero lo que caracteriza a la esta revolución tecnológica actual, como este autor describe: “no es el carácter central del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento a aparatos de generación de conocimiento y procesamiento de la información/comunicación, en un círculo de retroalimentación acumulativo entre la innovación y sus usos”. Castells M., La era de la Información Económica, sociedad y cultura, Siglo Veintiuno Editores, México, 1997, p.58.
Estas NTICs no van hacia un cierre como sistema, sino hacia una apertura de una red que se multiplica.
Nos encontramos sin dudas en un nuevo mundo al cual nos debemos adecuar. Las NTICs se han extendido en pocas décadas a gran velocidad y siguen avanzando vertiginosamente. Su característica descentralizada y flexible permite su masivo despliegue. Mientras que las revoluciones anteriores se dieron en torno a una innovación fundamental, en las NTICs la información es la propia materia prima, que actúan sobre la información.
Deja un comentario