¿Es bíblico pedir dinero a los inconversos
para financiar actividades de la iglesia?
Estoy esperando a mi esposa en el estacionamiento mientras ella hace algunas compras en el supermercado. De pronto se me acerca un caballero de buen aspecto, entre 35 y 40 años, y me saluda cortesmente. Iba acompañado de su pequeña y hermosa hija. Intuyo que está en busca de mi billetera (el hombre, no la niña). Llevar su hija con él es una táctica genial, despierta más confianza en las víctimas potenciales. Al menos ese es mi caso, habiendo tenido tres hijas yo mismo, soy vulnerable a la ternura de una pequeña niña. Sin embargo, el viejo cínico en mí no puede resistir preguntarle al hombre qué va a intentar venderme. El hombre se sorprende ante mi franqueza pero enseguida se compone y dice: “¡Oh no! Estoy solicitando donaciones para una maratón organizada por (nos reservamos el nombre de la iglesia)”. La denominación es de extracción evangélica y su misión central es rescatar o rehabilitar a aquellos que han sido afectados por el abuso de sustancias y las actividades de las pandillas.
Durante la conversación, de naturaleza amigable como corresponde a hermanos en Cristo, tuve oportunidad de hacer algunas preguntas ya que el hermano manifestó ser líder de su congregación. Quiero aquí transmitir algunas reflexiones nacidas de este encuentro casual. Entre las interrogantes que afloraron durante el diálogo repasamos ahora algunas para luego a analizarlas bíblicamente:
- ¿Cómo se siente pidiendo dinero a los inconversos?
- ¿Puede darme alguna base bíblica para justificar la práctica?
- ¿Qué impresión podemos causar entre los incrédulos cuando les pedimos donaciones?
- ¿Acaso lo que usted está haciendo no equivale a mendigar?
- ¿No es el nombre de Jesús puesto en vergüenza cuando se practica la mendicidad bajo la apariencia de recolectar fondos entre los paganos para solventar actividades de la iglesia?
Lo cierto es que no existe base bíblica ninguna para justificar lo que este hermano estaba haciendo. ¿Existe base hermenéutica para demostrar que no se debe hacer? Yo creo que sí. Veamos el siguiente pasaje:
Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad [énfasis nuestro] (3 Juan 5-8).
Al analizar el pasaje en su contexto bíblico mediato e inmediato junto con el histórico-cultural, podemos extraer del texto un claro precepto a seguir en cuanto al punto que nos atañe en este artículo. Comprendo que lo que vamos a elaborar en adelante está sujeto a diferentes opiniones y que existen muchas ramificaciones en el tema, pero pienso que estoy plantado en tierra firme hermenéuticamente hablando.
Puntos a considerarse:
1) ¿Es la obra que usted está llevando a cabo del Señor? En ese caso, usted no debe solicitar donaciones de los inconversos. Esa obra debe depender exclusivamente del dinero aportado por hermanos en Cristo. Juan es bien claro al respecto. Aclaración: me refiero a solicitar donaciones de parte del inconverso. Si usted o la iglesia está vendiendo un producto, comida, lavando autos o arreglando jardines, eso es perfectamente válido ya que se trata de un intercambio comercial legítimo.
2) ¿Existe en la Biblia algún ejemplo donde los cristianos soliciten ayuda económica a los gentiles para avanzar el mensaje de la Iglesia? No. Aun para las necesidades de la iglesia en Jerusalén, la ofrenda provino de otras iglesias sin mención alguna de ayuda por parte de los gentiles (2 Co. 8 y 9).
3) ¿Existe algún mandato o instrucción bíblica autorizando a la iglesia a solicitar ayuda económica del mundo? No. La inferencia bíblica se inclina hacia lo contrario, o sea, que no debemos mendigar de los incrédulos (2 Co. 6:14-18).
4) Existiendo en la actualidad una justificada desconfianza de parte del público hacia los evangélicos debido a las acciones y tácticas fraudulentas de parte de líderes sin escrúpulos en el sector carismático, solicitar donaciones al inconverso abre la puerta para que se desprestigie aun más la reputación de los evangélicos en general. No sólo eso, el nombre de Cristo es arrastrado por el barro.
Posibles objeciones:
Las personas que no están de acuerdo con lo anterior procurarán rebatir lo dicho con excusas como las siguientes.
1) El pueblo judío pidió y aceptó bienes materiales de los egipcios antes de comenzar el Exodo (Ex. 3:21-22; 12:35-36). Respuesta: las posesiones dadas a Israel por lo egipcios fueron dadas bajo el principio de remisión establecido en Deuteronomio, el cual especifica que el esclavo que es liberado debe ser recompensado por los años de esclavitud – “no lo enviarás con las manos vacías” (Dt. 15:1-4; 13). Segundo punto: ¿Dónde está la Iglesia en este pasaje?
2) “Si usted está en lo correcto, el Ejército de Salvación y otras organizaciones cristianas no deberían aceptar donaciones para ayudar a la gente en necesidad, y todos sabemos el bien que estas organizaciones hacen” . Respuesta: Estas organizaciones no clasifican dentro de la categoría de “iglesia”. Son instituciones que promueven el evangelio social. Fueron fundadas con base en la idea de que antes de predicar el Evangelio de Cristo, se debe satisfacer las necesidades de la gente porque de lo contrario no podrán creer. También funcionan bajo la presuposición falsa de que si “mostramos el amor de Dios”, la gente estará más dispuesta a recibir el evangelio. Es un intento honesto pero equivocado de ayudar a la propagación de las buenas nuevas, que pretende “darle una manito” a Dios en la conversión de los hombres. Llámese Ejército de Salvación, World Vision, o lo que sea, el Evangelio de Cristo es relegado al asiento trasero del autobús. Estas organizaciones son libres de conducirse como quieran.
3) “Mi iglesia tiene aire acondicionado gracias a que una persona que no es cristiana donó la alta suma para poder comprarlo”. Respuesta: Si la persona lo donó de su propia voluntad, yo no veo el problema. Si la iglesia fue y le pidió expresamente que lo hiciera, el precepto bíblico fue violado. Si la iglesia va a aceptar una donación de un individuo o institución no cristianos, debe asegurarse de que junto con la donación no vienen condiciones adjuntas. En otras palabras, siempre se debe leer la letra pequeña del contrato.
4) “¿Qué me puede decir de las donaciones anónimas? No hay forma de saber si vienen de un creyente o no”. Respuesta: Correcto, no podemos saber. Es más, ni siquiera podemos saber si algunos que ofrendan en nuestras iglesias son creyentes. En algunas iglesias no se levanta ofrenda, simplemente existe una caja situada en algún lugar de la iglesia (sistema que yo favorezco inmensamente) donde los cri
stianos que pueden depositan sus ofrendas. Tampoco podemos saber aquí la condición espiritual de quienes hacen su aporte (en efectivo). Por lo tanto, no nos compete complicarnos la vida con esta posibilidad. Recuerde que estamos tratando con el tema de solicitar dinero del inconverso, no de impedir sus donaciones.
5) “En los EEUU existen las llamadas “Organizaciones Base de Fe”. Son administradas por iglesias y reciben contribuciones del gobierno para realizar sus obras de beneficencia. ¿Hay algo malo en ello?” Respuesta: Una vez más, si las contribuciones vienen sin condiciones, magnífico. El problema es que no conozco ninguna instancia donde un gobierno vuelque dinero para asistir a una institución privada o sin fines de lucro, sin establecer sus normas y condiciones. Un candidato a la presidencia por los EEUU, partidario de ayudar a las iglesias, lo dejó bien en claro cuando expresó en la primer semana de Julio, 2008:
“Ahora, no se equivoquen, como alguien que ha enseñado ley constitucional, yo creo en la separación de la iglesia y el estado, pero no creo que esta asociación ponga en peligro esa idea – siempre y cuando se sigan unos pocos principios básicos. Primero, si usted recibe una beca federal, usted no puede usar el dinero de esa beca para hacer prosélitos entre la gente que usted ayude y tampoco puede discriminar contra ellos – o contra la gente que usted emplee – basado en la religión que practiquen. Segundo, los dólares federales que van directamente a las iglesias, templos o mezquitas, sólo puede ser usados en programas seculares”. [1]
Conclusión:
Ninguna iglesia que se identifique como cristiana debe solicitar contribuciones del mundo, ya sea de individuos, instituciones privadas o gubernamentales. Así como la predicación del Evangelio debe ser llevada a cabo solamente por cristianos, también el financiamiento de la Gran Comisión debe venir del aporte de ofrendas de cristianos solamente. <>
fuente:
Deja un comentario