El Peligro del Ocultismo
Hace ya nueve años, o diría mejor, tan solo nueve años que conocí al Señor Jesús. Quizás este testimonio pueda servir a alguien, no le sé. Pero si alguien esta pasando por alguna situación parecida, que sepa que siempre hay una salida para el que se acerca a Cristo.
Ya desde la tierna infancia me abstraía de mi entorno y me encerraba en mi mundo particular convirtiéndome poco a poco en un niño introvertido, atormentado con fuertes pesadillas nocturnas y temores de todo tipo. Recuerdo que era rara la noche en la cual podía dormir sin temor y sin experimentar presencias amenazadoras a mí alrededor. Poco a poco iba creciendo en mi una morbosa fascinación por todo lo oculto y sobrenatural, de tal manera que, con ocho o nueve años, comencé a leer libros relacionados con el ocultismo y referentes a doctrinas orientales, a la vez que comenzaba a realizar pequeñas practicas espiritistas en la intimidad.
En mi adolescencia, me uní a un grupo de jóvenes, con los cuales me fui adentrando todavía mas en todo lo sobrenatural, a la vez que practicábamos diversas experiencias relacionadas con el ocultismo, desde espiritismo hasta adivinación, pasando por todo lo referente al fenómeno OVNI y los supuestos extraterrestres. Incluso llegue a tener una presunta entidad extraterrestre en mi “imaginación” a la cual le hacia preguntas.
Con todo ello la depresión iba tomando dominio sobre mi mente. Comencé a tener ideas autodestructivas, de tal manera que casi no me podía asomar a una ventana ya que me venían ideas de lanzarme al vacío. Todo ello sin razón aparente alguna ya que nunca me había faltado el cariño de la familia e incluso desde los 18 anos tenia trabajo fijo. Mi deseo de conocimiento por todo lo oculto fue creciendo y me adentre totalmente en el terreno de la adivinación, especialmente en la astrología, a la cual le rendía culto y dedicación plena del tal manera que mis decisiones en la vida eran tomadas dependiendo del calculo de mis predicciones, las cuales se extendían también a las personas de mi entorno. Llegue realmente a estar “enganchando” a la Astrología. Es triste pensar en cuantas personas están aferradas a lo que un vidente les predice y en cambio los creyentes en ocasiones no hacemos caso de lo que el Espíritu Santo no dice para guiarnos en la vida.
Mientras todo ello sucedía en mi vida, conocí a la que luego seria mi esposa, Conchi, la cual por suerte no estaba interesada por el Ocultismo, aunque poco a poco la intente “adoctrinar” en todo tipo de filosofía, enseñanza, o doctrina extraña relacionada con mi mundo particular. Mis aficiones a todos estos temas en vez de menguar aumentaron. Una vez casados, Conchi comenzó por primera vez en su vida a tener pesadillas las cuales en ocasiones eran idénticas a las que yo tenía. Y es que el matrimonio a nivel espiritual tiene vínculos invisibles que no podemos comprender plenamente. Recuerdo que en ocasiones nos despertábamos al mismo tiempo, en la madrugada, sintiendo a nuestro alrededor una presencia demoníaca de manera que parecíamos dos niños atemorizados en vez de dos adultos que se acercaban a los 25 años. Por aquel tiempo sucedió un trágico suceso en la vida de mi esposa que vino a romper más nuestra estabilidad emocional: el suicidio de su padre.
Mis depresiones iban aumentando. Recuerdo que sin razón aparente me iba a una habitación y después de tumbarme en el suelo, a oscuras, comenzaba a vagar con mi mente por extraños mundos de manera que incluso creía poder comunicarme con personas fallecidas (como mi suegro). A pesar de lo que pudiera parecer, nuestra vida sentimental y económica no sufría de tales problemas.
Los meses fueron pasando hasta llegar a finales de 1987, y fue entonces cuando sucedió un hecho que cambio muestras vidas.
Todo comenzó un sábado, en casa de mi suegra. Teníamos bastante relación con un familiar de mi mujer que también creía en todo lo oculto y sobrenatural, y sucedió ese día que vimos al citado familiar manifestarse durante varias horas en distintas voces a la suya, desde voces recias de hombre a dulces voces de niña, al mismo tiempo que su cuerpo se movía en extrañas convulsiones con cambios frecuentes de expresión en la cara, desde la dulzura al más cruel y amenazante semblante. Mi esposa (la cual trabaja en un hospital), le hizo varias pruebas para ver si se trataba de una embolia o de epilepsia y comprobó que no era nada de eso. Llegados a este punto creo que podéis comprender perfectamente de que se trataba, y más aun cuando varios anos mas tarde fue liberada de esa entidad demoníaca que había en su interior.
Después de todo este “espectáculo” y sumado a todo lo que llevábamos encima, nuestras mentes estaban cegadas por el miedo y por el terror, al igual que sí una negra nube de tormenta se acercase sobre nuestras vidas para acabar con nosotros. Presentíamos que algo podía entrar en cualquier momento en nuestro interior. Pero Dios no esta lejos de los que le buscan y necesitan ayuda. Comenzamos a pensar que no había persona humana que nos pudiese ayudar, ya que aunque emocionalmente estábamos rotos, sabíamos que no se trataba de un problema psicológico, sino espiritual. Y también comenzamos a reflexionar que todo el mundo oculto y sobrenatural que habíamos experimentado era negativo, y que sin algo podía haber positivo en el mundo ese debía ser Dios. Fue en ese momento cuando el Señor nos guió a hablar con una persona que sabíamos que era de una religión distinta a la Católica y que habíamos notado en alguna ocasión que habíamos hablado con ella, que en su interior había paz espiritual. No sabíamos mucho más de lo que creía ni de lo que practicaba. Es curioso pensar como Dios guía los caminos de las personas y de lo importante que es nuestro comportamiento y reflejar la paz que el Señor no da, mas que las palabras que no van acompañadas de tales frutos.
Confiamos ciegamente en esta persona y en su marido, concretamente Rosamari López y Pablo Simarro (no creo que les moleste incluir sus nombres), y ellos nos aseguraron que a pesar de lo que creíamos, a partir de esa noche íbamos a dormir tranquilos ya que Dios ya estaba actuando en nuestras vidas, como así sucedió. Al día siguiente nos reunimos con ellos y les preguntamos sobre como ser libres de todos lo males que poblaban nuestras vidas y nos dijeron que solo seriamos libres si entregábamos nuestras vidas a Cristo para que el hiciera morada en nosotros y así n
os protegiera de todo mal. Así lo hicimos y para sorpresa de nuestras vidas (somos muy analíticos), todos nuestros temores, pesadillas y depresiones desaparecieron “misteriosamente” (con este calificativo lo describíamos).
Al cabo de unos días de tranquilidad, volvió a presentarse a mí alrededor una presencia amenazadora, a la cual me enfrente con la confianza puesta en el Señor Jesucristo, después de que Conchi me leyera el versículo 5 de Salmos 37: “ Encomienda a Jehová tu camino y confía en el y el hará”. Me puse a rechazar esa “presencia” y en el nombre de Jesús le dije que me dejara en paz, que yo pertenecía a Cristo. A partir de entonces desapareció de mi vida esa “pestilencia que anda en la oscuridad”. En nuestro interior se halla un Castillo Fuerte el cual no puede ser echado abajo.
Si alguien esta pasando por problemas parecidos a los míos, solo te digo: confía en el Señor, es la única forma de salir de ese mundo de oscuridad. Si has logrado salir, quiero darte un consejo: persevera hasta el fin. Confía en el Señor Jesucristo. NO HAY OTRO CAMINO.
El Ocultismo
por Dennis Swick
La palabra oculto sé deriva del latín “ocultus”, y significa escondido, secreto, misterioso. En general este término se refiere a los estudios secretos como la magia, la teosofía, la alquimia, el espiritismo, las sociedades secretas, la percepción extrasensorial y los poderes sobrenaturales. Existen esfuerzos científicos para explicar lo que es científicamente inexplicable: la parapsicología.
El mundo del ocultismo es real. Hay un poder detrás de todo ello. Este poder se llama Satanás. En Apocalipsis 2:24 habla de los que han conocido “las profundidades de Satanás”. Pero también existe un mundo de fraude, de personas que se aprovechan de los temores de otros para hacer mucho dinero. (Para mas información consulta el libro Fraudes Paranormales por James Randi; Susaeta Ediciones, 1994).
Hay muchas personas, especialmente los jóvenes, que se meten en el ocultismo por la curiosidad o porque piensan que es algo divertido. Pero con el tiempo se encuentran con síntomas de angustia, depresiones, perversiones sexuales, falta de control, ira suicidio, pesadillas y temores.
La Biblia condena la practica del ocultismo. Esto se ve en Deuteronomio 18:10-13. Nadie debe consultar a los magos ni divinos como dice en Levítico 20:6-8; Isaías 8:19-22, 2 Reyes 17:17. El Rey Saúl murió por consultar una hechicera (1 Crónicas 10:13-14).
La única forma de ser librados de ese poder es creer en Jesús, entregando su vida a el para que el haga morada en Usted. Satanás no tiene poder sobre estos (Efesios 6:10-13).
Juan José Escudero Torrecilla era miembro de la Iglesia Evangélica Bautista de Lérida, España.
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