¿RESUCITO CRISTO EN REALIDAD?
La resurrección de Cristo es el evento histórico más atacado por los críticos de la fe cristiana. Es natural que sus mayores esfuerzos vayan dirigidos a demostrar que nunca ocurrió, de esa manera la credibilidad del cristianismo quedaría pulverizada.
En este artículo presentaremos brevemente dos verdades establecidas firmemente que avalan la historicidad de la Resurrección. Asimismo presentaremos los argumentos expuestos por los escépticos para explicar de modo natural algo que sólo pudo haber ocurrido sobrenaturalmente.
Primer verdad irrefutable :
La tumba vacía. Varias líneas de evidencia corroboran que la tumba fue encontrada vacía, entre ellas el hecho de que los discípulos comenzaron a anunciar la Resurrección, no en una ciudad distante, sino en la misma Jerusalén, donde Cristo fue crucificado y sepultado ante los ojos de sus enemigos. Todo lo que tenían que hacer sus opositores para silenciar a los discípulos era exponer el cuerpo, o en su defecto mostrar la tumba públicamente. No pudieron porque en efecto la tumba estaba vacía. Aquellos que niegan la Resurrección son enfrentados con la necesidad de presentar explicaciones alternativas por el sepulcro vacío. En verdad, en dos mil años de historia sólo han podido aparecer con dos teorías predominantes:
A) Teoría de la Conspiración. Es la más antigua de todas (Mat.28:13), fue revivida por los deístas en el siglo dieciocho. Básicamente propone, con las variantes de turno, que los discípulos se robaron el cuerpo de Cristo.
Esta posiblilidad es:
- Moralmente incongruente: Contradice lo que sabemos del carácter de los apóstoles (hombres básicamente honestos y devotos) y los convierte en conspiradores de la peor calaña.
- Psicológicamente imposible: No toma en cuenta el estado de desánimo, temor y desconsuelo de los apóstoles, incapaces de perpetrar un acto que demandaba osadía e inteligente planificación.
- Prácticamente imposible: presupone que los apóstoles pudieron burlar una guardia romana sujeta a la disciplina más severa que jamás existió en un ejército, donde la sanción por dormirse durante una vigilia era, nada más ni nada menos, que la pena de muerte. Como resultado de lo expuesto, la teoría de la conspiración ha sido abandonada por los eruditos modernos.
B) Teoría de la muerte aparente. Aún más inverosímil que la anterior, esta teoría sostiene que Cristo no estaba muerto cuando fue bajado de la cruz, sólo inconsciente. Más tarde se recuperó y se presentó a los discípulos, quienes se convencieron de su resurreción. La teoría también ha sido completamente abandonada por sus fallas de carácter infantil. Para demostrar el punto sólo debemos mencionar la extensión y la naturaleza de las torturas y heridas infligidas a Jesús, todo lo cual le hubiera hecho imposible mover una gran piedra y caminar hasta donde estaban sus discípulos, dándoles la impresión de haber vencido la muerte con poder y gloria. La sola refutación de estas teorías sería suficiente para creer en la Resurrección de Jesús; pero aún consideremos más evidencias.
Segunda verdad irrefutable: Jesucristo se presentó vivo después de su resurrección (Hch. 1:3) ante diferentes individuos, diferentes grupos y en diferentes circunstancias. La Escritura registra 12 apariciones de Jesús (es probable que haya habido más). Entre ellas se destaca una en la cual se presentó a más de 500 testigos. Pablo dice en 1 Corintios 15:6: “Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.” El apóstol está diciendo: “Los testigos están ahí, vayan y pregunten”. Pablo nunca hubiera podido lanzar este desafío si el hecho nunca hubiera ocurrido. Corresponde recordar que las apariciones de Jesús fueron de carácter físico (corporal)), no sólo fue visto sino también palpado (Jn.20:10-18; Mt.28:1-10), sino que además ingirió alimentos (Lc.24:36-49; Jn.21; Jn.20:19-23).
Las únicas explicaciones de los críticos para este fenómeno son la teoría de la muerte aparente (ya totalmente desprestigiada) y la posibilidad de que las apariciones hayan sido alucinaciones. Las alucinaciones sería algo a tener en cuenta sino fuera por lo que sabemos de las alucinaciones, que regularmente son asociadas con drogas y enfermedades mentales.
Además, la psicología misma nos dice que dos personas nunca tienen la misma alucinación al mismo tiempo, cuanto menos en el caso de quinientos individuos a la vez. La teoría de las alucinaciones falla también porque necesita ser copulada con otra teoría que a su vez explique la tumba vacía.
En resumen, La Resurrección de Jesucristo es el hecho sobrenatural mejor atestado de la historia; .Todo intento por desacreditarlo ha fallado catastróficamente. La pregunta a los cristianos es: ¿Qué hacemos con la información que poseemos?, ¿La usamos en el campo del evangelismo personal?. Parte de nuestra tarea para Cristo no sólo es anunciar lo que creemos, sino también por qué lo creemos. A medida que nos capacitemos para responder a los desafíos contra la fe cristiana, observaremos que el Espíritu Santo nos utilizará más y más para traer convicción al corazón de los escépticos. <>
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