Yo pienso. Tú piensas. Todos pensamos. Pero, ¿qué es lo que piensa Dios? Pensar es necesario. Pero, ¿y si tu “pensamiento” no es el “pensamiento” de Dios? Entonces tu “pensar” acabará muy mal cuando llegues al Día del Juicio, temblando ante Dios…
Nuestro Dios sin paliativos
Ni por asomo. Nunca sucederá. No puedes mitigar ese comportamiento, ese tamaño descomunal, esa dureza, esa furia. Tienen una fuerza y una fortaleza sin paliativos.
Dios no tiene paliativos.