Liderazgo Multiplicador
El “liderazgo multiplicador” en la siembra de nuevas iglesias está basada en principios, no en un modelo de iglesia determinado. ¡¡Eso quiere decir que la estrategia y estructura de este plan es transferible!!
Es 100% bíblico siguiendo un proceso cíclico, un proceso que no se sostiene ni en viejas tradiciones, ni en personalidades, ni en finanzas, ni en edificios. Es además un proceso continuo, dando la certeza que lo que comienza bien va a terminar bien.
“Y aquel que comenzó en vosotros la buena obra
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” (Filp.1.6)
El proceso es sencillo. Primero se comienza con: Formar el núcleo de la membresía (los que se van salvando). SE TRATA DE EDIFICAR PERSONAS, Y NO PROGRAMAS. Este compromiso es el primer paso. Este grupo se va formando a través de eventos – no religiosos-comunitarios, de acuerdo al entorno en que se vive.
La primera etapa demanda mucha oración, visión e investigación. EL PASTOR COMIENZA CON UN ESTUDIO BIBLICO EN SU CASA. El pastor plantador se beneficia del estudio de Nehemías (Antiguo Testamento), el pastor iniciador investiga la demografía, factores sociales, culturales y religiosos del lugar donde está contemplando iniciar la nueva Iglesia.
Los métodos cambian. El mensaje nunca cambia (no se comprometa la esencia de la doctrina bíblica). El pastor entonces formula su estrategia: asimila la cultura del contexto en que se va a plantar la nueva iglesia: encarna el evangelio literalmente.
Su estrategia define:
1) El grupo que va alcanzar,
2) Retrata descriptivamente al grupo de enfoque- campesino, de la clase obrera, artesanal, profesional, ect.; de la clase alta, de la clase media, de la clase baja, ect.
3) El trasfondo religioso del grupo de enfoqué, cultural, le gusta el deporte,
4) Qué clase de música folklórica, y otros elementos por el estilo – resultados de la investigación a la que dedicó tanto tiempo.
Segunda etapa. De crecimiento espiritual-madurez, descubrimiento del potencial de los nuevos creyentes, de sus dones espirituales, desarrollo de sus nuevos hábitos espirituales, producir el fruto del Espíritu (evidenciarlo). Esta etapa llevará de 4-6 semanas.
La Tercera etapa es la etapa del ministerio. En esta etapa el líder ministra en tres direcciones: llenando necesidades espirituales, físicas y emocionales. El líder es evaluado por su mentor – para estimularle y motivarlo a continuar. Cada mes hay una evaluación; cada tres meses hay un retiro de capacitación-actualización.
La nueva iglesia cuenta con un centro de reclutamiento, capacitación y colocación de los nuevos ministros que son ubicados – no por votación sino por vocación, basados en el principio de que es Dios quien llama, es el Espíritu quien reparte dones y es el Señor Jesucristo Él que autoriza.
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”
“Y recibiréis poder
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo….” (Hechos 1.8)
Entonces se libera al “laico” de ocupar un asiento en la iglesia. Desaparece el cuello de botella. Al ministro, o líder laico, no se le controla – mas bien se le motiva que desarrolle todo su potencial. ¡¡Casa creyente ha sido llamado al ministerio!!
La cuarta etapa es la de “Misión”. Cada ministro ha descubierto su forma única. Nadie es copia el carbón de nadie. Cada ministerio es singular. Cada uno cumple su misión de vida: trabajando en equipo para ALCANZAR, CAPACITAR Y ENVIAR… ALCANZAR CAPACITAR, Y ENVIAR.
En esta etapa el movimiento es continuo, TEORICO-PRACTICO. Surgen nuevos ministerios dentro de la Iglesia: ministerio a los solteros, ministerio a las mujeres madres solteras, ministerio a la cárcel, ministerio infantil pro-niños de la calle, ministerio de visitación de viudas.
Ocurre una explosión. Hay toda clase de esfuerzos evangelísticos, grupos pequeños, grupos de recuperación, y el Señor recibe toda la gloria y toda la honra. ¡¡Y sin edificio!! Al crecer, la iglesia se reúne en las casas y rentan lugares públicos una vez a la semana para celebrar la cosecha de la semana (después de todo Jesús mismo no construyó ningún otro templo que su cuerpo resucitado). El primer templo, según la historia, se construyó hasta casi 400 años D.C.
Israel Tapia es Pastor y un Profesor de IGL105 en el Instituto InterGlobal.
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