Abandonar el Islam por ser Cristiano
¿Qué pasará?
ABDULRAJMAN FUE EJECUTADO HOY
Abdulrajman Mohamed Saleh, de 23 años, fue ejecutado hoy en la Meca, capital de Arabia Saudita. Su delito había consistido en abandonar el Islam por el cristianismo. La experiencia religiosa que había tenido, no hace más de dos meses, le bastó para que fuera detenido inmediatamente por las autoridades, y sin posibilidades de defensa y con un juicio sumario, la ley Saudita acabó con él, transformándolo en un nuevo mártir cristiano del siglo XXI.
Su padre tuareg había sido técnico petrolero, oriundo de Malí. Con su esposa tuvieron 11 hijos. Uno de ellos se había convertido al Evangelio por el testimonio cristiano que le había dado un extranjero, lo que le valió de 2 años de cárcel, de la que finalmente pudo librarse; hoy reside en cierto país del Magreb. Pero Abdulrajman —nacido el 7 de febrero de 1985, documento de identidad Saudita Nº AB 6.650.340— no corrió igual suerte: sus últimos días lo pasó detenido en la cárcel Riad Alhaier, del barrio Sharaia, de la Meca. Un familiar suyo recibió una llamada de las autoridades locales informándole de la detención de Abdulrajman, que permanecía incomunicado, y habría de ser ejecutado de forma inminente. Y así sucedió hoy, 18 de marzo de 2008.
El mayor productor de petróleo del mundo, considerándose guardián del verdadero islamismo, aplica una interpretación de la ley coránica a rajatabla, el wahabismo, y haciendo caso omiso a los más elementales derechos humanos, lleva al cadalso a cuantos hayan apostatado de Mahoma. Y no lo hacen fuera de la ley, al menos su ley, sino bajo ella.
Ahí mismo, en la propia Península, operan algunas de la multinacionales (petroleras) más grandes del mundo. ¿Será que las potencias de Occidente no le pueden hacer sentir a la tiranía de los Sauditas que tales atrocidades son inconcebibles? ¿Y que dejen de hacerlo tan sólo porque sus intereses en la región pudieran verse afectados? La indiferencia y el cinismo pueden llegar hasta el colmo. Y Abdulrajman, uno más de la lista, lo tuvo que pagar hoy con su propia sangre.
Federico A. Bertuzzi
L.E. 579.730 (RA)
Granada, 18 de marzo de 2008
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