las Nuevas Tecnologías
por Alejandro A. Romero
Para comenzar a observar el tema de la globalización, una de las primeras preguntas que uno se puede llegar a hacer, es acerca de su comienzo. Algunos la han situado en el siglo XVI, al inicio de lo que podríamos llamar la expansión capitalista y de la modernidad Occidental. Otros lo hacen a mediados del siglo XX, con el progreso de las innovaciones tecnológicas y comunicacionales que logran articular los mercados a escala mundial. Esta conjunción de cambios tecnológicos y mercantiles adopta formas globales cuando se establecen mercados a nivel planetario y donde las comunicaciones y el dinero juegan un papel preponderante.
La globalización ha intensificado las dependencias recíprocas, el crecimiento y la aceleración de redes económicas y culturales que operan en una escala mundial. Pero sin dudas esto no sería posible sin las nuevas tecnologías que logran achicar tiempos y espacios. Consecuentemente estas tecnologías asociadas a fuertes concentraciones de capitales industriales y financieros, a la desregulación y la eliminación de restricciones y controles nacionales que sujetaban las transacciones transnacionales, engendraron un verdadero proceso de globalización.
Lo que podemos decir entonces sobre globalización, es que se presenta como un conjunto de procesos de homogeneización, de fraccionamiento del mundo, que re-ordena las diferencias y desigualdades sin eliminarlas. Se puede decir que la globalización no es un actor social, con la capacidad de producir comunicación o pobreza, sino un proceso en el cual se mueven actores que pueden orientarlo a distintas direcciones.
El fenómeno de la globalización es algo que impacta sobre el propio individuo. No solo en los grandes sucesos del mundo. No es algo que pase solo por fuera. Toca los poderes locales, resurge los aspectos culturales y étnicos y es generadora de uniones económicas y sociales interiores, como también generadora de interacciones con otros países.
En este marco tan característico las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTICs) se presentan como un elemento esencial para lograr interactuar de manera activa en esta sociedad. La utilización y el tratamiento que le podamos dar a las nuevas tecnologías como expresa Julio Cabero Almenara, en el libro Nuevas Tecnologías y educación: “De cara a la educación nos sugiere que éstas TIC se conviertan en unas herramientas significativas para la formación al potenciar diferentes habilidades del sujeto, y la información presentada a través de diferentes códigos.”
La educación ha cumplido la función de preparar a las personas en el ejercicio del rol de adulto, específicamente en el área laboral. Lo cierto es que la globalización le ha dado al trabajo otras características. La educación se encuentra ligada cada día más al mercado laboral, exigiendo un cada vez más alto capital cultural. Pero lamentablemente la educación de hoy se ha rezagado en su tarea. Necesitamos de cambios profundos que posibiliten un acuerdo sustancial entre educación y nuevas tecnologías.
septiembre/2005
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