El costo de ser un discípulo de Cristo, parte 2
¿cuánto vale ser cristiano?
C.S. Lewis, en su libro Mere Christianity (Mera Cristianismo), escribe sobre el hecho de que Dios dice en 1 Pedro 1:16, “porque escrito esta: Sed santos, porque yo soy santo.” También se encuentra esto en Levítico 11:44; 19:2; 20:7 .
Cuando llegamos a ser discípulos de Jesús, en el nuevo nacimiento (Juan 3:3) estamos cambiados de ser personas carnales a ser personas en que el Espíritu de Dios mora (Efesios 1:13). Primero, somos criaturas de Dios (Colosenses 1:16). Pero luego, haciendo la decisión con nuestra voluntad (Juan 1:12) de seguir a Jesús, somos cambiados y llegamos a ser hijos de Dios (1 Juan 3:1-2; Romanos 8:15-17).
Decidir ser un cristiano no es una decisión a la ligera. Parece que una persona pueda llegar a ser un cristiano sólo orarando una oracion de arrepientimiento (sinner’s prayer) pero en realidad, nacer naturalmente requiere 9 meses, por lo menos, en el embarazo. No es un hecho de un santiamén.
Cuando uno decide seguir a Cristo, como su Salvador, Dios pone su Espiritu dentro de esta persona. Dios quiere que la persona llegue a ser santo como Él es santo. Y al hacer esto requiere mucho tiempo y sufrimiento.
Lewis en su libro da el ejemplo de un dentista. Dice que cuando tenía un dolor de muelas esperaba que su madre le diera una aspirina para el dolor. Pero sabía que su madre iba hacerle más que esto. Ella querría que él visitara un dentista también y en la consulta del dentista hacen más cosas mirando todos los dientes para ver si existen otros problemas también. Por esto normalmente no decía a su madre que tenía dolor porque realmente tenía miedo de ver el dentista. (1)
Pues, en un sentido, Dios es como el dentista. Somos imperfectos (Romanos 3:23) y esto lo sabemos muy bien. El propósito de Dios es que seamos perfectos como Él y Jesús. Y Él sabe que esto es posible porque estamos cambiados. Llevamos Su Espíritu dentro de nosotros. No somos como eramos antes. Entonces por esto pasamos por muchas cosas para purificarnos y hacernos más santos.
En 2 Corintios 11:23-33, Pablo hablando de si mismo decía: “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad. El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento. En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme; y fui descolgado del muro en un canasto por una ventana, y escapé de sus manos.”
¿Por que sufrimos?
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1 Pedro 2:21, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;”
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Filipenses 1:29, “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,”
Para llegar a ser santo hace falta muchos cambios – esta es la razón por el sufrimiento.
Dios tiene dos propósitos en mente:
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De glorificarse
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De que llegamos a ser santo.
Personalmente he pasado por muchas cosas. Pero el final es esto:
El propósito en ser santo es de ser como Jesús
1 Pedro 4:16, “pero si alguno padece como cristiano,
no se averguence, sino glorifique a Dios por ello.”
C.S. Lewis decia algo como:
Dios nos madurará,
a pesar del coste que nos va a suponer,
y a pesar del coste que le supone a Él.
fuente:
1. C.S. Lewis, Mere Christianity (Mera Cristianismo), C.S. Lewis Pte. Ltd.,1952.
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