El temor destruye las presas en mis entrañas. 1
Recuerdo que estábamos acampando. De repente, una implosión extrema de miedo se disparó por todo mi ser. Corrió como un rayo por mis venas. Realmente lo hizo. El miedo agudizó todos mis sentidos, abrumándome con el temor.
Mis dos hijos tenían 10 y 11 años, y nos acompañaban los hijos de dos amigos de la familia para la excursión. Junto con mi esposa, los seis caminamos y brincamos a un pequeño arroyo de 3 metros de profundidad y nadamos con la suave corriente. Había rocas por todas partes. Totalmente hermoso. Diversión para todos.
Entonces caí en la cuenta: No podía ver mis manos extendidas bajo el agua. En las aguas oscuras, mis pies chocaban con los cantos rodados escondidos debajo. La corriente me arrastraba. No podía mantener la vista en los cuatro niños.
Fue entonces cuando el sunami del terror desgarrador me golpeó: ¿qué pasaría si uno de los niños se sumerge (un calambre; una cabeza golpea una roca bajo el agua). ¡No volvería a verlos nunca más! ¡Qué horror!
Inmediatamente dije: “Vale niños, vamos a nadar todos hacia ese lado y a salir ahora. Vamos. Ahora”. Y los saqué a todos en manada. En mi cabeza gritaba con miedo: “¡Salgan! ¡Salgan! ¡Salgan! ¡Ahora!” Pero hablé con calma, anulando sus trinas objeciones: “¿Por qué…?” “¡Pero papá…!” (Mi esposa estaba pensando: “¡¿Qué qué?! ¿Por qué?”)
Vaya, me sentí aliviado cuando todos estábamos a salvo. El peligro había pasado. Entonces les expliqué “¿Por qué?”
El temor es real
¿Has estado alguna vez allí? Las noches son mis peores momentos de miedo. ¿Has sentido alguna vez el miedo, como si te apretaran el corazón? ¿Sentiste el miedo en carne viva?
La vida está llena de él.
MIEDO: a la muerte, a morir, a la soledad, a estar solo, a la adicción, a las fobias, al fracaso, a la pérdida, a la vergüenza, al fracaso empresarial, a las deudas, al desempleo, al rechazo,
MIEDO: a la falta de fe, a la discordia matrimonial, al divorcio, a los hijos, a los amigos, a los conflictos, a los malentendidos, a las dificultades interpersonales, a las diferencias de opinión, al arrepentimiento,
MIEDO: enfermedad, dolencias, informes médicos, depresión, incertidumbre, inseguridades, necesidad, mudanza, una nueva escuela, falta de amigos, recuperación de víctimas, pobreza, odio, falta de amabilidad, dolor, pena,
MIEDO: persecución, terrorismo, decapitación, mutilación, extralimitación del gobierno, el fracaso del gobierno, confiscación del gobierno, gobernantes malvados, leyes injustas, peligro, campos de detención, prisión, ejecución,
MIEDO: la condena de Dios, la gracia salvadora de Jesús, el pecado, la elección, el corazón impenitente, el arrepentimiento, la salvación, la recompensa en el cielo, la residencia en el infierno para siempre.
De seguro puedes nombrar tus propios miedos. Todos los tenemos. Entonces, ¿qué haces?
Los problemas no vienen envueltos como los regalos, bonitos y ordenados.
Ninguna respuesta podría funcionar como una píldora mágica. Ningún servicio de ventanilla satisface todas las necesidades. Ningún milagro lo arregla todo tan bien.
Indiana Jones no viene a rescatarte. Ningún amigo es Superman. Ningún chicle tapa el agujero de tu corazón sangrante.
El problema es el corazón.
Ahí es donde nos desgarramos. Ahí es donde empiezan los problemas. Ahí es donde renunciamos, donde nos rendimos, donde nos damos por vencidos. Ahí es donde está la desesperación. Debemos guardar nuestro corazón.
“»¡Tengan cuidado! No dejen que su corazón se entorpezca con parrandas y borracheras, ni por las preocupaciones de esta vida. No dejen que ese día los agarre desprevenidos,”. — Lucas 21:34 Versión “NTV”
Voltéate a Jesús—Cada vez
Los problemas vienen, y los problemas van. El miedo es parte del ser humano. Pero es por eso que se nos dio el Espíritu Santo cuando Jesús se fue de la tierra. Vencemos el miedo por medio de nuestra fe.
¿Está el Espíritu Santo ahí para ayudarte? ¿En tu corazón? ¿Dentro de tus entrañas más profundas? Bueno, ¡sí lo está! (Si has nacido de nuevo.) ¿Te diriges a Él cuando el miedo golpea tu corazón? Yo lo hago. Y lo hago, de nuevo, cada vez.
Antes de ser víctima, antes de ser “una presa herida”—oro. Oro a Dios Todopoderoso. Acudo a Él. Y dentro de mis entrañas Él me trae la paz.
Las soluciones no son “Respuestas automatizadas de Jesús”. Cada miedo que tengo, tengo que enfrentarlo – cada vez. Me enfrento a ellos, de nuevo. El Señor está conmigo en todo momento, así que, realmente: ¿Qué tengo que temer? ¿Qué me puede causar ansiedad?
“el Señor vuelve pronto.6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. 7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.“. — Filipenses 4:4-7 Versión “NTV“
Ese es el punto
Tal vez nada haya cambiado, excepto dentro de mi corazón. Pero ese es el punto, ¿no es así? Cuando me levanto de mis rodillas, mi esperanza queda fijado de nuevo en Jesús. Mi fe en Dios se renueva una vez más. Una vez más, Él me mantiene cuerdo. Él me da paz mental. 2
Sea lo que sea lo que me golpea de la nada—Jesús es mi respuesta. 3
Jesús me saca del precipicio de las malas decisiones (Santiago 1:5), me aconseja con Su Palabra (Proverbios 4; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 3:14-18), y me libra del mal (Mateo 6:13). Él me saca del pozo de la desesperación cuando las cosas se ponen más difíciles que complicado.
Mi fuerza viene del Señor
La fuerza no es un bien inherente. Sé que cuando soy fuerte, mi fuerza es Su fuerza en mí. Sé que, en este planeta, de este lado del velo… yo mismo nunca seré todo lo que necesito ser para poder superar lo que el mundo me lanza.
¡Sólo soy una oveja tonta! Y me junto con otras ovejas. (Lucas 10:3; Apocalipsis 17:14) ¿Qué hago con el león a mi puerta? (2 Timoteo 4:17)
¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.. — 1 Pedro 5:8
Pongo toda mi confianza en Jesús, mi buen Pastor (Salmo 23).
Huye de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigue la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Disfruta del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro.. — 2 Timoteo 2:22
Él es mi refugio y mi fortaleza (Salmo 62:7; Salmo 46:1). ¿Y qué hay de ti?
Basado en el artículo Why we fear, publicado en inglés: 27 de septiembre, 2021.
PARA MÁS:
La esperanza en Cristo (en ingles)
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Acerca de la muerte y el morir (en ingles)
Nuestro morir y la muerte (en ingles)
Resiste con tu fe (en ingles)
Corramos con resistencia y perseverancia activa la carrera que tenemos por delante
14 El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. Dios hizo todo esto para que nosotros le diéramos gloria y alabanza.
15 Desde que me enteré de su profunda fe en el Señor Jesús y del amor que tienen por el pueblo de Dios en todas partes, 16 no he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constantemente en mis oraciones 17 y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que crezcan en el conocimiento de Dios. 18 Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó—es decir, su pueblo santo—, quienes son su rica y gloriosa herencia.19 También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder 20 que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. 21 Ahora Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. 22 Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. 23 Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia.
Notas a pie de página.
- desbordándose, amenazando a raudales, queriendo deshacer mi núcleo
- Hebreos 12: versículos 1-3 “Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. 2 Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios. 3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.
- Si tuvieras un genio luchador de MMA de 2 metros de altura a tu disposición”, ¿no sería tu respuesta a los matones siempre acudir a Él? Jesús es mi respuesta ante cada miedo. Y Él no es un simple genio—Él es Dios Todopoderoso.
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