Fuente: Andrew Newberg, MD y Mark Robert Waldman, Why We Believe What We Believe (Porque Creemos lo que Creemos), Free Press, 2006. Con permiso. Estas 27 maneras llevan copyright. Andrew Newberg, MD @ http://www.andrewnewberg.com/. Traducido por Dennis Swick.
Las distorsiones de la mente están compuestas de asunciones, generalizaciones, descuidados y errores. Estas distorsiones, sin estar consciente de ellas, forman parte de los sesgos que tenemos. Estos sesgos están construidos en nuestras percepciones, emociones y mecanismos de cosas cognoscitivas en nuestro celebro. Los 27 sesgos son:
- El Sesgo Familiar – tenemos la propensidad de creer la información dada por los miembros de nuestra familia o por amigos íntimos, sea verdadera o falsa.
- El Sesgo Autoritario – creemos en los que tienen posiciones de poder y estatus como los políticos o jefes del trabajo. Lo que dicen es verdad.
- El Sesgo de la Atractividad – tenemos la tendencia de creer personas que son más altos que nosotros o que son más atractivos físicamente como las artistas de música o baile u incluso los del cine y de la televisión.
- El Sesgo de la Confirmación – tenemos la tendencia a enfatizar y creer la información que apoya a lo que nosotros creemos.
- El Sesgo de ser Egotista – se mantiene firme las creencias que benefician los intereses y las metas propias.
- El Sesgo de los que están en el Grupo– existe una preferencia a los que están en el grupo y básicamente no cuestiona sus creencias.
- El Sesgo del los que están fuera del Grupo– normalmente las creencias de los extraños o los forasteros están rechazados por completo por los que están en el grupo.
- El Sesgo de Consensos de Grupo– cuando existan más personas en el grupo que apoyan una creencia, esto da más crédito a la creencia.
- El Sesgo de Carroza– existe la tendencia de apoyar los sistemas de creencia con sea lo que sea con quien estés.
- El Sesgo de Proyección – normalmente se asume, sin verificarlo, que todos en el grupo comparten las mismas creencias (aunque pueda ser que no sea la verdad). Se llama esto: “todos piensen igual como nosotros”.
- El Sesgo de Expectación– cuando estamos buscando información tenemos la propensidad de descubrir lo que estamos buscando (aunque pueda ser distorsionada).
- El Sesgo de Números Mágicos – los números pueden influenciar nuestras creencias porque tenemos funciones cuantativas muy fuertes en el cerebro. Cuando el número es más dramático, la emoción es más impactante.
- El Sesgo de la Probabilidad– la creencia que tenemos más suerte que las otras personas y que podemos salir ganado. Hay los que quieren arriesgar lo todo.
- El Sesgo de Causa y Efecto– nuestro cerebro es predispuesto a pensar que existe una conexión casual entre dos eventos, cuando pueda ser que no exista esta conexión.
- El Sesgo de Placer– creemos que las experiencias agradables reflejan una verdad más grande que las experiencias desagradables, porque en parte los centros de placer en el celebro controlan la fuerza de las percepciones, las memorias, y los pensamientos.
- El Sesgo Personificado – preferimos dar objetos unánimes cualidades que son propios de un animal o de un humano.
- El Sesgo de Percepción – nuestro cerebro automáticamente asume que nuestras percepciones y creencias reflejan la verdad en cuanto a nosotros y nuestro mundo.
- El Sesgo de la Perseverancia – cuando creemos algo, vamos a continuar insistiendo que nuestra creencia es la verdad, incluso cuando existen evidencias que muestran que el contrario es la verdad.
- El Sesgo de Memoria Falsa – nuestros cerebros suelen retener memorias falsas por más tiempo que las memorias exactas y especificas.
- El Sesgo de Memoria Positiva – cuando reflejando sobre el pasado nosotros solemos recordar los eventos de una manera más positiva que negativa en vez de recordar realmente lo que pasó.
- El Sesgo de Lógica – normalmente creemos los argumentos que sean más lógicos que ilógicos. Nosotros solemos ignorar información que para nosotros no tiene sentido.
- El Sesgo de Persuasión – normalmente creemos más las personas que son dramáticas y emocionales en vez de personas frías y sin emoción. Nuestro cerebro suele resonar más con los buenos oradores y podemos ser envueltos en sus emociones.
- El Sesgo de Primacía – tendemos dar más peso, y recordamos más fácilmente, los nombres y la información que aparece por la parte superior de la página.
- El Sesgo de Incertidumbre – a nuestros cerebros no les gustan la inseguridad y la ambigüedad. Preferimos creer algo o no creer nada en vez de estar con la incertidumbre.
- El Sesgo Emocional – las emociones fuertes normalmente se entrometen con la lógica y el razonamiento.
- El Sesgo de lo Publicado – los editores de libros, publicaciones y revistas prefieren publicar obras que tienen una conclusión positiva y excluyen obras con conclusiones negativas.
- El Sesgo del Punto Flaco – la mayoría de personas no reconocen cuantos sesgos cognitivos tienen ni como ellos son presos a estos sesgos. Las propagandistas y los políticos son muy astutos en cuanto al punto flaco de la gente y suplican a estos sesgos para vender sus productos o ideas.
Fuente:
Andrew Newberg, MD y Mark Robert Waldman, Why We Believe What We Believe (Porque Creemos lo que Creemos), Free Press, 2006. Con permiso. Estas 27 maneras llevan copyright. Andrew Newberg, MD @ http://www.andrewnewberg.com/. Traducido por Dennis Swick.
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