El mito de Santiago y la virgen del Pilar
Introducción
El Santiago que la tradición romanista dice que estuvo en España, sería el hermano del apóstol San Juan; ambos fueron discípulos del Señor. El Señor Jesucristo les apellidó Boanerges, que significa <<Hijos del trueno>>, dado el temperamento impetuoso de ellos.
De Juan sabemos más, de Santiago su hermano, bastante menos porque murió muy pronto; él fue el primer apóstol que sufrió martirio. No obstante, la tradición católico-romana añade a la vida del apóstol un alto extra de años y acontecimientos. Pero, ¿es esto cierto? ¿Estuvo realmente el apóstol Santiago, llamado Santiago el Mayor, en España?
Todo el mundo sabe que en realidad esto no es más que un simple mito, pero que con el paso de los años adquirió un peso tan desproporcionado, como fuera de lugar, que incluso ha llegado a cegar las mentes de muchos miles, y a hacer creer que de verdad el apóstol en cuestión realmente estuvo en este país, e hizo las cosas que se dice que hizo. Este es un claro ejemplo de como una simple leyenda piadosa se transforma en una falsa verdad con el paso del tiempo y de los intereses creados. Por lo tanto, no podemos aquí dejar de hablar del mito de Santiago, tan español y a la vez, tan falso, y que ha tenido hasta la fecha, tan oscuras repercusiones a nivel espiritual en nuestro país.
La leyenda
El teólogo y periodista D. José de Segovia nos da toda una información histórica que es digna de ser reflejada aquí sobre el particular. Dice así: <<La pretendida visita de Santiago a España, según la tradición romanista, es precedida por el permiso y el beso de la mano de la Virgen Santísima, que se le aparece en Zaragoza, según el culto del Pilar. Después de haber convertido a siete hombres, se dice que volvió a Jerusalén donde padeció martirio, tal y como narra Hechos 12: 2. La leyenda continúa cuando se dice que su cuerpo fue llevado a España, donde estuvo oculto en Padrón (Galicia) por más de siete siglos, hasta que en tiempos de Alfonso El Casto (850), fue descubierto por unas luces que aparecieron en el campo, siendo trasladado a Santiago, actual centro de peregrinación. Todavía ven los visitantes su imagen con su caballo blanco, cortando cabezas de moros. Tal figura animó la Reconquista, cuando se pretende que combatió a los árabes reinando Don Ramiro en la batalla de Clavijo. De ahí el nombre << Santiago matamoros>> que fue un apellido muy habitual en España. <<Santiago y cierra España>> dice el lema tan popular de la España franquista>>.
Del año 711. al 1492, los musulmanes dominaban en España. En su día la conquistaron toda, excepto la región del norte. La reconquista de España empezó justamente allí, y los musulmanes fueron derrotados por último en Granada en el año 1492. Durante este tiempo, en el siglo IX, la tumba de Compostela fue descubierta. Se dijo que Santiago había venido para dar estímulo a los caballeros para derrotar a los musulmanes. Por lo tanto, Santiago era conocido como <<el asesino de los musulmanes>> o <<Santiago Matamoros>>
Aún hoy en día
Ante tal realidad histórica, o más bien, ante tal ausencia de realidad histórica, es sorprendente ver a las principales autoridades civiles y militares de la nación en la ceremonia religiosa que se le dedica todos los años en Compostela el 25 de Julio; todos delante de una figura de madera, dando culto a un ídolo, besándolo y abrazándolo, cuando hasta la misma enciclopedia católica reconoce que la pretendida visita del apóstol a España es de hecho una fábula: <<Santiago el Mayor, fue ejecutado por Herodes Agripa (Act. 12: 1-2) hacia el año 44. Siendo tan temprana la fecha de su muerte, no es fácil encontrar fundamento a su actividad en España; parece incluso probable que no estuviese en la Península>>.
La tradición
La tradición (o simple leyenda), además se disputa su cuerpo en varios sitios. Los monjes de S. Fermín de Tolosa dicen también tenerlo en su monasterio, lo mismo que los Tolosanos de Francia o la catedral de Braga en Portugal. Otras leyendas hablan de otra visita a Peñíscola (Castellón), dirigiéndose a Valencia, Ampurias o Gerona, poco después de nacer Cristo, y tal vez el propio apóstol. ¡Bienaventurado Jacobo, hermano de Juan, que está junto con los demás apóstoles en el cielo!, pero mientras tanto, aquí en la tierra se le disputan un cuerpo ¡que ya no existe!
Los obispos de Roma se inclinan por la idea de que, en realidad, la tumba de Compostela sea de algún obispo español del final de la época romana, pero Salvador de Madariaga tiene la curiosa idea de que el que pudiera estar enterrado en Compostela sería nada menos que el pretendido <<hereje>> Prisciliano, el reformador obispo de Ávila.
La verdad del asunto
Según el relato bíblico, Jacobo o Santiago no pudo haber venido a España, por varias y poderosas razones. La primera es una razón de situación o logística: Los apóstoles no fueron esparcidos hasta la muerte de Jacobo (Santiago), el apóstol en cuestión (ver Hechos 8: 1; 11: 19), siendo la muerte de éste, factor determinante para la dispersión de los apóstoles y demás discípulos de Cristo. Por lo tanto, el Santiago que se pretende encontrar en España, jamás salió de Jerusalén. La expresión <<los apóstoles>> en el capítulo 11 de Hechos, nos revela que durante los años 33-34 d.C. el grupo permaneció en Judea, no pasando más que Pedro y Juan a Samaria. Tal y como refiere la Biblia y también el historiador Eusebio de Cesarea en su << Historia Eclesiástica>> . Esta es razón poderosa y suficiente, pero hay más.
La segunda es una razón cronológica: Herodes Agripa, el rey y ejecutor del apóstol, (Hechos 12: 1, 2) murió el año 44 d.C., luego entonces, Santiago fue decapitado en
esa fecha o antes. En Romanos 15, el apóstol Pablo nos habla de partir para España, en su intención de predicar el Evangelio donde Cristo no había sido nombrado jamás antes. Si Santiago murió el año 44 o en fecha anterior, y Pablo escribió su carta a los Romanos hacia el año 58, pasaron como mínimo 14 años sin que Pablo se enterase de la visita de Santiago a España, y esto, es sencillamente imposible dado el relato bíblico.
La tercera es una razón de tipo espiritual y también cronológica: El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo fue dirigido primeramente a las <<ovejas perdidas de Israel>> (Mateo 10: 6), es decir, a los judíos. Miles de ellos se convirtieron a Cristo en los primeros días del ministerio de los apóstoles en Jerusalén. No fue que el evangelio llegó a los gentiles (los no judíos), convirtiendo a unos cuantos de ellos sino hasta poco después, y nunca antes de la pretendida visita del apóstol Santiago a España donde asegura la leyenda que convirtió a siete hombres paganos o gentiles. Según Hechos 10: 1-4; 45-48, en Cesarea, Cornelio, centurión romano y sus compañeros, fueron los primeros gentiles convertidos a Cristo, recibiendo la plenitud del Espíritu Santo. Esto fue notorio porque los mismos discípulos, una vez conocidos los hechos, exclamaron asombrados: <<…¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!>> (Hechos 11: 18).
A los pocos meses de ocurrir estos hechos, moría decapitado el apóstol en Jerusalén por manos de Herodes Agripa I, por lo tanto, y como venimos diciendo, esas pretendidas conversiones que el apóstol realizara en España de esos siete españoles gentiles o paganos (no judíos), nunca pudieron haber ocurrido.
Fábulas medievales
Hasta el siglo IX, tal leyenda no existe, y ni una mención al respecto se encuentra en las actas de los concilios españoles, teniendo que forjarse falsas historias, como la de Dextro (s.IV), Isidoro (VI), Beda (VII) o Turpin (IX). Esto lo reconocen cardenales como Baronio o Belarmino. El mismo arzobispo de Toledo, Jiménez de la Rada, dijo ya en el año 1300, que <<la predicación del apóstol Santiago en España es un cuento de monjas y de viudas piadosas>> .
El Camino de Santiago
Los peregrinos vienen de muchos lugares: España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Suiza, Portugal, Bélgica, Hungría, Dinamarca, Polonia, Grecia y otros muy lejos de España. Algunas personas viajan kilómetros, mientras que otros viajan poca distancia.
El Camino de Santiago se compone de muchos caminos de hecho. La ruta que comienza en la esquina nordeste de España y termina en Santiago de Compostela es la ruta más importante. También hay otras rutas en muchos otros países, que se unen con este camino principal. También hay otros caminos que entran a Santiago. Hay siete rutas que llevan a Santiago.
El año Jacobeo corresponde al año que se llama , <<Año Santo >>. Fue establecido temporalmente en la Edad Media por el papa Calixto II en el siglo XII y cincuenta años después fue confirmado por el papa, Alejandro III. Cada vez que la celebración de Santiago (25 de julio) coincide en domingo, a ese año, se le llama, Año Santo. Esto ocurre cada 6, 5, 6 y 11 años.
El año 1999 ha sido el año del jubileo jacobeo. Miles de personas han recorrido a pie el famoso y medieval camino de Santiago, buscando entre otras cosas, un beneficio de tipo espiritual, pero, ¿qué beneficio espiritual y del alma se puede encontrar en algo que en esencia y fundamento es demoníaco? Con razón el apóstol Pablo escribió a su discípulo Timoteo, y por extensión a todos los buenos cristianos, advirtiéndonos: <<… vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas >> (2 Timoteo 4: 1-4).
Camino ocultista
¿Por qué vienen los peregrinos? Hay muchas razones por qué los peregrinos hacen el Camino de Santiago. Para encontrar todas estas razones necesitaríamos muchos cuestionarios. Por lo tanto, daremos las razones principales: El deseo de <<purificarse>>. El peregrino visita ciertos lugares para obtener <<purificación>> interna y <<perfección>> espiritual.
Algunas personas irán a ver la pretendida tumba del santo. En ese lugar adorarán y pedirán por <<su intercesión>>. Otros vendrán para cumplir una promesa que hicieron en un momento difícil de sus vidas.
En el pasado, algunos peregrinos venían para hacer un acto de penitencia. Algunas veces porque ellos querían hacerlo, pero normalmente, el acto estaba impuesto por su confesor. (En el siglo XIII, fue impuesta una peregrinación para castigar la gente mala, por las autoridades. El castigo estaba impuesto para permitirles volver a una vida en sociedad, después de la conclusión del Camino).
Ahora las rutas son realizadas por mucha gente que no tienen interés espiritual sino solamente están interesadas en la aventura del Camino.
Todo tipo de esoterismo y superstición está ligado al Camino de Santiago que se pierde en la noche de los tiempos. Muchos ocultistas, practicantes de magia, astrología, tanto neófitos, simples interesados, como expertos, recorren el Camino buscando una satisfacción personal, parando donde saben o les dicen que han que parar, y practican una serie de ritos ancestrales cada vez. La meta, llegar a Santiago de Compostela, y allí recibir las indulgencias del catolicismo-romano y la “bendición del santo”, que lejos de ser tal cosa, es todo lo contrario. El que recorre ese camino, se aleja del verdadero Camino que es Jesucristo, esto está más que comprobado. Las personas fieles a Santiago y su tradición, sufren de gran ceguera respecto al verdadero Evangelio de Cristo, y no lo pueden entender ni recibir. No hay entendimiento entre la luz y las tinieblas. Leemos en 2 Corintios 6: 14-16 << No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?>>
El Camino de Santiago no es más que un sincretismo en el que se da cita todo tipo de creencias esotéricas, supersticiosas y ocultas que pretenden, no sólo competir con la verdad del Evangelio, sino armonizar con él. No obstante, no es de Dios todo ese paganismo, que Él mismo desaprueba y prohibe. El verdadero Dios, el Dios de Israel, dejó bien claro desde tiempos muy anteriores al de la leyenda jacobea cual es Su voluntad sobre todo lo que implica magia, adivinación, consulta a los muertos, esoterismo, astrología etc. Leemos en Deuteronomio 18: 10-12 << No sea hallado en ti quien… practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas…>>.
Pero es que además, juntamente con la mentira del Santiago compostelano, esta falsedad va ligada a otra mayor.
Una mentira hace otra mayor
De la leyenda de Santiago el Mayor en España, surge otra, que no se puede entender sin la primera. Dice así la enciclopedia católica: <<Nuestra Señora del Pilar, advocación mariana bajo la que se venera en Zaragoza la patrona de España, fue coronada canónicamente en 1905. Según la tradición, la virgen se apareció en carne mortal, sobre una columna de mármol, al apóstol Santiago cuando oraba a orillas del Ebro…>> . ¿Cómo podría ser eso posible si Santiago nunca estuvo en España? ¡Vemos que una mentira hace otra mayor!
El problema o el gran dilema, por lo tanto, estriba en que, si ciertamente Santiago el Mayor nunca estuvo en España, y, por tanto nunca se detuvo en Zaragoza, junto al Ebro, entonces, el testimonio que se le atribuye de que se le apareció la Virgen en un pilar o sin él, necesariamente es falso desde el principio hasta el fin. Siendo esto así, entonces la tal Virgen del Pilar es otra monumental fábula, como así es de hecho.
Por lo tanto, todo ese fervor y devoción al Pilar, es totalmente infundado por ser falso.
Las oscuras implicaciones espirituales de una mentira <<piadosa>>
Pues bien, de esa mentira <<piadosa>> surge el culto a la Virgen del Pilar, y esa virgen, de las cientos que existen sólo en España, es, según el catolicismo-romano, de forma oficial y sólo desde la fecha tan tardía de 1905, la patrona de España, la patrona de la Guardia Civil, y la patrona del Cuerpo de Correos, y por celebrarse su fiesta el 12 de octubre, fecha del descubrimiento de América y Día de la Raza, la <<Pilarica>> está íntimamente vinculada a la Hispanidad. Es decir, que, de esa segunda falsedad, la del <<Pilar>>, las fuerzas demoníacas han tenido acceso desde hace siglos a toda la Hispanidad, incluyendo en ella, a las naciones hispanoamericanas. Esto es una realidad. ¿Podrá elevarse una verdad siendo fundamentada en una falsedad? ¡nunca!. Lo que en un principio es falso, nunca se convertirá en verdadero.
Catedral del Pilar ( Zaragoza )
¡ De dos fábulas: Santiago el Mayor en España y la aparición ante él en Zaragoza de la Virgen del Pilar, hace de aquél, nada menos que el patrón de España y de aquélla nada menos que la patrona de España!
Sigue diciendo la enciclopedia en cuestión: << La imagen que hoy se venera sobre la columna es de madera dorada…>> . Claramente, se nos habla de veneración de una imagen, y sabemos que eso es totalmente contrario al espíritu y a la letra de la Palabra de Dios. Podemos ver que la falsedad de Santiago y del Pilar ha degenerado en pura y simple idolatría y paganismo, impregnado con un cierto tinte religioso, conteniendo éste sólo cierto olor superficial a cristianismo. Todo esto ha hecho que muchas de las gentes de España hasta la fecha, no hayan podido entender, y consiguientemente aceptar el verdadero Evangelio de nuestro Señor Jesucristo por creer antes a las fábulas que a las Buenas Nuevas de nuestro Señor.
Resumiendo: Esta es la manera por la cual, una fábula, que Santiago el Mayor viniera a España, crea otra mayor, que a éste se le apareciera en carne y hueso un ser humano, la pretendida virgen del Pilar. Tanto una cosa como otra son simples cuentos que todavía mucha gente en este país cree como si fueran verdades. ¿Creeremos la verdad o nos contentaremos con mentiras disfrazadas de piedad, que nos apartan de la piedad auténtica?
Discutir si Santiago estuvo o no en España no tendría mayor problema si no fuera por las diversas implicaciones que ha tenido el asunto a lo largo de la historia en este país, tal y como estamos viendo. La realidad es que tal falsedad ha convenido y conviene a muchos, y de eso podemos hablar bastante. La más grave de esas implicaciones, ni siquiera es la de tipo económico o comercial, es la de tipo espiritual. Cuando las mismas autoridades civiles aceptan de buen grado y declaran que Santiago es el patrono de España, y que la virgen del Pilar es la patrona, eso tiene en sí mismo una implicación espiritual, aunque la inmensa mayoría no lo crea o no lo pueda entender.
Amigos, no es Santiago, el apóstol del Señor, el patrón de España, no es él, sino una potestad demoníaca que se hace pasar por Santiago; no es la virgen del Pilar la patrona de España, sino el espíritu demoníaco de la <<Reina del cielo>> (Jeremías 7: 18; 44: 17). En otras palabras, son dos demonios poderosos. Es una potestad (Efesios 6: 12) la que a través del nombre y figura de Santiago y María ejerce su perniciosa labor de ceguera y de muerte espiritual sobre los habitantes de esta nación, sin que la mayoría siquiera se percate de ello.
¡Sólo Jesucristo!
Sólo Jesucristo es el Señor de España, así como lo es de todo el mundo y de todo el universo (Mateo 28: 18). Sólo Él puede cubrirnos por sus méritos en la cruz.
Si adjudicamos ese papel patronal a otra entidad por muy << cristianizada>>
que sea, digamos a Santiago, a San Pablo, a San Juan o a María, por citar unos pocos, nunca será así, sino todo lo contrario, porque ninguno de esos personajes neotestamentarios u otros tiene nada que ver con el asunto cuando hablamos de cobertura espiritual sobre pueblos, ciudades o naciones, que se supone sería el papel del patrono o la patrona. De nuevo digo, sólo Jesucristo el Hijo de Dios tiene a su cargo el mundo y todo lo que en él hay, ya que es su Creador (Salmo 24: 1, 2).
Cuando las autoridades rinden pleitesía a otro que no sea el Hijo de Dios, el diablo toma ventaja y seduce con espíritus religiosos de engaño a los pueblos, ciudades y naciones, como ha ocurrido con el caso de <<Santiago>>.
Resulta doloroso
Lo que resulta doloroso es ver que la jerarquía de la iglesia católico-romana entendiendo como entiende que todo esto es así, no haya jamás hecho nada para impedir semejante desatino. Por el contrario, no sólo cierra los ojos, sino que anima y estimula a que millares de fieles suyos crean en el desatino del Santiago Compostelano y el Pilar. Este es un claro ejemplo que nos demuestra los verdaderos intereses de la política religionista; no en que se sepa y se viva la verdad de Dios, sino en poder retener y ganar a cuantos más mejor en su sistema religioso. Pareciera que al catolicismo romano le interesa el poder que da el poseer las almas (Ap. 18: 13); por eso es vital buscar la verdad que sólo en la Palabra de Dios podremos encontrar para escapar de la mentira y el fraude de la falsa tradición religiosa.
Argumentaciones
Muchos ahora se defenderán diciendo, que no importa si Santiago realmente estuvo en España o no para tenerlo como patrono de la nación, y no importa si la <<Virgen>> del Pilar se apareció o no a Santiago como consecuencia, para tenerla como patrona de España.
¡Naturalmente que no importa, principalmente porque nunca estuvieron!, ¡pero esa no es la cuestión, volvemos a insistir! Los que así se expresan, no entienden la realidad del mundo espiritual. Nada tiene que ver este asunto con el verdadero Santiago o con la verdadera María, o si estuvieron, o no estuvieron en nuestro país. Ellos nada tienen que ver en ningún sentido. Aquí de lo que se trata es de entender quién está detrás de sus nombres. Llegando a tener entendimiento, nos damos cuenta de que son entidades espirituales de maldad que se disfrazan de ambos personajes, y tras sus nombres ejercen el control espiritual maligno en la nación. ¿Por qué es así?, porque ningún ser humano, por muy santo que haya sido, puede ofrecer la cobertura espiritual que se le supone a un <<patrono>>; y a ningún <<santo>>, como consecuencia debemos acudir. El Único que proporciona verdadera protección es el que tiene el poder y la autoridad para hacerlo, y este es sólo Jesucristo. ¡Él es el verdadero Patrono de España!, y a Él debemos acudir.
Hay mucho desconocimiento del mundo espiritual
Me quedé sorprendido cuando por primera vez visité el nacimiento del Río Ebro en Fontibre (Santander), justo donde brotan las primeras aguas del río más emblemático de España hay un santuario dedicado a la virgen del Pilar. Eso significaba que dicha <<virgen>>, o más bien la entidad demoníaca que en realidad la suplanta, ejerce su dominio en ese <<lugar alto>> sobre toda la nación ibérica.
La gente acude a Santiago o a la supuesta virgen de Pilar creyendo que eso agrada a Dios, y esto es porque desconocen la Palabra de Dios que taxativamente prohíbe que los creyentes acudan a ningún otro que no sea al Padre, en el nombre de Jesucristo (Jn. 14: 13; 1 Timoteo 2: 5, 6) y menos aún a estatuas o imágenes religiosas. Los peregrinos católico-romanos, una vez llegan ante la estatua de madera de Santiago o ante el Pilar de Zaragoza, se arrodillan y les rinden culto, cayendo en un pecado de idolatría del cual los demonios toman ventaja sobre el creyente , resultando ser todo esto simple y llana hechicería. Estas prácticas, no sólo están severamente condenadas por la Biblia, sino por la Iglesia primitiva de los cuatro primeros siglos. El diablo y sus ejércitos demoníacos se aprovechan de esta ignorancia espiritual para engañar y confundir a muchos miles, y la jerarquía religionista es cómplice directa o no de todo esto; porque por temor a desbaratar tanto entuerto, por temor a perder feligresía, por seguir instrucciones del Vaticano, o por lo que sea, no lo hacen, aunque muchas de las conciencias de sus dirigentes se sientan acusadas todavía hoy.
¿Qué haremos al respecto si somos mínimamente inteligentes?: Buscar la Verdad y meterla en nuestros corazones. Dice en el libro de Proverbios: << El temor de Dios es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia>> (Proverbios 9: 10). A Dios se le puede conocer a través de Jesucristo y de Su Palabra, la Biblia.
Querido lector
El propósito de este librito es que conozcamos mejor como son las cosas en las que creemos y debemos creer como conviene, como Dios ya lo estipuló. Siempre la Biblia será nuestra guía maestra porque es la verdad revelada para cada uno de los que amamos a Dios.
Acudiendo a los <<santos>> nunca acudiremos a Dios; ese no es el camino. El camino es Jesucristo quien dijo: << Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí>> (Juan 14: 6).
De los personajes del Antiguo o del Nuevo Testamento podemos aprender muchas cosas. De los hombres y mujeres que amaron a Dios y que ahora están en Su presencia hay muchas cosas que podemos imitar. De Santiago el Mayor, por ejemplo, el hecho de que él padeció martirio sin negar el nombre de Cristo. No obstante, el mejor ejemplo a seguir sin lugar a dudas será el del propio Jesús de Nazaret, ya que Él fue el único que jamás pecó. Él es nuestro ejemplo a seguir, porque Él es Dios. Siempre podemos y debemos acudir a Él, y sólo a Él, nunca a otros, aunque hubieran vivido a Su lado el tiempo que Él habitó en la tierra.
La salvación no viene por la acumulación de méritos personales, sino por la fe en la obra de Cristo (Romanos 5: 1). Es por gracia, por medio de la fe (Efesios 2: 8). La verdadera fe no consiste en repetir de carretilla el Credo, ni en aceptar intelectualmente tal o cual creencia, la fe que salva consiste en creer y recibir a Cr
isto (Juan 1: 12). Consiste en creer que Cristo Jesús es el Hijo de Dios, que vino al mundo para salvar a los pecadores, y que siendo yo un pecador, murió en la cruz por mí; es decir, en vez de mí. Yo acepto como mío Su sacrificio, y reconociéndome pecador, me aplico a mí mismo el sacrificio que Él hizo. Entonces Dios no me mira tal como soy, sino a través de Su Hijo amado; me ve como si yo fuera justo, aunque por mí mismo, no lo sea. Es decir, que aunque no soy justo, estoy justificado delante de Dios por medio de Cristo que sí es justo:
<< Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo >> (Romanos 5:1).
Creer implica que uno se pone enteramente en las manos del Señor confiando absolutamente en El, aceptando como verdad lo que El nos ha dicho acerca de Dios, de la Vida eterna, de nosotros mismos, y obedeciendo los mandamientos que El nos ha dado y se encuentran en Su Palabra, la Biblia (Juan 15: 4).
Esta es una oración que puede dirigir al Señor para que le perdone sus pecados y le haga nacer de nuevo:
<<Señor, me arrepiento de mis pecados; de mi vida egoísta y cómoda; te pido perdón por no haberte buscado con todo mi corazón y haberme conformado con una simple religiosidad. ¡Te entrego hoy mi vida! Creo en Jesucristo, Tu Hijo, y conforme a tu Palabra, le recibo en mi vida como mi Salvador personal y mi Señor; y con Él, el Espíritu Santo y el don de la vida eterna. Gracias por tu amor y tu salvación; te amo, Padre. En el nombre de Jesús. Amén>>.
Habiendo hecho esta oración de corazón, tenga la seguridad de que Dios va a responder. El le ama y sólo quiere lo mejor para usted.
Espero que este tratado que ha leído le pueda haber ayudado a acercarle más al verdadero Dios, dándole más luz. Más abajo hay unas señas que le pueden ser útiles. Busque el congregarse con verdaderos cristianos, aquellos que de veras aman a Jesús (He. 10: 25) y siguen Su Palabra.
¡Maranatha! ¡El Señor viene pronto!
Con permiso de: El Pastor Miguel Rosell Carrillo de la Iglesia Centro Rey, Madrid, España.
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