La Visión “Especial” de César Castellanos
César Castellanos, el líder de la Misión Carismática Internacional, o del movimiento conocido por el nombre de G12, reclama que en 1991 tuvo un encuentro personal con Dios en el cual éste le reveló “el concepto más efectivo para la multiplicación de la iglesia: Los doce”:
“Sentí mi espíritu desprendiéndose de mi cuerpo. Luché; pero una fuerza invisible manejaba mi alma. Estando en uno de mis prolongados períodos de oración, pidiendo dirección de Dios para algunas decisiones, clamando por una estrategia que ayudase a la fructificación de las setenta células que teníamos hasta entonces, recibí la extraordinaria revelación del modelo de los doce. Dios me sacó el velo. Fue entonces que tuve la claridad del modelo que ahora revoluciona el mundo en cuanto al concepto más eficaz para la multiplicación de la iglesia: los doce. En esta ocasión, escuché al Señor diciéndome: Vas a reproducir la visión que te he dado en doce hombres, y estos deben hacerlo en otros doce, y estos, a su vez, en otros! Cuando Dios me mostró la proyección de crecimiento, me maravillé”. [1]
“Recibí la revelación”, “Escuché al Señor diciéndome”, “Dios me mostró”. ¿No hemos escuchado cosas similares antes? ¡Claro que sí! Parece que últimamente todo el mundo usa la autoridad de Dios para justificar cualquier cosa. El Señor Castellanos ha tenido, según él, una revelación especial. El cristianismo de hoy en día, sobrepoblado por pigmeos doctrinales, ha desarrollado una dependencia enfermiza de la revelación privada, y esta dependencia ha sido siempre la madre de todas las herejías.
Leamos más del puño y letra de Castellanos:
“Se puede decir que un pastor que no entre en esta dimensión (la estrategia del G12), está matando el progreso del evangelio en su área [2]… todo pastor debe cambiar su tradicional manera de pensar, romper los modelos y entrar en la visión celular; si un pastor cambia, el milagro ya está hecho, pues de esta manera podrá influenciar en toda su comunidad [3].
Castellanos compele a los líderes cristianos, mediante intimidación subrepticia, a abandonar lo que han estado haciendo hasta ahora y entregarse a lo nuevo que él propone. ¿Con qué autoridad lo hace? Con la clásica afirmación “el Señor me lo dijo”. No es la primera vez que alguien nos anuncia “algo nuevo” de parte de Dios. Cuando oímos cosas como éstas, nuestra respuesta siempre debe ser, ¿Algo nuevo? ¿Y a nosotros qué nos importa? Así como lo oye, amigo lector, ¿qué nos importa? Esta es la respuesta bíblica adecuada, la Palabra de Dios la respalda.
El conocido apologista cristiano Greg Koukl, escribe respecto al tema brillantemente en su artículo New Movement of the Spirit – So what? [4], y nosotros nos permitimos seguir su razonamiento aplicándolo flexiblemente al fenómeno del G12. Sigamos su planteo.
En su última carta, antes de morir, Pablo escribe con la finalidad de pasarle la antorcha a Timoteo. En ella le dice que guarde lo que ha oído de él, que sostenga la marcha y que persista en las mismas cosas que ha aprendido. Le anuncia que vendrán tiempos en que la gente no querrá escuchar la sana doctrina, sino que pondrán atención a maestros que les harán cosquillas en las orejas, y se alejarán de la verdad para escuchar mentiras.
En otras palabras: “Timoteo, van a llegar tiempos en los que cosas extrañas van a ocurrir en la iglesia”. Ahora, ¿qué hacer cuando esto suceda? ¿Cuál es el antídoto? Respuesta: “Pero tú persiste en lo que has aprendido y te persuadiste sabiendo de quién has aprendido” (2 Ti. 3:14). Pablo continúa luego diciendo que toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, redarguir, corregir e instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea completamente equipado para toda buena obra.
¿Cuál es la solución de Pablo para cuando estas cosas ocurran?: “Timoteo, continúa firme en el volante. No te preocupes si parece que te quedas rezagado con las ‘nuevas cosas’ o ‘las visiones especiales’, o con el ‘nuevo modelo o estrategia’. Timoteo, tú continúa en lo que ya has aprendido.”
¿Cuáles son las cosas que Timoteo ya ha aprendido? A los colosenses Pablo les dice que se vistan del hombre nuevo, que permanezcan unidos en amor, no para tolerar cualquier tipo de doctrina, sino para alcanzar las riquezas del pleno entendimiento de Dios y de Cristo. Lo mismo escribe Pedro en 2 P. 1:3: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante …” ¿Mediante
qué? ¿Una nueva visión? ¿Una nueva revelación de Dios? ¡NO! Mediante “el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”. 1 Juan 2:9 nos dice que la nueva luz ya nos alumbra.
Aquí está el punto: Pablo le dice a Timoteo que continúe en las cosas que ya ha aprendido, dar frutos, ser productivo, estar equipado para toda buena obra. Todo eso ya ha sido revelado. Otra forma de ponerlo: lo viejo todavía es bueno. Por eso es que hoy le decimos, amigo lector, que si algo es nuevo, manténgase alejado porque es la única forma de protegerse.
Efesios 4:14 nos manda a no ser llevados por cualquier viento de doctrina que las estratagemas de los hombres nos pongan por delante. Claro que alguien puede decirnos: “¿Está usted diciendo que si algo es nuevo es una estratagema de hombres?” A esto respondemos que ni siquiera tenemos que contestar a esa pregunta. Simplemente no tenemos porque ser arrastrados por las cosas nuevas porque las cosas viejas son aún válidas. ¿Cómo sabemos esto? Porque Dios lo dice.
Ahora, la clásica contraofensiva de muchos falsos maestros es decir que nos estamos oponiendo a Dios. La realidad es que no podemos oponernos a Dios cuando continuamos en lo que ya hemos aprendido, en lo que Dios ha revelado, ese es el punto.
¿Le habló Dios a Castellanos? Difícilmente. Pero en realidad no tenemos ni siquiera que preocuparnos por averiguarlo. ¿Para qué? Dios no puede molestarse si ya estamos haciendo lo que El ya ha revelado, por lo tanto, no se complique la vida.
Es perfectamente posible ser completamente fiel a Dios, totalmente efectivo en su ministerio, no importando los números (a Cristo nunca le importaron), fructífero como obrero de Cristo, sin participar para nada en la nueva “onda” de las células de 12 o en los “Encuentros” del G12.
Ahora, si usted como líder u obrero de Cristo decide subirse al autobús de César Castellanos porque no le satisface lo que Dios ha revelado en la Escritura, es libre de hacerlo. Nosotros no viajamos con usted; aun tenemos las manos llenas (y apenas podemos) con las instrucciones que Jesús y sus apóstoles nos dejaron. Recordemos que la Escritura fue dada por el poder del Espíritu Santo, y que en ninguna parte se nos dice que debemos mirar hacia el futuro para ser obedientes a un nuevo movimiento, o una nueva estrategia que será revelada más adelante.
Por el contrario, se nos instruye para que seamos fieles a lo que nos fue dado. Eso es lo que Pablo le dice a Timoteo, “Haz eso, sé fiel, guarda el evangelio”, dijo el apóstol ya pronto a morir. Reiteramos, en lo que tiene que ver con cosas nuevas o diferentes que supuestamente Dios ha revelado, muchas gracias, no las necesitamos. Estamos muy ocupados con los mandamientos de Jesús, y usted también debería de estarlo. Usted no necesita “lo nuevo”, lo antiguo es suficientemente bueno todavía. Lo ha sido por dos mil años y lo seguirá siendo por los siguientes dos mil.
César Castellanos tendrá un Dios que modifica lo que hizo antes, que cambia de ideas y de estrategias como un técnico de fútbol. Lamentablemente, muchos siguen a Castellanos. ¡Con razón la Iglesia camina hoy en arenas movedizas! Gracias a Dios porque su gracia es suficiente para conservar su verdadera iglesia intacta, a pesar de los tiempos. Uno puede no estar seguro de los nuevos vientos que soplan, pero sí puede estar seguro de los sesenta y seis libros y sus instrucciones. Eso es suficiente para seguir creciendo.
Señor César Castellanos, sepa que no necesitamos su nueva estrategia y que, además, es bueno decirle que la Escritura condena a aquellos que reclaman tener una conexión especial con Dios:
No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan… hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová… profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé… He aquí dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos… y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras, yo nos los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a mi pueblo, dice Jehová. (Jeremías 23:16, 25, 32)
No permitan que los prive del premio nadie a quien le encanta fingir humildad y adorar a los ángeles. El tal hace alarde de lo que ha visto, y su mente natural le hincha de vanidad. (Colosenses 2:18)
La versión Renaissance del Nuevo Testamento (en inglés) lee el anterior versículo de la siguiente manera:
No dejen que ningún árbitro autonombrado los d
escalifique por humildad fingida y adoración a los ángeles, racionalizando sobre visiones que ha tenido, porque está hinchado con teorías estúpidas que tienen como origen su depravada naturaleza.
En lugar de estar orgulloso de sus revelaciones privadas, César Castellanos debería estar avergonzado. Y sus seguidores necesitan escudriñar las Escrituras en lugar de seguir las revelaciones erradas de su pretendido visionario moderno. <>
1. César Castellanos, Sueña y ganarás del mundo (Bogotá: Vilit Editorial, 1998, p. 68.
2. Ibid, p 168.
3. Ibid, p. 169.
4. New Movement of the Spirit – So what? Greg Koukl
http://www.str.org/site/News2?page=NewsArticle&id=5467
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