¿Fueron censurados de la Biblia los pasajes que
enseñaban la reencarnación?
Muchos adherentes modernos de la reencarnación reclaman que la Biblia originalmente enseñaba la doctrina, pero grupos de intereses dentro de la Iglesia eliminaron los pasajes que enseñaban la reencarnación como una verdad. La popular profetiza del Movimiento de la Nueva Era, Shirley MacLaine, promueve esta posición. En su libro Out on a Limb (p. 234), registra los siguientes comentarios de una entidad llamada John, quien habla a través del médium/canalizador Kevin Ryerson:
“La teoría de la reencarnación es propuesta en la Biblia, pero las interpretaciones al respecto fueron eliminadas durante un Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica en Constantinopla, alrededor del 553 d.C, llamado el Concilio de Nicea. Los participantes del concilio votaron para censurar aquellas doctrinas de la Biblia a los efectos de solidificar el control de la Iglesia.”
Declaraciones como ésta son capaces de hacerme creer en la reencarnación, ya que tanta ignorancia no puede ser acumulada por una persona en una sola vida. Parecería que este personaje confunde “interpretaciones” con “traducciones”, pero éste es el menor de los errores. Debido al factor ignorancia, las fechas y los nombres de los concilios han sido confundidos. El concilio de Nicea se llevó a cabo en el 325 D.C., no en el 553. En el concilio de Nicea no se discutió la doctrina de la reencarnación sino que se consideraron las doctrinas herejes de Arrió de Alejandría en cuanto a la persona de Jesucristo.
El concilio del 553 fue el 5to. concilio de la Iglesia. Tomó lugar en Constantinopla y se convocó para relajar las tensiones creadas cien años antes en el concilio de Calcedonia. En este concilio (553 D.C.) se repudió la doctrina de Orígenes en cuanto a la preexistencia del alma. Esta doctrina, a pesar de no ser bíblica, no tenía nada que ver con el ciclo kármico de la reencarnación. Origen mismo rechazó la teoría.
Además, existe un gran número de manuscritos del Antiguo y Nuevo Testamento que datan de cientos de años antes de este concilio de la iglesia, ¡y éstos tampoco mencionan la reencarnación! No hay prácticamente ninguna diferencia entre los manuscritos producidos antes y después del concilio del sexto siglo.
El libro The Antinicean Fathers, vol. 10, páginas 474-75, en referencia a los manuscritos Bodmer y Chester Beatty, fechados entre el 200 y 225 D.C., el códice Vaticanus (325–350) y el códice sinaítico (340), cita entre otras cosas, lo siguiente:
“El dogma de la trasmigración, el cual es foráneo a la Iglesia de Dios, no fue transmitido por los apóstoles ni en ningún lugar de la Escritura.”
Sumado a esto, si los Padres de la Iglesia hubieran decidido extirpar la doctrina de la reencarnación de la Biblia, ciertamente hubieran quitado la mención que hace Jesucristo de Juan el Bautista (pasaje que tratamos en otra perspectiva), donde Jesús dice que Juan era el Elías “que había de venir”, y que sería el pasaje más “fuertecito” que pueden citar. También hubieran eliminado los demás pasajes que en la superficie parecen implicarla. Sin embargo, no los tocaron.
Gregorio de Nissa, uno de los escritores cristianos más ingeniosos del siglo cuarto, en los escritos que él titula Las fabulosas Doctrinas de los Paganos, escribe:
“Ellos nos dicen que uno de sus iluminados dijo que, siendo una y la misma persona, nació como un hombre, luego tomó forma de mujer, y luego voló como los pájaros, y luego creció como un arbusto, y tuvo la vida de un ser acuático. Y el que dijo estas cosas acerca de él mismo, no estuvo, a mi juicio, muy lejos de la verdad. Porque tales doctrinas que dicen que el alma pasa por tantos cambios, son apropiadas para la charlatanería de las ranas y los cuervos, la estupidez de los peces, y las insensibilidad de los árboles.” The Making of Man 28:3 [379 D.C.]
Conclusión:
Ni la Biblia menciona la reencarnación, ni Cristo ni sus discípulos hablaron de ella, ni los padres de la Iglesia la enseñaron. <>
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