Aconsejamiento Para el Misionero
-Jaime Enrique Mayorga Robles, Septiembre 2007; …presentado para la clase: CON201. El Aconsejar 1.
Introducción
El aconsejamiento cristiano y oportuno del pastor o de los líderes de la Iglesia de Cristo no solo es requerido por los creyentes comunes y corrientes, sino que también por aquellos no tan corrientes como los creyentes dispuestos a servir en el área misionera, en especial en los campos blancos donde no le conocen a Cristo.
Dice Neal Pirolo que a la mayor parte de los creyentes les sorprendería mucho escuchar de manera honesta su desesperante necesidad de apoyo en una u otra área. De su libro “Sirviendo al enviar obreros” resumo la siguiente anécdota:
“¡Isabel! ¡Despierta! ¡Por favor, Isabel! ¡Despierta!” Era la compañera de cuarto de Isabel quien tenía el frasco de vacío de Valium y sabía que no despertaría. Fue llevada al hospital y cuando Isabel se movió abrió los ojos y habló de lo ocurrido:
“Tenía una vida normal, amistades, familia amorosa, buena comunión en la iglesia. Era feliz, profesional, con posiciones de reputación a cargo de personas y de ella misma…hasta que sucedió esto.”
Isabel acaba de regresar de un viaje de corto plazo de seis meses en el Oriente, pero al retornar a casa sus sentimientos corrían desenfrenadamente. Sentía nostalgia, pesadillas, recuerdos durante la callada noche. Y se quejaba de que “nadie se interesaba; nadie tenía tiempo para escuchar lo que yo quería decir.” “Acababa de regresar de una experiencia fructífera como asistente administrativa de una clínica médica. Lanzada de vuelta al estilo de vida de Washington D.C.… perdí todo sentir de mi propia identidad. Los profundos sentimientos de aislamiento me hacían retraerme aún más.
Regresé a mi trabajo pero la inestabilidad emocional aumentaba… y la misma pesadilla se repetía una y otra vez. En el pueblo donde había estado, en medio de una tormenta me desperté al escuchar un tiroteo y antes de volver a dormirme pude ver como arrastraban el cuerpo de un hombre frente a la entrada de mi cabaña…supuestamente lo habían encontrado robando opio en el campo….por eso me despertaba de noche con el sonido de los tiros en mi mente…era horrible… por eso empecé a usar tranquilizantes para controlar mi inestabilidad…pero antes de las siete u ocho de la noche estaba perdida en medio de la ansiedad, la confusión, inseguridad y llorando incontrolablemente.”
En contraste, también tenía un sentimiento de conocimiento “especial”. Se sentía realizada por su experiencia misionera porque ¿Acaso no había estado allí? ¿No había tenido éxito?
Debido a otra experiencia con un niño abandonado al cual conoció y adoptó otro médico cristiano, “llegué a desarrollar hipersensibilidad a la gran necesidad que existía en todo el mundo. Sentía enojo contra las personas que no permitían que hablara de mis experiencias. Mi pastor no me permitía compartirlas en la iglesia. Ningún grupo de escuela dominical tenía tempo para mí. Mis padres no mostraban suficiente interés para tan siquiera mirar mis fotografías.”…”El dolor, el temor, el enojo y un sentimiento de culpabilidad se convirtieron en una severa depresión. No podía dormir de noche; no podía levantarme de la cama en la mañana. Dejé mi trabajó. Tomaba cada vez más tranquilizantes. ¿Solo quería que alguien reconociera que había regresado a mi país!”
“Un domingo por la mañana después del culto reuní las fuerzas necesarias para acercarme de nuevo a mi pastor y decir: ¡Ya no puedo mas! ¡Creo que estoy perdiendo el control de mi vida! ¡Necesito ayuda! Con su brazo en mis hombros, contestó: “Isabel, estoy ocupado…llama a mi oficina y fija una cita para el próximo miércoles…” “…todo quedaba claro: “¡Pastor no valgo su tiempo!” Incluso había hecho otras llamadas desesperadas a varios consejeros… Pero ahora quedaba claro: “¡Yo no valgo la pena de nadie!” “Decidí tomarme lo que quedaba del frasco de Valium.” (Pirolo, p.11-13)
¿Qué hacer ante casos críticos como el anterior? ¿Para cuales acciones de aconsejamiento cristiano debe estar preparado el que aconseja? Como mínimo debe hacerse lo que la Biblia enseña: “Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo” 1 Tesalonicenses 5:11 y “Más bien, mientras dure ese «hoy», anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado.” Hebreos 3:13
Porque con frecuencia será la oportunidad de dar aconsejamiento cristiano especializado por parte del pastor y líderes involucrados en el envío, para brindar apoyo y estímulo, tanto en tiempos de crisis como de gran necesidad y para que también nos “animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.” Hebreos 10:25
Habrá muchas veces que una consejería cristiana especializada en el área misionera sea sumamente necesaria para la atención y cuidado pastoral del misionero en y fuera del campo.
A continuación cito otro caso, es una carta que le confirmó la importancia de haber escrito el libro “Choque Transcultural” al Ing. Mario Loss, el cual se refiere a las tensiones que viven en el campo los obreros obedientes a la Gran Comisión.
“Nuestra hija regresó de un país extranjero donde trabajaba como maestra de hijos de misioneros. Padecía precisamente de los síntomas que usted describe. La lectura de su libro fue la primera oportunidad que tuvimos de enterarnos de estos problemas. Además de los síntomas emocionales que presentaba, creemos que también sufría de hipoglucemia y de un desequilibrio químico. Sin embargo, antes de que pudiéramos relacionar todos los elementos del caso, se quitó la vida el mes pasado. Nuestra hija se había ido hace poco más de un año sin ninguna preparación para lo que usted describe. Gracias por escribir este libro. Tal vez sea de ayuda para otros.” (Loss, p.7)
Esto demuestra que el aconsejamiento cristiano especializado para el misionero es relevante y que con ello la iglesia le puede dar al misionero un cuidado pastoral mas amoroso, un estímulo sensible, un reto amable y una guía útil, de tal manera que pueda contribuir no solo a llevar a cabo su crecimiento sino que también pueda encontrar la manera de solucionar y enfrentar los problemas personales para cumplir con su misión.
I. BASE BIBLICA SOBRE EL TEMA
El apóstol Pablo fue un claro testimonio del ministerio transcultural que cuidaba y ministraba a los amigos y hermanos de fe que Dios le dio durante todos su viajes misioneros mas allá de Jerusalén, de Judea y de Samaria.
Bustamante (p.1) dice que el cuidado al misionero no era una tarea exclusiva de personas “expertas” o “especializadas” y que la Biblia nos muestra que todos somos miembros del cuerpo de Cristo y como tales, todos y cada uno debemos mantener la unidad, procurándonos, preocupándonos unos por otros, cuidándonos y exhortándonos a seguir creciendo en el conocimiento del Señor, para cumplir la obra que nos ha sido encomendada según Efesios 4:15-16; 1 Tesalonicenses 5:14-15
Pablo en sus cartas menciona más de 70 nombres de personas usadas por Dios para ministrarlo, apoyarlo y cuidarlo: Febe, Priscila y Aquila en Romanos 16:1-4 que lo ayudaron y hasta fueron capaces de exponer su vida por él. Estefanás, Fortunato y Acaico según 1 Corintios 16:17-18 confortaron su espíritu. Aristarco, Marcos y Justo en Colosenses 4:10-11, se encargaron de consolarlo. Onésimo en 2 Timoteo 1:16-17, muchas veces buscándolo con solicitud, lo confortó y le fue de gran bendición.
También los hermanos de Tesalónica, enviaron por medio de Timoteo saludos cariñosos, buenas noticias de su fe y amor, lo cual para el corazón de Pablo, en medio de toda su aflicción y necesidad, fue de mucho consuelo. Y los hermanos de Corinto fueron usados por Dios para bendecir y confortar a Pablo que estaba pasando por conflictos externos y temores internos, de tal forma que decidieron enviar a Tito para demostrarle en palabra y hecho el amor y solicitud que ellos le tenían (2 Corintios 7:5-7). También los filipenses se hicieron presentes, por medio del apoyo económico (Filipenses 4:10.15).
Pablo atendió el llamado de Dios rodeado de la iglesia neotestamentaria para llevar Su Reino hasta lo último de la tierra, apoyado y cuidado por los hermanos citados y el Espíritu Santo que lo usó poderosamente y lo bendijo con esa compañía.
Así como Pablo, los misioneros transculturales de hoy día requieren del mismo apoyo y cuidado en diferentes áreas: en la espiritual, la emocional, la física y la de relaciones interpersonales.
Cuidar y ministrar el recurso humano más valioso de Dios, es un privilegio y una gran responsabilidad. Ello implica desde orar con vehemencia por ellos y sus familias, por sus colaboradores y por la gente a quienes ministran (Efesios 1:15-23; 3:14-19: Filipenses 1:9-11: Colosenses 1:9; 4:2-4: 2 Tesalonisenses 3:1-2: Efesios 6:18-19: 1 Timoteo 2:1-2).
Le corresponde a la Iglesia de Cristo también disponerse para escucharlos (Santiago 1:19), animarlos y edificarlos (1 Tesalonisenses 5:11), llevar las cargas juntamente con ellos (Gálatas 6:2) y restaurarlos en amor (Gálatas 6:1; Romanos 15:1-7).
Este proceso del cuidado de los misioneros empieza desde que el misionero se prepara para salir; continúa mientras está en el campo y sigue cuando regresa a casa y para ello Pablo siempre contó con el apoyo emocional, espiritual y financiero, tanto de líderes como de hermanos creyentes en la fe y juntos participaron en la defensa y confirmación del evangelio. (Filipenses 1:1-8; 4:15).
Misioneros – ¡COLABORADORES DE DIOS!
El misiólogo Francis M. DuBose, citado por Greenway, nos presenta “la figura bíblica del Dios único y verdadero” como la “imagen de un grandioso y continuo “Enviador” (p.21).
Este es un enfoque en que la misión significa “enviar” y como el mismo DuBose dice, Dios envió a Samuel para liberar a su pueblo y para ungir a Saúl como reyes. Envió al profeta Natán para condenar al rey David para condenar el pecado. Envió a sus profetas: Isaías, Jeremías, Elías, Hageo; Zacarías. Repetidamente envió a su pueblo. Envió a sus ángeles (mensajeros) a testificar a las iglesias. Envió a su Santo Espíritu al mundo.
Así mismo Jesús es “enviado y Enviador”: “Entonces Jesús les dijo otra vez: “¡Paz a vosotros! Como me ha enviado el Padre, así también yo os envío a vosotros.” Juan 20:21. Greenway dice, “Es importante observar la secuencia de los “envíos” en este pasaje. Primero, el Hijo de Dios fue enviado por el Padre, lo cual define a Jesús como el Misionero primero y divino. Jesús, a su vez, envió a sus discípulos, convirtiéndolos a ellos en misioneros del evangelio. Aprendemos en otros pasajes del Evangelio de Juan que el Espíritu Santo fue enviado por Dios para dar testimonio de Cristo y para convencer al mundo del pecado, de justicia y de juicio (Juan 14:25; 15:26-27; 16:7-8) “(p. 22 a 23)
Si se comprende ampliamente las misiones transculturales se debe tener bien claro que Cristo llama a todos sus seguidores, a ser sus colegas y consiervos en la misión. “Esto es el glorioso llamado misionero. Somos comisioneros con él. Así como él fue enviado y comisionado para dar testimonio de la verdad, también nosotros somos enviados y comisionados por él. En el poder del Espíritu Santo, llegamos a ser copartícipes en el plan de y el propósito de Dios de reconciliar al mundo consigo. Las misiones no solo son trabajo que realizamos para Dios, sino con él. La tarea ha de a hacerse de una manera que se asemeje a la obediencia sacrificada de Jesucristo.” (Greenway, p. 22)
En síntesis entonces ¿quiénes son los misioneros? Los misioneros son hombres y mujeres, creyentes que reciben el honor de ser comisioneros con el Dios trino en la proclamación del evangelio a la gente perdida. Su tarea abarca tres aspectos: La labor, el sufrimiento y el testimonio compartidos con Dios y con sus hermanos en la fe. A continuación considérese los siguientes pasajes de la palabra de Dios:
Compañeros de labor: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois huerto de Dios, edificio de Dios.” 1 corintios 3:9
“Y así nosotros, como colaboradores, os exhortamos también que no recibáis en vano la gracia de Dios;” 2 Corintios 6:1
Definitivamente el misionero es un embajador de la Gran Comisión, (2Corintios 5:20), El Señor les ha respaldado con su poder y su autoridad y quien les recibe y creen en su mensaje reciben también a Cristo, a su Padre y todo lo que el Señor promete y quienes se niegan a creer en el mensaje, también rechazan a Cristo y a su Palabra. Juan 13:20
Compañeros en el sufrimiento: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia. De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a vuestro favor, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios. “1Colosenses 1: 24-25
¿Es fácil seguirle? De verdad que algunos vivimos en países “excepcionales” porque disfrutamos de libertad religiosa. Pero hay quienes de verdad pagan el precio con su libertad, con persecución e inclusive con su vida. Jesús nos lo advirtió en Mateo 10:38-39.
Compañeros en el testimonio: “Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. Ad
emás, vosotros también testificaréis, porque habéis estado conmigo desde el principio.” Juan 15: 26-27
Es el Espíritu quien recurre a sus compañeros en el testimonio para llevar a cabo la labor divina de concretar la obra salvadora de Cristo en el corazón y la vida de los seres humanos. Acaso, no ¡es maravilloso!, ser compañero de labor, de sacrificio y de testimonio de Dios.
Misioneros – ¡RESPONSABILIDAD DE LA IGLESIA DE CRISTO!
Es importante reconocer al misionero como un creyente de la iglesia local, con un llamado para una tarea específica, quien como cualquier otro creyente necesita también recibir ayuda pastoral como aconsejamiento cristiano.
“La decisión de seguir a Cristo, obedecerle incondicionalmente, hacer su voluntad es la que está impulsando al misionero a irse de su tierra, a un pueblo donde no conoce la cultura, no habla el idioma, no comen la comida que el misionero acostumbra. Esta decisión de seguir y obedecer a Cristo es profunda y seria. Esto provocará en el misionero un desgaste emocional, espiritual, físico que puede ser peligroso si no le damos la atención pastoral que necesita, él y su familia.” (p.1 Instituto Alma)
Cristo dijo: “Os envío como ovejas en medio de lobos”. Entonces el pastoreo de los misioneros no es un nuevo invento, sino que nace con la responsabilidad misionera que la Iglesia de Cristo tiene.
El aconsejamiento cristiano para los misioneros.
Un adecuado cuidado para el misionero, provisto por la Iglesia, incluye aspectos como la provisión para sus necesidades especiales, espirituales, personales, familiares y ministeriales. La guía y tutoría del desarrollo de su ministerio. La comunicación, amistad y compañerismo. La visitación y cuidado especial en tiempo de crisis de su vida. La motivación y afirmación en su llamado misionero y respaldo continuo en oración.
Más específicamente el aconsejamiento cristiano misionero en el contexto transcultural persigue ayudarlo a manejar adecuadamente realidades de su vida diaria tales como:
· Vida espiritual. Su relación personal con Dios, su vida devocional y la de su familia, luchas espirituales, tentaciones sutiles que le estén llegando por la naturaleza de su trabajo misionero.
· Apoyo en el aspecto cultural. El misionero está aprendiendo un idioma. Está encarnando una cultura nueva a su vida, el choque de cosmovisión. Todo esto arrojará una crisis a su vida, donde necesitará apoyo.
· En las relaciones humanas. Relación con colegas, nacimiento de niños, disciplina de los hijos y conflictos matrimoniales.
· Físico. Respecto a la salud. Hay factores nuevos como la adaptación al clima, la comida que pueden traer trastornos en la salud.
· Psicológicos. La estabilidad emocional, la autoestima y manejo de sus emociones.
· Ocupacional. Desafió y manejo adecuado de las presiones del trabajo, administración de su tiempo, metas y objetivos.
· Crisis. Tiempos especiales donde el obrero necesitará atención especial, personal e inmediata.
Así que las necesidades de la realidad del cuidado pastoral del misionero que pueden requerir aconsejamiento quedan también reflejadas dentro de sus etapas de preparación, salida y trabajo en el campo y desde luego en el retorno temporal o forzado.
También se puede observar que es una realidad que entre las principales causas por las cuales los misioneros regresan antes de tiempo, se encuentran la falta de apoyo financiero, llamado y compromiso inadecuado, desacuerdo con la iglesia o las estructuras de apoyo para el envío, problemas de salud, cambios de trabajo, nuevos hijos, preocupaciones personales, vida espiritual inmadura, entre otras. Todas ellas son realidades y oportunidades que requieren del aconsejamiento cristiano que la Iglesia de Cristo deberá brindar.
Agrega Loss que hay muchos factores que afectan la vida y el fruto de un misionero pero que lo fundamental es su relación con el Señor, su humildad, su fe y su comprensión de lo que es y debe ser la vida cristiana. Pero también muchos misioneros convencidos de su llamamiento, se han retirado de las misiones por causa de aquella iglesia que prometió apoyarle, pero que luego se olvidó de ellos. Los misioneros, lejos de su país, familia e iglesia y olvidados por su iglesia, se llenan de dolor al pensar que no hay nadie que se interese por sus necesidades; y en consecuencia se sienten abandonados y frustrados. (p.1)
El llamado es para el liderazgo y los pastores de la Iglesia. Si los misioneros salieron de nuestras comunidades locales: ¿En qué medida y de qué manera los estamos apoyando? ¿Hemos reconocido que ellos como personas y familias urgen del aconsejamiento cristiano?
II. ORIGEN DEL PROBLEMA
Señala Loss que también hay otros factores que pueden determinar los logros del obrero: su experiencia previa en la batalla, el apoyo de un equipo de otros hermanos, la dificultad de la tarea que enfrenta, el resultado visible de su obra, y su adaptabilidad a cambios fuertes en su vida. Pero enfatiza que el factor más relevante, el que más puede producir desquilibro y tensión, es el ajuste a la vida en un contexto transcultural, es el que siempre se acompaña por el estrés de muchos cambios de vida y por la tensión de las expectativas muy altas del papel misionero. (p1)
¿Qué es estrés?
Según el Diccionario Aurelio, estrés es un conjunto de reacciones del organismo a situaciones de orden físico, psíquico, infecciones y otras. Cada persona responderá de una manera, dependiendo de su personalidad, historia familiar, preparación, creencia y valores. Los efectos serán percibidos en el área emocional, social, física y espiritual.
El misionero tiene que enfrentar una serie de circunstancias que lo llevan al estrés, así como también, a caer en inseguridad e incapacidad de controlar su propia vida. Esto le traerá sentimientos tales como; ansiedad, falta de coraje, auto-estima baja, ira, confusión, depresión., trayendo como resultado gasto de energía solamente para sobrevivir. (Tortes, p.2)
Pero además, agrega Loss, el estrés es “una situación o una circunstancia que produce ansiedad en el individuo…”, y que aunque se usan indistintamente ambos términos: estrés y ansiedad son diferentes. El estrés es como la presión externa ejercida sobre los misioneros por parte de las expectativas de la iglesia, la familia, los empleadores, amigos, sociedad, religión. Y ansiedad es la tensión interna que resulta del intento de mantenerse a la altura de esas presiones externas. (Loss, p. 22)
El estrés es un elemento inevitable de la vida que puede ser bueno o malo cuando se da en forma moderada en nuestra existencia, que nos obliga a ser creativos y a trabajar con eficiencia. Pero que cuando se experimenta el estrés excesivamente nos hace comenzar un proceso de degeneración emocional, psicológico y físico. Así que un exceso de estrés continuado produce conductas anormales en la persona y cada persona tiene un nivel de tolerancia para ese estrés y cuando se excede este nivel seguidamente, el resultado es un mal funcionamiento psicológico y emocional.
Estrés debido a cambios en la vida común.
Durante el aconsejamiento cristiano se debe comprender y tomar en cuenta que los misioneros experimentan luchas espirituales, emocionales, psicológicas y físicas como resultado del estrés y que las tensiones producidas por el cambio transcultural de vida ocurren especialmente durante su primer año. Esto se debe a cambios de vocación, mudanza internacional, cambios de idioma, situación financiera, comidas, trámites legales, contactos familiares, recreo, etc., etc., (Loss, p1)
Estrés debido a diferencias de cultura.
Las primeras experiencias en la nueva cultura son fascinantes en cuanto a las vistas y olores pero gradualmente, esta fascinación da lugar a la falta de satisfacción por los inconvenientes causados por la nueva cultura, y finalmente termina en una de cuatro respuestas:
1) Rechazo total de la nueva cultura,
2) rechazo total de la antigua cultura,
3) coexistencia forzada, o
4) saludable integración de ambas. Solamente en la última las irregularidades de la conducta se minimizan y es posible una adaptación saludable.
El ajuste del propio estilo de vida y de los patrones de pensamiento para insertarse en una nueva cultura es una experiencia muy tensionante. Es un proceso en el que la persona se hace vulnerable a la desorientación y al daño procedente de muchas tormentas emocionales.
El resultante nivel reducido de logros redunda en sentimientos de culpa y en la consecuente pérdida de la autoestima, y si no se resuelve, arroja como resultado conductas mal adaptadas.
La vida en una situación transcultural impone un intenso estrés al ser psicológico del individuo. El grado de estrés varía de acuerdo al grado de diferencia cultura entre las culturas materna y extraña.
La situación transcultural supone una tensión física y psíquica muy alta, y esta tensión produce la fatiga, enfermedades frecuentes e inestabilidad emocional, lo cual resulta en una disminución de la efectividad del obrero. (Loss, p.1)
Estrés debido a la alta expectativa en la función del Misionero
El estrés adicional en la función del misionero es provocado por, una discrepancia entre el desempeño esperado y el real. “Esto conduce a una culpa falsa y a la baja autoestima. El alto nivel de desempeño esperado, proviene de una imagen errónea del misionero, que se basa en principios no bíblicos. Es muy importante que los nuevos obreros que van a otras culturas tengan un patrón realista hacia el cual apuntar, y un adecuado conocimiento de sus limitaciones como seres humanos en un medio ambiente extraño.
Generalmente en la vida, en el sujeto bien adaptado, las propias expectativas superan levemente los resultados. Esto es normal, y lleva al hombre a un elevado nivel de logros. Sin embargo, en el rol del nuevo misionero, las expectativas superan rápidamente el desempeño. En realidad, a causa del estrés de cambios de vida y lo cultural, los resultados se ven drásticamente disminuidos. No se puede producir a un mismo nivel en una situación extraña. Aquí está entonces el verdadero problema; existe una gran discrepancia entre lo que uno espera de sí mismo (y lo que esperan otros) Y lo que uno puede realmente lograr.
Esto provoca un tremendo conflicto interno. Sí esta brecha se ensancha, la mente comienza a usar mecanismos de defensa para proteger su sentido de valor. A causa de la significativa disminución de los logros, los obreros tienden a sentirse culpables por no estar a la altura de las expectativas.
El sujeto se aleja cada vez más de la realidad, generalmente negando su falta de resultados. A continuación comienza a culpar de ello a otros o a sus circunstancias. Redobla sus esfuerzos por lograr éxito sólo para descubrir que está físicamente exhausto. Tal vez desarrolle alguna enfermedad física, y esto le provee la necesaria excusa para su falta de resultados. La enfermedad puede continuar indefinidamente como mecanismo de defensa contra las imposibles demandas de la imagen del misionero. (Loss, p.2)
III. EFECTOS DEL PROBLEMA
Del Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2) resume los siguientes indicadores personales del estrés:
INDICADORES DE SALUD
Fatiga y agotamiento crónico. Resfriados frecuentes y prolongados
Dolores de cabeza (tensiones o migrañas)
Dolores de espalda, fatiga muscular
Disturbios en el sueños (insomnio, pesadillas, dormir excesivamente) Desordenes gastrointestinales
Ulceras
Hipertensión
Problemas del corazón
Síntomas virales indeterminados
Dolor muscular o de huesos
Bajar o subir de peso rápidamente
Resurgimiento de problemas médicos pasados
Aumento de tensión premenstrual
Lesiones causadas por comportamiento riesgoso
Sudar y orinar excesivamente.[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
INDICADORES DE COMPORTAMIENTO
Comportamiento nervioso.
Cambios de humor y compor
tamiento extremosos.
Aumento en el consumo de cafeína, tabaco, alcohol, drogas.
Comportamiento de alto riesgo.
Incremento de propensión al comportamiento violento y agresivo.
Hiperactividad.
Cambio y/o disfunción del comportamiento sexual.
No participar de las actividades.
Comer de más o no comer lo suficiente.[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
INDICADORES DE AJUSTE EMOCIONAL
Distanciamiento emocional.
Paranoia.
Depresión, tristeza, desanimo.
Estallar en resentimiento.
Disminución en el control emocional.
Mártir.
Temor de “volverse loco”.
Aumento de soñar despierto o fantasear.
Un sentido constante de estar “atrapado”.
Temores indefinidos.
Incapacidad para concentrarse.
Regresión.[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
INDICADORES DE RELACIONES
Aislarse o vincularse demasiado con otros.
Actitud general de crítica.
Irratibilidad, impaciencia, odio.
Rebelión contra la autoridad.
Comportamiento inmoral.
Aumento de conflictos interpersonales.
Aumento de conflictos maritales o conflicto con los niños.
Regresión de comportamiento usual.
Desconfianza de amigos y familiares.
Incapacidad para tomar decisiones.
Olvidarse de citas, fechas, plazos.
[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
INDICADORES DE ACTITUD
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Condenación a sí mismo.
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Sentido de incapacidad total.
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Periodos frecuentes de melancolía.
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Aburrimiento.
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Mal sentido del humor.
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Sentido trágico de la vida.
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Actitud de “santurrón”.
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Altamente critico de organizaciones y/o compañeros.
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Demostraciones de desesperación.
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Expresiones de culpa falsa.
[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
INDICADORES DE ESPIRITUALIDAD / VALORES
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Perdida de fe.
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Crisis espiritual.
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Cambios repentinos y radicales en los valores y creencias propios.
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Perdida de esperanza e ilusión.
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Culpar a Dios.
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Espiritualizar problemas que tal vez son físicos, emocionales, etc.
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Apartarse de la comunidad de fe o ser critico de ella.
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Moverse hacia una actitud legalista, de rigidez, de crítica.
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Rechazar la responsabilidad.
[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
IV. ¿COMO ACONSEJAR ESTE TIPO DE CASO?
Pedir la ayuda de Dios: “Dichosos los que lloran porque ellos serían consolados. Mateo 5:4”
Williams nos facilita algunas herramientas espirituales tomada a la vida de Job para manejar la angustia (p.76)
1. Adoró y glorifico a Dios. Cayó al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo “¡Bendito sea el nombre del Señor! “ Job 1:20-21
2. Aceptó la palabra y problemas de parte de Dios. “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado, el Señor ha quitado” Job 1:21 “Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabemos también recibir lo malo?” Job 2:10
3. Le expresó su estupefacción y sentimientos de desesperanza a Dios. “Recuerda, Oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad… Por lo que a mi toca, guardaré silencio, la angustia de mi alma me lleva a hablar, la amargura en que vivo me obliga a protestar…Tengo en poco mi vida; no quiero vivir para siempre. ¿ Déjame en paz, que mi vida no tiene sentido!” Job 7:7-21. Lee el pasaje entero para un entendimiento mayor.
4. Cuestionó a Dios y derramó todos sus sentimientos delante de Dios. “Ya estoy harto de esta vida! Por eso doy rienda suelta a mi quejar…desahogo la amargura de mi vida…Tu me hiciste con tus propias manos, tu me diste forma. ¡Vas ahora a devolverme al polvo”…pasaje entero. También Job 12:21-25 y 14:1-22.
5. Habló con Dios de su bondad hacia El. “Mediste vida, me favoreciste con tu amor, y tus cuidados me han infundido aliento.” Job 10:12
6. Reconoció los hechos poderosos de Dios. Job 12:14-25
7. Recordó los atributos de Dios, incluyendo su…
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Justicia (9:1)
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Grandeza (9:4-10)
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Sabiduría (9:4; 12:13)
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Poder (9:4-10; 12:13)
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Bondad y Providencia (10:12)
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Entendimiento (12:13)
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Fuerza y victoria (12:16)
8. Puso su esperanza en Dios, “pase lo que pase.” “Aunque El me mate, seguiré esperando en El.” Job 13:15
9. Oró por los que le maltrataron durante su angustia. Job 42; 8-10
El desahogo en el campo misionero.
De la exitosa experiencia de entrenamiento de Wycliffe y SIL, realizada entre grupos, de manera individual, con individuos bajo supervisión o entre buenos amigos, Gadner y otros, presentan una excelente sugerencia para el aconsejamiento cristiano misionero por medio del desahogo que disminuye la tensión estresante de la vida misionera.
“Todos hemos visto o tal vez experimentado los resultados negativos al no desahogarse, dando como resultado, un sentimiento de no ser importante, de que nadie se interesa por nosotros y además desánimo al no obtener el punto de vista desde otra perspectiva.” (Gadner, p4)
Desahogarse es una experiencia bíblica: Pablo y la iglesia de Antioquia la practicaron (Hechos 14:27) Pedro (Hechos 11:4) Tísico (de Pablo, Efectos 6:21) y Timoteo (de Pablo, I Tesalonicenses 3:1-6) y otros.
Al desahogarse el misionero acons
ejado describe el contexto completo de sus experiencias y sentimientos, procesando verbalmente eventos y sentimientos subjetivos pasados, a diferencia de solo elaborar por escrito un frío informe de hechos y detalles objetivos
Desahogarse incluye hechos y respuestas emocionales e invita a la retroalimentación entre diferentes puntos de vista. Algunos elementos necesarios para desahogarse incluyen la relación, responsabilidad, amor, respeto, interés, confianza y tiempo. Es mejor si no hay prisa.
Beneficios del Desahogo
– Promueve procesar eventos y sentimientos.
– Informa a las personas interesadas.
– Permite la evaluación y retroalimentación de otros.
– Termina con la soledad.
– Promueve la cohesión, la conexión y el espíritu de equipo.
– Responsabilidad.
– Facilita los cambios.
– Provee la oportunidad de crecer a través de compartir y ser escuchado.
– Estimula la renovación de compromisos.
– Trae gozo y gloria a Dios a través de compartir victorias.
– Comunica un mensaje fuerte de amor, respeto, y valor.
– Usualmente es una experiencia de aprendizaje también para los que escuchan.
[Instituto Misionero de la Salud, Taylor (p. 1,2)]
Pasos para realizar el desahogo en el aconsejamiento cristiano misionero
1. Tome la iniciativa. El compartir es un arte. Si invitamos a otros a venir y a desahogarse con nosotros, tenemos que hacerles saber lo que esto significa y que tenemos tiempo para escucharlos. Ellos se sentirán extraños al principio, pero con el tiempo estarán agradecidos.
2. Sea intencional. Poca gente pedirá que sea escuchada. Nosotros debemos no solamente pedir que se nos escuche sino ofrecer apoyo a otros. Obviamente, esto significa que debemos ser buenos oidores, buenos observadores, ir a juntas donde se comparte y se ora para saber que está pasando en la vida de la gente.
3. Este disponible. El desahogarse no puede suceder en un receso; necesita tener tiempo planeado y suficiente. Debemos comunicarle a la gente que no estamos ocupados y que podemos pasar tiempo con ellos.
4. Conozca el significado de desahogarse. No es oír tu historia para que entonces usted me escuche. No es escuchar ilustraciones que se puedan usar más adelante, no es escuchar para dar un consejo, animar, corregir, evaluar. Su propósito principal es permitir al que comparte que se escuche a sí mismo, procesar lo que ha pasado en presencia de gente que se interesa por el otro, debe hacerse en un lugar seguro.
5. Esté consciente del costo y dividendos. Esto toma tiempo, iniciativa, expectativa e interés. Puede ser muy agotador darnos de lleno a alguien por una o dos horas. Pero podemos llegar a aprender a hacerlo y así se obtienen altos dividendos.
6. Desahóguese lo más pronto posible después del evento. El hecho se recordará por un tiempo, pero los sentimientos se olvidan o varían más rápidamente y estos son los que de manera especial necesitan ser procesados.
Habilidades efectivas del aconsejamiento en el proceso del deshago.
1. Construya confianza. Construir una reputación de ser muy escrupuloso con el compromiso de confidencialidad, integridad y confianza.
2. Sea objetivo y no defensivo, aun cuando la experiencia compartida sea negativa.
3. Siéntase bien con los conflictos, sentimientos negativos, dolor, lágrimas y silencio.
4. Provoque apertura y vulnerabilidad a través de modelar y dar respuestas apropiadas.
5. Esté alerta a claves verbales y no verbales e interprételas con cuidado.
6. Ayude a la persona a entender, interpretar objetivamente e integrarlo a la experiencia. Esto provee la oportunidad de máximo crecimiento y la resolución de sentimientos negativos, si fuere necesario.
7. Identifique qué es importante, qué es superficial y sepa qué hacer con ambas cosas.
8. Hable sobre sentimientos, actitudes y otras reacciones. Esto se logra no solo con preguntas directas, sino sabiendo utilizar el silencio, compartir experiencias sobre uno mismo, comentarios apropiados, empatía y/o confrontación.
9. Sensible y apropiadamente utilice principios bíblicos en este proceso. Ayúdele para que aprenda y aplique la verdad bíblica práctica.
10. Comparta al Señor de manera apropiada. Esto se puede hacer a través de la oración, preguntando que esta haciendo el Señor en y a través de la persona, etc.
Plan general para compartir experiencias no traumáticas en momentos donde no hay crisis.
1. Procedimiento (hechos). Da la oportunidad de compartir a dónde fueron, qué hicieron y dijeron, resultados, sorpresas, dificultades, etc.
2. Proceso (sentimientos). Provee una atmósfera segura y una relación en la cual se sientan invitados y animados a compartir sentimientos. Todos los sentimientos son bienvenidos: del más alegre al más doloroso, del más alentador al más desalentador. No es valido juzgar los sentimientos en este momento.
3. Perspectiva. Provea ayuda para ver la experiencia más objetivamente, evaluar qué fue bueno y qué debería seguir practicándose; qué no fue tan bueno y qué tal vez necesite un cambio; qué hizo falta y qué se debería agregar. Ayudar a seguir adelante de una manera mejor y con mayor preparación.
4. Oración. Hacerles saber de manera activa que Dios está involucrado y en control de sus vidas.
5. Planear. En ocasiones es necesario hablar sobre lo que se hará en el futuro. No es tiempo para terminar con proyectos, pero sí para pensar sobre lo que Dios tiene para ellos en un futuro inmediato y a más largo plazo.
El desahogarse en tiempo de crisis.
Estos casos de desahogo traumático son más técnicos. Se recomienda referirlos a los profesionales con entrenamiento especializado.
“Desahogarse después de un evento de crisis debería ser obligatorio. Critical Incident Stress Debriefing define desahogarse en esas circunstancias como: “Un grupo de discusión empleando intervención en crisis y un proceso educativo dirigido a disminuir o resolver el estrés psicológico asociado con un incidente o evento traumático” (p. 60)” (Williams, p.4)
V. COMO PREVENIR EL PROBLEMA
Dice Bustamante (p3) que como parte del cuidado al misionero es necesario proveerle de constante entrenamiento y capacitación, para lo cual es necesario entre varias cosas: prepararlos para enfrentar el choque cultural y saber cómo disminuir el estrés. Se agrega al comentario Tortes, quien dice que todas las personas tienen retos y presiones que les genera estrés, el cual es una respuesta protectora dada por Dios para cualquier situación que requiera de ajuste. (Donovan 1992 citado por Tortes, p.2)
Para Tortes la conciencia de la importancia de estos factores en la vida misionera trae mucho beneficio a los propios misioneros, pues pueden entender por lo que están pasando y al mismo tiempo, sus líderes pueden tomar actitudes en el sentido de prevenir un mayor estrés. Una de las mejores formas de prevenir el estrés es la orientación. Tener conciencia de lo que vamos a vivir más adelante nos ayuda a crear condiciones para enfrentar las situaciones. (p2)
Carr recomendó en su exposición sobre el “Estrés entre Misioneros” que ellos deberán ser educados en relación a las respuestas normales al estrés y a la crisis, para que así puedan reconocer sus propios síntomas y puedan auto referirse cuando sea necesario. Y que de sus consejeros pastorales o administradores deberán escuchar que es seguro revelar sus dificultades emocionales y que recibirán una respuesta confidencial y compasiva, y no una punitiva o de sentencia. (p.51)
Miersma (1991) citado por Carr dice que “si deseamos reducir el impacto del estrés de la perdida de la inocencia y del idealismo de los misioneros, se necesita hacer mucha mas por los misioneros tanto en los niveles de la experiencia en el pre-campo, como en la del campo mismo“, al respecto Carr agrega que “si los administradores de misioneros estuvieran mejor capacitados con la habilidad de reconocer y de referir, esto en última instancia les favorecería disminuyendo el estrés.” (p.51)
Todos los autores citados recomiendan que la mejor manera de prevenir sea capacitando tanto al que aconseja como al aconsejado, para que ambos puedan reconocer los síntomas de las situaciones del estrés.
De igual manera Loss (p.1) ser refiere en forma mas concreta a “cómo se pueden encarar esos problemas” y dice que hay formas de reducir el estrés y de reducir las consecuencias negativas de la vida en circunstancias transculturales y que el paso más importante es tener conciencia de las mismas y enfrentarlas honestamente, reconociendo que se trata de algo normal.
Así que para encarar preventivamente el estrés provocado por el entorno transcultural según Loss, el misionero debe:
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Reconocer que la obra acabada de Cristo lo ha hecho eternamente aceptable para Dios.
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Tener siempre a la vista su propósito y sus objetivos.
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Eliminar la mayor cantidad posible de presiones externas por lograr un desempeño idealista.
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Tener una valoración realista de sus capacidades.
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Ayudar a otros incluidos los líderes y los que apoyan la obra misionera, a lograr lo mismo.
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Se pueden dar otros pasos de “sentido común” para minimizar el estrés. Se debería procurar no tener hijos dentro de un período de un año antes hasta dos años después de la fecha de ingreso en la situación transcultural. Est
o evitará que se agregue el estrés del nacimiento al de la adaptación cultural. Si no es posible, entonces deberán hacerse otros esfuerzos para compensar este acontecimiento adicional que produce mucho estrés. -
Como el nacimiento de los niños, también sería prudente evitar un casamiento durante el mismo período.
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Se debe arreglar lo antes posible un alojamiento permanente adecuado, para asegurar rápidamente algo parecido a la estabilidad. Esto ayudará a la esposa, especialmente a establecerse y le evitará una innecesaria incertidumbre mientras espera que suda una vivienda adecuada.
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Toda organización misionera debería tener alguien que sea responsable del bienestar de los obreros nuevos. Que los escuche y que comprenda las luchas de los nuevos misioneros.
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Es prudente que el nuevo obrero tenga algo de experiencia en el ministerio que tiene asignado antes de intentarlo en la nueva cultura. Los maestros de escuela deberían haber enseñado por lo menos un año en su propio país, preferiblemente más. Los que aspiran a ser fundadores de iglesias deberían ser aprendices en algún ministerio de apertura de iglesias en su país de origen. El campo misionero no es el lugar preferido de aprender como hacer el ministerio.
Estos son algunos de los pasos que se pueden dar para mantener el estrés al mínimo al menos durante el primer año de campo misional.
El reducir el estrés y reducir las consecuencias negativas de la vida en circunstancias transculturales, según el mismo Loss, requiere de dar un paso muy importante: tener conciencia de las mismas y enfrentarlas honestamente, reconociendo que se trata de algo normal que experimenta toda la gente, espiritualmente débil o no.
VI. CONCLUSIONES
El aconsejamiento cristiano para el misionero esta fundamentado en la palabra de Dios por lo tanto es Bíblico.
La situación transcultural supone una tensión física y síquica muy alta, y esta tensión produce síntomas como la fatiga, enfermedades frecuentes e inestabilidad emocional, lo cual resulta en una disminución de la efectividad del misionero en el campo.
El estrés no es ni bueno ni es malo pero nos exige a ser eficientes y creativos. Pero si se experimenta excesivamente puede iniciar un proceso de degeneración emocional, sicológica, f᠑sica e incluso espiritual. Esto se ha sido comprobado por muchas investigaciones, especialmente relacionados con los cambios de vida transcultural.
La mejor manera de prevenir el problema del estrés es capacitando y orientando sobre sus causas, sus consecuencias pero también se puede reducir con actitudes y actividades adecuadas de parte de los misioneros aconsejados.
Una amplia comprensión del consejero cristiano al aconsejar sobre esta temática, va a contribuir enormemente a proporcionarle una adecuada consejería al misionero y por ende la Iglesia de Cristo estará cumpliendo con la comisión de establecer Su Reino donde no lo conocen. Amen.
VII. ANEXOS
Choque Transcultural. La vida misionera en un contexto cultural diferente.
Mario Loss encontró en su investigación que el 73% de los misioneros con 10 o menos años de experiencia en el campo (N=113) denotaron problemas de autodeterminación como resultado de baja ausencia en contextualización y encarnación. (Loss, p15)
El argumento es una baja autoestima y síntomas de estrés asociados con la situación cultural, están estrechamente relacionados con el abandono de los misioneros y en una eficiencia limitada.
Basados en la experiencia en el campo y la investigación, Loss estima que 1 de cada 4 misioneros se desenvuelven en niveles satisfactorios equivalentes a sus propias culturas, 2 de los 3 restantes cojean reduciendo la eficiencia, mientras que el 4 deja por completo el campo.
Mientras estas estadísticas negativas podrían ser exageradas, cualquier elemento verídico es un problema serio para las empresas misioneras.
Una herramienta práctica que el consejero cristiano puede usar para medir el estrés de su aconsejado puede ser consultada y ubicada en el libro de Mario Loss.
“Choque Transcultural COMIBAN Internacional.”
1ra. Edición Editorial horizontes, 1996. Consultar ahí:
TABLAS 1, paginas 32 y 33 y
Capitulo 5, Nivel total de estrés, páginas 87 y 88
VIII. BIBLIOGRAFIA
D. Taylor, Guillermo. Demasiado valioso para que se pierda. Alianza Evangélica Mundial (WEF), Estados Unidos de América, 1997.
Loss, Mario. Choque Transcultural COMIBAN Internacional. 1ra. Edición Editorial horizontes, 1996
Greenway, Roger S. Vayan y hagan discípulos, IINDEF, San José, Costa Rica. 2002
Williams, Ken Como manejar bien el proceso de duelo, El Cuidado Integral, Compendio II Asamblea COMIBAN, El Salvador, 2003.
Cuidado del misionero transcultural, Gloria Bustamante Zamora, 2003
(http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/CMT.htm)
Cuidado integral del misionero, Marcia Tostes, Misión Antioquia, Brasil
(http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/CIM.htm)
Desahogo en el campo misionero, Laura Mae Gardner, Howie Bowman, Ken Williams, 1995
(http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/DCM.htm)
El Cuidado Integral del Misionero, por Mario Loss
(http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/ECIM.htm)
El Alto Estrés y sus Consecuencias en los Misioneros, Nota extractada por Mario Loss
(http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/AEYCM.htm)
Indicadores Personales del Estrés, Instituto Misionero de la Salud, Glenn C. Taylor, 1991
(http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/IPE.htm)
Trauma Y Desorden de Estrés Post-traumático Entre Misioneros, Cómo Reconocerlo, Prevenirlo y Tratarlo,
Dra. Karen Carr (http://www.comibam.org/depart/cuidadopas/TDE.htm)
Lección No. 11 Pastoreando a los candidatos y a los misioneros.
(www.intitutoalma,org/corazon y vida/mis-L11.htm)
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