La muerte no nos respeta a nosotros, los humanos enclenques, ¿no es así? “Primero naces. Luego mueres”.
Morimos. Eso es todo, durante el tiempo en esta tierra. Hecho. Finito. Punto. Entonces comienza una de dos opciones:
(1) La eternidad en el Infierno por Dios, sin ningún bien de Dios, o
(2) En la casa de Dios en el Cielo, sin limitaciones de tiempo.