Apologética Evidencialista
¿Qué tan efectiva?
Los conceptos compilados en este ensayo provienen mayormente de apuntes tomados durante talleres presentados por el Dr. Robert Morey, director del California Biblical University and Seminary, y en material escrito del mismo autor en la Enciclopedia del Cristianismo Práctico (título traducido del inglés) y The Trinity – Evidences and Issues. Algunas nociones fueron libremente adaptadas de los escritos de Greg Bahnsen y Cornelius Van Til. Yo sólo agrego algunos de mis comentarios propios sobre el final del ensayo. Es mi deseo que este escrito sirva para esclarecer a grandes rasgos la controversia existente en el campo de la apologética, a fin de equipar a los cristianos interesados en la defensa de la fe.
– Pablo Santomauro
Una de las razones por la que la apologética evidencialista ha ganado terreno es que el método inductivo ha sido dominante en la teología cristiana desde los tiempos en que Tomás de Aquino lo introdujo.
Su adopción y defensa de la epistemología de inducción aristotélica provocó un cambio fundamental en la historia de la iglesia así como en la sociedad occidental. No sólo sigue Tomás de Aquino siendo el filósofo “oficial” del catolicismo romano, sino que su aproximación a la verdad es la base filosófica de la apologética evangélica moderna, y la ciencia moderna también.
Aquino reemplazó la metodología deductiva que siguieron los padres de la iglesia primero y luego los reformistas. La razón por la cual los reformistas del siglo 19 como Hodge y Warfield sucumbieron ante el método inductivo, fue que ellos quisieron que la teología fuera aceptada por el mundo académico como una ciencia legítima, tal como las matemáticas o la biología.
Lamentablemente abrieron las puertas para que los teólogos liberales socavaran la inspiración de la Biblia. Al convertir la experiencia humana en el origen de la verdad, en lugar del Dios de la Biblia, convirtieron al hombre en el juez de Dios, cuando en realidad Dios es el juez de los hombres.
Permítanme explicar brevemente la diferencia entre el método inductivo y el deductivo:
METODO INDUCTIVO
Seguido por las ciencias empíricas, también llamado “sintético” y “a posteriori”, el método inductivo comienza con la experiencia humana y de ahí se mueve hacia todas las cosas, incluyendo a Dios.
El método inductivo pretende ir:
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de las partes al total.
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de lo particular a lo universal.
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de lo finito a lo infinito.
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de la experiencia humana a la verdad.
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de los efectos a la causa.
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de las evidencias a Dios.
A este método también se le llama “sintético” porque los científicos combinan una serie o número de experiencias y las sintetizan en una “ley” universal. Luego de varias veces de repetir el mismo experimento se obtienen los mismos resultados, y los científicos “sienten” que pueden enunciar una ley universal que se dará en todos los experimentos similares en el futuro. Esto es llamado una “ley” científica. Repito, comienzan con las experiencias personales y luego saltan a la ley universal.
El método se conoce también con la designación de “a posteriori” porque la conclusión se alcanza luego de los experimentos.
Es “inductivo” porque nada conclusivo puede probarse. Todo lo que el científico puede concluir lógicamente desde la inducción es cierto grado de probabilidad. La llamada “ley’ o concepto tiene una baja, mediana, o alta probabilidad de ser verdad.
En lógica, si uno quiere tener un universal en la conclusión, se debe por lo menos tener un universal en la premisa. Por consiguiente, no se puede saltar a una verdad necesaria, no importa cuántas experiencias particulares se han acumulado. Cómo el método inductivo comienza sólo con experiencias humanas particulares, sus conclusiones son sólo “probablemente” verdaderas hasta cierto grado.
METODO DEDUCTIVO
Contrariamente al método inductivo aristotélico adoptado por Aquino y usado en la teología cristiana, el presuposicionalista usa el método analítico, a priori o deductivo, el cual se mueve:
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del total a las partes.
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del universal al particular.
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del infinito a lo finito.
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de la verdad a la experiencia humana.
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de la causa a los efectos.
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de Dios a las evidencias.
El popular principio evangélico que dice, “nunca interpretar la Biblia de acuerdo a la experiencia, sino la experiencia de acuerdo a la Biblia”, es la médula del método de razonamiento deductivo a priori. La me
dida de todas las cosas es Dios y no lo contrario. Debemos comenzar con Dios y razonar desde Dios.
El primer principio, o principio fundacional, o la presuposición de apertura, o el axioma de partida, es: Dios existe. A partir de esta base se construye el sistema y se deducen los detalles del sistema. Si las deducciones son verdaderas en su demostración, el axioma de partida también es verdadero.
La geometría, por ejemplo, comienza con conceptos no probados de donde el resto de la geometría es deducido. La existencia de Dios es a priori porque no se origina en la experiencia humana, sino en la revelación especial (la Biblia).
Cualquier concepto de Dios que se origine en la experiencia humana debe ser propiamente llamado antropología o psicología, pero nunca teología.
El método que proponemos es deductivo en el sentido de que las premisas y las conclusiones están relacionadas de modo que si una es verdad, la otra, necesaria y conclusivamente es verdad.
Un argumento deductivo es válido o inválido, mientras que un argumento inductivo es meramente probable o improbable.
RAZONAMIENTO DEDUCTIVO EN LA BIBLIA
Los autores bíblicos no comienzan con la experiencia humana para probar que Dios existe. En el comienzo de la Biblia se presupone que Dios existe (Gn. 1:1). La existencia de Dios nunca es cuestionada. Los autores de la Escritura comienzan con Dios como la explicación para la existencia del hombre y no viceversa. Para ellos, Dios es la medida de todas las cosas, incluyendo el hombre.
Cito a Carl Henry:
“El empiricismo está en boga en la teología evangélica moderna ….. donde se promueve una aproximación teológica comenzando en los particulares yendo en busca de lo universal, en lugar de postularse un principio universal explicativo sujeto al análisis. Por lo tanto, cualquier exposición deductiva del cristianismo es desalentada”.
La pérdida moderna de interés en la historia de la doctrina juega un papel principal en el descrédito de la teología deductiva. Muchos seminarios evangélicos no ofrecen ningún curso en teología histórica. Debido a ello, la mayoría de los cristianos conservadores no conocen que la teología primitiva del cristianismo comenzó con Dios como el axioma básico, y desde este principio derivó el contenido de la religión cristiana.
Desde el principio de la era cristiana el método usado para la teología sistemática ha sido deductivo. Agustín y Anselmo son los máximos promotores de la deducción teológica. Fue recién en el siglo 12 que Aquino propuso una alternativa empírica y el método deductivo fue seriamente desafiado” (Carl Henry, Toward a Recovery of Christian Belief, 37-38).
Más adelante, Henry continúa diciendo que toda teología o filosofía tiene un punto de origen que le permite desarrollarse de ahí en adelante. La obra clásica de Euclides, Elementos, escrita ca. 300 AC, estipula los cinco postulados de principios no probados concernientes a líneas, ángulos, y figuras de los cuales se deduce la geometría.
Lo que diferencia los axiomas cristianos de los axiomas rivales, NO es que los axiomas son a priori; todos los axiomas lo son. Si los secularistas tienen el privilegio de basar sus teoremas en axiomas, los cristianos tenemos también ese derecho. Si los paganos rechazan nuestros axiomas, no pueden lógicamente protestar cuando nosotros rechazamos los de ellos.
Alvin Plantinga lo pone de esta forma:
“El filósofo cristiano tiene derecho a comenzar con su creencia en Dios ….. tiene derecho a dar por garantida la existencia de Dios y desde allí partir y crear su obra filosófica, de la misma forma que otros filósofos dan por sentada la existencia del pasado, o sea, de otras personas, o los postulados básicos de la física contemporaria”.
CONCLUSION:
El razonamiento apologético evidencialista es, obviamente, inductivo. ¿Es posible comprobar la existencia del Dios DE LA BIBLIA partiendo de una roca? ¿Es posible derivar principios éticos y valores morales trazando una línea desde una piedra, un árbol, un planeta, el DNA? ¿Es posible comprobar la existencia de Dios promoviendo el Diseño Inteligente? ¿Es posible conocer que es inmoral tener relaciones sexuales con la madre de uno contemplando el universo?
Es más, ¿Es posible deducir al Dios DE LA BIBLIA partiendo de algo finito? O sea, ¿es posible deducir lo infinito de lo finito? ¿lo ultradimensional de lo dimensional?
Todos los métodos de razonamiento que pretenden comprobar la existencia del Dios DE LA BIBLIA partiendo de la observación de la naturaleza nos llevan invariablemente a deducir una causa o deidad finita. En otras palabras, todo lo que se necesita para explicar un universo finito, es un origen o principio, o causa finita en sí misma, algo o alguien más grande que el universo. Es por ello que ante la pregunta “¿Quién creó a Dios?” no tenemos más remedio que decir que Dios es eterno, lo que es una presuposición (una buena presuposición ya que fue revelada especialmente).
Es por ello que ciertos apologistas modernos tienen problemas para poder diferenciar el Dios que buscaba Aristóteles (quien era un politeísta), Maimonedes (judío), o Al Gazali (islam), del Dios de la Biblia cuya existencia pretenden demostrar.
Todos los sistemas inductivos que pretenden probar la existencia del Dios de la Biblia se quedan cortos, como cuando el taxista nos deja antes de llegar al aeropuerto, el viaje no se completa. Donde estos sistemas nos dejan es frente a un Dios lo suficientemente poderoso pero finito, o una causa finita, no frente al Dios de la Biblia.
Un efecto finito no requiere necesariamente una causa infinita; una causa finita es suficiente
. Es por esto que algunos científicos pueden darse el lujo de decir que Dios está muerto. <>
Apéndice
Hace algunos años, cuando yo participaba activamente en un foro cristiano de debate, un forista “posteó” un artículo en favor de la apologética evidencialista. Parte del artículo era dedicado a criticar el presuposicionalismo, como era de esperarse. El autor es el conocido Roger Smalling, toda una autoridad en la materia. Cito aquí parte del escrito.
Problemas Con El Presuposicionalismo
Los críticos han señalado algunas debilidades devastadoras en el Presuposicionalismo. Teólogos reformados muy respetados, tales como R.C. Sproul, John Gerstner, Gordon Clark y otros han lanzado argumentos letales que los Presuposicionalistas no han podido refutar.’ Entre estos ataques están los siguientes:
1. Apologética Presuposicional es una premisa auto-contradictoria. La palabra “Apologética” se refiere a la defensa de una posición tornada. Pero una “presuposición”, por definición, es una posición tomada previamente a la evidencia. Como el Dr. Gordon Clark dijo a Van Tíl un día, “Seré feliz de escuchar una defensa de su posición … ¡tanto como ud. no me dé una buena razón para ella!” El Dr. Clark quiso decir que en el momento en que un Presuposicionalista le dé evidencia cualquiera de su posición, entonces el dejaría de ser un Presuposicionalista, y llegaría a ser un Evidencialista. Los Presuposicionalistas todavía no han encontrado la forma para salir de este dilema.
2. Otra forma para exponer este mismo dilema ha sido preguntar al Presuposicionalista por qué ellos presuponen la existencia del Dios Cristiano y no otra clase de dios. Invariablemente ellos se refieren a las evidencias de la existencia de Dios y Su naturaleza como revelada en la creación. Pero los Evidencialistas señalan que esto es robar evidencias del campo Evidencialista para apoyar la posición Presuposicionalista.
3. Los críticos señalan que es un razonamiento circular presuponer la existencia de Dios afín de comprobar la existencia de Dios.
4. Los críticos afirman que los Presuposicionalistas acusan a otros de lo que ellos mismos hacen, i. e., principiando con el razonamiento humano como punto de partida. Tenemos que comenzar con nuestra propia mente, no importa cual sea el acercamiento que escojamos. Aun si empezamos con la presuposición de la existencia de Dios, es todavía nuestra propia mente que toma la decisión de hacerlo así. De hecho, si hacemos esto es normal porque tenemos en mente algunas razones para hacerlo así. Si uno tiene una preferencia por el Presuposicionalismo, en lugar del Evidencialismo, es porque tiene razones para ello.
Por lo tanto, el Presuposicionalista empieza con tanta autonomía como el Evidencialista, sea que lo admita o no.
El Evidencialista afirma que no es pecaminoso empezar con una posición autónoma, porque no hay otra forma de empezar. No tenemos otro punto con que comenzar que con nuestra propia mente. La autonomía llega a ser pecaminosa cuando la evidencia nos dice que existe un Creador, y rehusamos someternos a El.
5. Finalmente, los Evidencialistas sefialan que las Escrituras mismas, que los Presuposicionalistas creen, toma una posición Evidencialista sobre la materia. El Apóstol Pablo argumentó la responsabilidad del hombre desde la evidencia inherente en la creación que muestra la existencia de Dios y Su naturaleza. (Ro. 1: 18-22)
Ante estas afirmaciones nos dedicamos a contestar respondiendo de la siguiente forma.
Estimado amigo:
Gracias por traer tan interesante tema. Se trata de una vieja polémica que no tiene miras de cesar en mucho tiempo.
Tomo para comenzar este párrafo del artículo que expusiste:
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“Los Presuposicíonalistas afirman que este acercamiento es el único que no principia con la autonomía del hombre.
Ellos afirman que cualquier acercamiento que principia con el razonamiento humano como autónomo es un fundamento corrupto que conduce, eventualmente, a una autonomía pecaminosa.
Así la única forma de evitar esta autonomía, es empezar sin autonomía,i.e., con la presuposición de que Dios existe. Visto que Dios es la realidad final, la base de toda existencia,es un error empezar razonando sobre cualquier otra base que no sea la presuposición de Su existencia.”
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Respuesta:
La cita de Roger Smalling describe honestamente la posición del presuposicionalista. En realidad, pienso que la posición llamada presuposicionalista sería mejor llamada “revelacionista”. La razón es que el énfasis está en la revelación de Dios como el fundamento sobre el cual la apologética debe ser edificada.
La escuela revelacionista o fideista afirma que la apologética debe tener su ancla principal en la verdad de Dios y no en la experiencia o razonamiento humano. Considera que los evidencialistas no toman en serio la depravación humana. En síntesis, si el pecado imposibilita que la revelación general hable al corazón del hombre, es imposible el desarrollo de una teología natural o evidencialista. La apologética debe comenzar con la redención de Dios y la Palabra de Dios en la revelación especial.
Es claro que el evidencialista considera que la existencia de Dios puede probarse a partir de la creación y la razón humana. De ahí a que se pueda convertir a un incrédulo siguiendo el método evidencialista, hay una gran distancia.
He visto que el evidencialista, en algunos casos, acusa al revelacionista de basarse sólo en la fe. El asunto no es entre fe y razón (esta es una dicotomía creada por el humanismo). El asunto es entre Dios o el hombre, i.e., entre la Revelación de Dios o la razón, la experiencia, las emociones o la fe del hombre.
Siempre se me hizo curioso que el evidencialista, al decir que se debe comenzar a partir de la revelación general de Dios encontrada en la naturaleza, siempre se apoya en Romanos 1 y el Salmo 19. Esto para mi es un razonamiento circular o autorrefutable, ya que para justificar su posición alude a la revelación especial, o sea, la Biblia. A decir
verdad, sin la Biblia no tendría ni idea de lo que es revelación general.
Otro punto interesante en el artículo es el que propone preguntar al presuposicionalista cual es el Dios que presupone, ¿porqué el Dios cristiano y no otro dios?
La misma pregunta se le puede hacer al teólogo natural (evidencialista). ¿La existencia de cuál Dios está tratando de probar? ¿El Dios de la Biblia, el del Corán, las Vedas, o el de los mormones?
La verdad es que no tienen más remedio que comenzar con el Dios que se reveló en la Biblia. Quiérase o no, el evidencialista está tan saturado con las ideas de Dios, el pecado, la creación, la revelación, etc., que no puede empezar a razonar sin la Biblia.
Los únicos que podrían hacer esos son los paganos que nunca escucharon acerca de la Biblia. Serían los que viven en las partes más remotas donde los misioneros nunca llegaron, aislados totalmente del judaísmo, el cristianismo, o de cualquier religión que toma material prestado de estos.
La verdad es que cuando observamos a aquellos que caen dentro de esta categoría, concluímos que todo lo que han deducido con su razón a partir de la observación de la naturaleza, es idolatría e inmoralidad de las más viles. La idea evidencialista de que el hombre puede llegar a conocer a Dios meditando sobre la creación no ha dado resultados en el pasado, ni lo dará en el futuro.
Es importante tener en cuenta que la idea de que a partir de la razón humana es posible derivar teología, filosofía y apologética, ha producido en muchos promotores de la teología natural el fruto de la apostasía (no estoy haciendo culpabilidad por asociación, por favor).
Allí tenemos a Clark Pinnock, otrora un gran defensor de la inerrancia de la Escritura, hoy se unió al partido comunista de Canadá y es uno de los principales exponentes del Teísmo Abierto.
Franky Schaeffer es otro. Este deshonra hoy la memoria de su padre, el gran filósofo cristiano Francis Schaeffer.
Una vez que estos hombres dan el salto de fe en la oscuridad, y creen que el hombre puede descubrir la existencia, la naturaleza y los atributos de Dios partiendo de la razón humana, aparte de la Revelación encontrada en la Escritura, desarrollan una apologética natural o evidencialista basada en la razón humana. El hombre es ahora la medida de todas las cosas.
Desde allí, todo es cuesta abajo. Si el hombre puede conocer a Dios sin la Escritura, entonces puede llegar al cielo sin la Biblia. Si no se necesita la Biblia, el arrepentimiento no es necesario, y fe en Dios y Jesucristo tampoco. Por lo tanto, los paganos no están perdidos y no necesitan escuchar el evangelio. La teología natural lleva inevitablemente a una salvación natural, no sobrenatural.
En fin, son muchos los aspectos de este tema. Creo que recién empezamos a tirar de unos pocos hilos. Hay muchos más.
Bendiciones en Cristo,
Pablo.
PD: El presuposicionalista no niega el uso de la razón, simplemente le adjudica otro lugar y derrotero en su sistema apologético.
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