Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe, Download PDF
La Soberanía de Dios y la Voluntad del Hombre
Capitulo 1. La Biblia y la Voluntad
Estudios por el profesor Delmar IntVeld
Dios en su soberanía creó al hombre como un agente libre con la capacidad de elegir, lo que comúnmente llamamos voluntad propia. El uso de nuestra voluntad es parte del plan soberano de Dios. La maldad que ocurre en el mundo no sucede porque Dios la haya predeterminado.
Una de las acepciones de mente según el diccionario Webster es: <<El elemento o compuesto de elementos en un individuo que siente, percibe, piensa, determina y sobre todo razona>>.
Una de las acepciones de voluntad es: <<Las capacidades mentales manifestadas con la acción de anhelar, escoger, desear, o tener la intención de hacer algo>>.
Con la caída, el hombre no perdió su capacidad de sentir, percibir, pensar, determinar, razonar, anhelar, escoger, desear, ni la intención de actuar. Perdió la capacidad de hacer lo que Dios manda. El mandamiento más grande de todos es amar a Dios con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser, y con toda nuestra mente, y el segundo es amar al prójimo como a uno mismo. Aun los redimidos, que han sido regenerados por el Espíritu Santo y tienen el Espíritu Santo en su vida, no pueden amar perfectamente.
Así que nadie puede por la fuerza de su voluntad hacer buenas obras para hacer méritos para la salvación. Pero la mente puede reconocer que no logramos cumplir los mandatos de Dios y podemos recibir el regalo que Dios ofrece. Lo reto a hablar con cualquier persona no regenerada por Dios y preguntarle si ama a todos perfectamente todo el tiempo. Admitirá que no lo hace.
El hombre siempre debe responder al propósito de Dios expuesto en los pactos. Esa respuesta requiere tomar la decisión de obedecer o no obedecerle, de tener fe o no tener fe. Los calvinistas confunden el acto de la voluntad de recibir a Cristo con hacer buenas obras. Algunos dicen que si nuestra salvación depende de nuestra propia fe (en contraste a la fe que Dios nos da) entonces la fe es la obra mayor. El apóstol Pablo dice que Abraham fue salvado por la fe, no las obras (Romanos 4). Así que de llamar la fe una obra es contraria a lo que la Biblia llama fe.
Todo lo que comunicaron los profetas se basa en la realidad de nuestra habilidad de responderle a Dios. No vivimos en un espejismo en lo que respecta a nuestras elecciones. Nuestra cultura dice que todo es relativo y las palabras no tienen significado, pero yo creo que Dios es la verdad y la fuente de toda la verdad y que él se reveló a sí mismo por medio de palabras para hablarnos acerca de su propio ser.
El libro de Job nos sirve para comprender que debemos responderle a Dios y nunca juzgar lo que él hace porque no tenemos un conocimiento adecuado para cuestionar nada.
Dios tuvo un propósito en cuanto al sufrimiento de Job que era desconocido para Job. Los amigos de Job concluyeron que Job debía de estar sufriendo por haber cometido pecados terribles. Job sabía que había vivido una vida recta y que las acusaciones de sus amigos no eran ciertas. Pero Job llegó a cuestionar a Dios porque su sufrimiento le parecía injusto.
Después de que Job intercambiara palabras varias veces con sus amigos, Dios le habló para hacerle muchas preguntas. Aquí están algunas de ellas.
Job 38:4, 12, 13, 18, 22, 23, 33 4 << ¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra?
12 >> ¿Alguna vez en tu vida le has dado órdenes a la mañana, o le has hecho saber a la aurora su lugar, 13 para que tomen la tierra por sus extremos y sacudan de ella a los malvados?
18 >> ¿Tienes idea de cuán ancha es la tierra?
22 >> ¿Has llegado a visitar los depósitos de nieve de granizo, 23 que guardo para tiempos azarosos, cuando se libran guerras y batallas?
33 >> ¿Conoces las leyes que rigen los cielos? ¿Puedes establecer mi dominio sobre la tierra>>?
Job 39:19, 27 19 << ¿Le has dado al caballo su fuerza? ¿Has cubierto su cuello con largas crines?
27 >> ¿Acaso por tus órdenes remonta el vuelo el águila y construye su nido en las alturas>>?
Éstas no son todas las preguntas que Dios hizo a Job. La respuesta de Job fue:
Job 40:4, 5 4 << ¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno? ¡Me tapo la boca con la mano! 5 Hablé una vez, y no voy a responder; hablé otra vez, y no voy a insistir.>>
Job 42:2-6 2 <<Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes. 3 ¿Quién es éste —has preguntado—, que sin conocimiento oscurece mi consejo? Reconozco que he hablado de cosas que no alcanzo a comprender, de cosas demasiado maravillosas que me son desconocidas. 4 Ahora escúchame, que voy a hablar —dijiste—; yo te cuestionaré, y tú me responderás. 5 De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos. 6 Por tanto, me retracto de lo que he dicho, y me arrepiento en polvo y ceniza.>>
Necesitamos aprender, como Job aprendió, que no podemos comprender a Dios ni siquiera un poco. No tenemos soberanía sobre el universo. Sólo podemos conocer lo que Dios nos revela. No debemos formar opiniones más allá de lo que podemos comprender. No debemos seguir las filosofías del mundo cuando formamos nuestra comprensión teológica de Dios.
La Biblia nos habla de principio a fin dando por hecho que podemos comprender su mensaje y que debemos responder correctamente a Dios o sufrir las consecuencias de la incredulidad y la desobediencia. La interpretación calvinista de la voluntad está en conflicto directo con el mensaje general de las Escrituras. Vamos a examinar esto en la sección sobre el calvinismo.
Enseñanzas Básicas de Nuestra Fe – Estudios por el profesor Delmar IntVeld
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