La salvación en Cristo no tiene que ver esencialmente con el pecado. Dios no te salva porque te limpies, deseches tu pecado, ames a los demás lo suficiente, o porque seas capaz de dejar de pecar. ¿Dejar de pecar? No. ¡No puedes dejar de hacerlo! Es cierto que en Cristo ya no somos esclavos del pecado (Romanos 6:6), pero, la vieja naturaleza persiste (1 Juan 1:5-10) y caemos.
El Amor Insondable
¡Oh, amor insondable de nuestro maravilloso y misterioso Dios! Piénsalo. Su amor es infinito, increíblemente profundo y ancho. Intenta entender este amor. El amor de Dios por nosotros nunca falla, y está más allá de las capacidades de nuestro entendimiento. Dios nos conoció de antemano como pecadores, pero, aun así, nos amó. Dios odia el […]