Calentamiento Global
Otro Cuento, otra distracción, el mismo Rick Warren
“Líderes cristianos hispanos toman acción para mejorar la situación del calentamiento global”, anuncia la noticia fechada el 24 de junio del corriente. Una organización evangélica hispana llamada Esperanza parece haberse unido a la Iniciativa Climática Evangélica (ECI, por su siglas en inglés) a los efectos de dar respuesta al problema del cambio climático.
Esperanza es dirigida por un tal Reverendo Luis Cortés Jr. y de acuerdo con el cable, la organización es la red evangélica más grande de los Estados Unidos. Siempre es bueno aprender cosas nuevas, confieso mi ignorancia. Fui inmediatamente a la página del Rvdo. Cortés (me molesta el título ya que técnicamente sólo hay un Reverendo, y ese es Dios), www.esperanza.us, y una simple revisación fue suficiente para olfatear el tufito liberal. Recorrí las diferentes secciones de la página y no pude encontrar el nombre de Jesucristo por ningún lado. Si el amigo lector lo encuentra, favor de comunicármelo a mi e-mail al pie de página.
La Iniciativa Climática Evangélica (ECI) ya es otra historia, a estos sí los conozco. La “iniciativa” fue lanzada en Febrero del 2006 con la firma de 86 líderes evangélicos (“evangélico” es un título muy abusado últimamente), entre ellos el inefable Rick Warren, el editor de Christianity Today, David Neff, y los presidentes de 39 seminarios supuestamente cristianos. De todos ellos, Warren es el más popular. Rick y su pandilla han salpicado la ECI con varios textos-prueba de la Biblia (fuera de contexto, como es costumbre de Warren) para justificar su causa. Hay un solo problema, no existe tal cosa como el calentamiento global. Todo el asunto no es más que una reciclada agenda política de izquierda que ha infiltrado las ingenuas tiendas evangélicas. Se trata del intento de usar lo que se llama ciencia-chatarra para infundir miedo a las masas y obtener fondos de los gobiernos para crear toda una burocracia de parásitos. Por la plata baila el mono.
“Este es el momento de actuar”, dijo el Rvdo. Luis Cortés Jr., “Como cristianos, estamos llamados a cuidar de la creación de Dios y la buena noticia es que existen soluciones que nos pueden ayudar a hacer la diferencia por el bien de las futuras generaciones”. ¡Bravo Luis Cortés! Usted se ha tragado el mito del calentamiento global, y si no es así, me reservo el derecho de cuestionar sus intenciones. La temperatura de nuestro planeta sólo ha aumentado 2 o 3 grados en los últimos 100 años y no uniformemente, sino en algunas regiones. ¿Es esto una crisis? Noooo, sobre todo cuando tenemos en cuenta que a fines del siglo 19 los instrumentos tecnológicos para medir las temperaturas del planeta no eran necesariamente exactos. ¡Aaahhh, pero Rick Warren está a la cabeza de esta campaña! ¿No es eso bueno? El ícono evangélico dando el ejemplo. Perdón, ¿es Rick Warren el mismo que el año pasado anunció que iba a solucionar el problema del hambre? ¿Lo hizo? ¿Y su campaña contra el SIDA? ¿Alguien sabe los resultados? Y últimamente, como el dinero es lo que sobra en la iglesia con propósitos de sobra, ¿por qué no ayudar a fundar y financiar la ECI?
El cable de noticiascristianas.com lee: “El calentamiento global es un problema real que está afectando al mundo gravemente. Los expertos dicen que la contaminación producida por quemar combustibles fósiles está creando un desbalance ecológico, razón detrás de los fuertes huracanes, tormentas e inundaciones que se están convirtiendo en algo muy común cada día”. Al parecer, Noticias Cristianas da por seguro que existe el calentamiento global. ¿Lo cree usted? La verdad es que científicos de reputación y honestos (esto último una rareza en estos días) nos dicen que los polos no se están derritiendo como una barra de hielo en el horno, la capa de ozono cerró el famoso “agujero”, el planeta no tiene fiebre, y las zonas del globo donde se han cortado muchos árboles en realidad se han enfriado, no calentado. Lo que Warren y Co. parecen olvidar es que los cambios climáticos son creados primordialmente por cierta esporádica actividad solar. Quisiera saber cómo van a tratar con eso.
Rick Warren y su pandilla de liberales (doctrinal y políticamente) han decidido salvar el planeta. En el caso de Warren no podía ser de otra manera. El pastor de Saddleback exhorta a sus seguidores a ignorar la profecía bíblica y dirigir sus esfuerzos para establecer un programa social (P.E.A.C.E. Plan) que hará del planeta un mejor lugar para todos. Su teología requiere que los hombres establezcan el reino de Dios en la tierra antes que Jesús retorne. Este reino depende del esfuerzo humano, no de Dios. Es por ello que Warren ha dicho, “Si ustedes quieren que Jesús vuelva más pronto, enfóquense en completar su misión, no en tratar de entender la profecía” (Rick Warren, The Purpose Driven Life, p. 286).
Su enseñanza se asemeja demasiado a lo que la Nueva Era proclama acerca de los tiempos finales, o sea que los acontecimientos de Apocalipsis no tienen por qué suceder si un suficiente número de gente se une, conciente de su unidad con Dios, y se esfuerza por lograr la paz mundial. En el mes de abril del 2005, Warren dijo ante 25.000 personas en el estadio de Anaheim (Sur de California): “Yo veo un estadio lleno de gente que le están diciendo a Dios que ellos harán lo que sea necesario para establecer el Reino de Dios en la tierra”
(http://www.biblicalrecorder.org/content/news/2005/4_19_2005/ne190405rick.shtml)
Hablando de hacer lo que sea necesario, pienso que Warren y sus lisonjeros, quienes dicen que la acumulación de gases con efecto “invernadero” (greenhouse effect) es producto de la actividad humana solamente, deberían ajustar su estilo de vida para predicar con el ejemplo. Para empezar, deberían usar automóviles eléctricos, no viajar en avión, y reacondicionar todas sus viviendas para que sean ambientalmente compatibles y libres de todo combustible y energía producida por el hombre. No proponemos que estos individuos viajen a caballo o en burro, porque el estiér
col (el de los animales por supuesto) produce gas metano, una seria amenaza para la atmósfera, la existencia de la capa de ozono y el derretimiento de los glaciares árticos. Así que no tendremos el gusto de conocer “un caballo con propósito”. Lo cierto es que no conocemos ninguno de estos ecologistas de salón (o escritorio) que se destaque por dar el ejemplo. ¿No es la hipocresía un pecado?
Es triste ver como los evangélicos hispanos son arrastrados hacia la idea de que las medidas de gobierno y la acción internacional son necesarias para prevenir una amenaza inexistente. Si se llaman evangélicos deben creer en la Palabra de Dios. ¿Por qué seguir los pasos de un Al Gore que dice que el mundo corre el peligro de ser inundado? Acaso Dios no prometió que jamás destruiría el mundo otra vez por medio de las aguas globales? Si tiene dudas, lea el capítulo 9 del libro de Génesis. ¿Acaso los líderes evangélicos no pueden ver esto? ¿Qué Biblia leen? Al decir de Joseph Farah, ¡por supuesto que hay consecuencias por nuestras acciones aquí en este planeta, pero la producción de dióxido de carbono no es un pecado! El CO2 no es un contaminante, es un gas natural, lo mismo que el oxígeno. Dios creó el CO2 y la creación de Dios produce mucho más CO2 que el hombre. (http://www.worldnetdaily.com/news/article.asp?ARTICLE_ID=58513)
Lo más lamentable en todo esto es que la prioridad del cristiano es dejada de lado. Me refiero a la predicación del evangelio. No el evangelio de Rick Warren o los liberales, sino el verdadero evangelio – Solo Cristus, Sola Fide, Sola Gracia. El embarcarnos en causas sociales y políticas, así como movimientos para salvar un planeta que no necesita ser salvado, es una distracción. Los que necesitan ser salvados son aquellos a los que Dios nos encargó predicar el Evangelio. El peligro no es el calentamiento global, sino una población mundial fría y una comunidad cristiana tibia. Dios juzgará a los fríos. ¿No fue John MacArthur el que dijo: ‘Si ustedes piensan que nosotros hemos arruinado el planeta, esperen a ver lo que Jesús hará con este lugar, un día, cuando El retorne”? Pero atención, Dios juzgará aun más severamente a los cristianos tibios (Ap. 3:15), porque a quien mucho le es revelado, mucho se le demandará, y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá (Lc. 12:48). Y a los cristianos se les ha encomendado predicar el Evangelio de Cristo por encima de otras cosas, no el evangelio del calentamiento global.
Las Escrituras enseñan que no es el hombre el que está en control del planeta. Sí tiene cierta responsabilidad sobre él, pero en última instancia el Creador y Sustentador de este planeta es Dios (Colosenses 1:16-17). Por supuesto que debemos ser buenos inquilinos. Vivamos correctamente, mantengamos los ríos y los mares libres de contaminación, pongamos la basura donde corresponde, etc., pero no nos unamos en yugo desigual con gente que lleva una agenda radicalmente opuesta a nuestra fe. <>
Deja un comentario