Cuando tú, en la oración, aceptas a Jesús como tu Salvador personal, y/o cuando cualquier verdadero seguidor de Jesús ora—has llegado a un lugar impresionante y todopoderoso de maravilla y amor. Oh, ¡qué maravilla! A través de la oración a Jesús:
“Ustedes, en cambio,
se han acercado al monte Sión
y a la ciudad del Dios vivo,
la Jerusalén celestial,
y a miríadas de ángeles, “
— Versículo 22 de Hebreos 12:18-24.
La oración ahora, con el nuevo pacto hecho con nosotros por Jesús, no es algo temible como lo era en el Antiguo Testamento.
Versículos 22-24 de Hebreos 12:18-24
“22 sino que os habéis acercado al monte de Sion,
a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial,
a la compañía de muchos millares de ángeles,
23 a la congregación de los primogénitos
que están inscritos en los cielos,
a Dios el Juez de todos,
a los espíritus de los justos hechos perfectos,
24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto,
y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.“
— Versículos 22-24 de Hebreos 12:18-24
Así que, ya que -por la oración- hemos llegado a alguien tan imponente y a su Reino
“25 Mirad que no desechéis al que habla.
Porque si no escaparon aquellos
que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros,
si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
26 La voz del cual conmovió entonces la tierra,
pero ahora ha prometido, diciendo:
Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra,
sino también el cielo.
27 Y esta frase: Aún una vez,
indica la remoción de las cosas movibles,
como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible,
tengamos gratitud,
y mediante ella
sirvamos a Dios
agradándole con temor y reverencia;
29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.“
Basado en el artículo Have you “come to Mount Zion and to the city of the living God”?, publicado en inglés: 14 de Agosto, 2020.
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