¿Fue la venida de Mahoma anunciada
en la Biblia?
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Eso es lo que dicen los musulmanes. En la página islámica www.islamenlínea.com, bajo el título “Muhammad en la Biblia”, encontramos el clásico pasaje del Antiguo Testamento que los apologistas del Islam usan para timar intelectualmente a aquellos que no conocen la Biblia. Se trata de Deuteronomio 18: 18-19:
“Profeta les levantaré desde en medio de sus hermanos, como tú (Moisés); y pondré mis Palabras en su boca y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.” (Dt. 18: 17-18).
La página continúa diciendo sobre este pasaje:
El Profeta de entre sus hermanos no es Jesús que salió del mismo pueblo de Israel sino Muhammad que salió de entre los Ismaelitas, hermanos de los Israelitas. El Profeta Muhammad descendió de Ismael a través de su segundo hijo Cedar , siendo esto algo que los mismos eruditos cristianos hoy admiten y reconocen, como ya mencionamos antes. El Diccionario Davis de la Biblia, de 1980, editado bajo los auspicios del Consejo de Educación Cristiana de la Iglesia Presbiteriana de EE.UU., menciona esto así como el Diccionario Smith de la Biblia también lo hace ( VER NOTA ANTERIOR ) Esta promesa de Dios hacia los creyentes implica la aparición de un Profeta de entre los hermanos de los israelíes, es decir de entre los ismaelitas, que sería “similar a Moisés “, es decir que compartiría algunas de sus características. La principal de todas es la característica de legislador, al traer una Ley revelada de parte de Dios. Moisés trajo la Torah y Muhammad la Shariah. Otros Profetas, incluido Jesús, no vinieron a traer una Ley nueva ni a cambiar nada, sino a respetar la Ley vigente. Sólo Muhammad trajo de parte de Dios una Ley renovada. Este es el principal argumento por el cual se rechaza la suposición de que el Profeta anunciado y prometido en Deuteronomio 18 sea Jesús. Los cristianos que apoyan y sostienen tal argumento deberían recapacitar primero en el hecho de que ellos no consideran a Jesús como un Profeta (sólo los musulmanes lo consideramos de tal manera); segundo, que Jesús claramente dijo venir a respetar y cumplir la Ley, no a cambiarla; tercero, que Jesús provenía del mismo tronco de los israelíes, no de sus hermanos los ismaelitas.
Analicemos ahora las falsedades afirmadas:
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El profeta de “en medio de sus hermanos” es Jesús, no Mahoma.
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La referencia a “hermanos” es una referencia a los israelitas, no a los descendientes de Ismael. Los apologistas islámicos se cuidan muy bien de que el lector no sepa que unos versículos antes, en Dt. 18:15, Moisés mismo dice anunciando la venida de Jesús: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios.” Esta es una clara referencia al pueblo judío.
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Todo el libro de Deuteronomio usa el término “hermanos” en referencia a los judíos, no a los descendientes de Ismael. Ejemplos: Dt. 17:15; 18:2.
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El pasaje siempre ha sido interpretado como un texto mesiánico, aún entre los judíos (Mt. 17:5; Mr. 9:7; Lc. 9:35).
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Pedro aplica este pasaje directamente a Jesús en Hechos 3:19 – 26.
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Jesús es quien llena todos los requisitos anunciados en el pasaje.
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Era judío (de entre sus hermanos) – Gá. 4:4
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“El hablará todo lo que yo le mande” – “…. Y que nada hago de mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo” (Jn. 8:28; 12:49).
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Jesús se llamó a sí mismo “profeta” (Lc. 13:33) y el pueblo lo llamaba “profeta” (Mt. 21:11; Lc. 7:16; 24:19; Jn. 4:19; 6:14; 7:40; 9:17).
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Siendo el Hijo de Dios, Jesús fue profeta, sacerdote (He. 7 – 10) y rey (Ap. 19-20).
7. La alusión a que Moisés trajo la Torah y Mahoma la Sharía, y que Jesús no vino a cambiar la ley, es una falacia conocida con el nombre de “falsa analogía” —- Es cierto que Cristo vino a cumplir la ley, pero la ley esclavizaba y Cristo vino a liberarnos de la ley para que podamos ser justificados por la fe, de modo que ya no estamos bajo la ley, sino que somos libres en Cristo (Gál. 4 – 5). Ahora es en Cristo que cumplimos la Ley. La sharía es un ley que esclaviza al hombre imponiendo regulaciones, ritos y preceptos de hasta como ir al baño. Mahoma vino a esclavizar a sus seguidores.
Continúa diciendo el trabajo de la página pro-Islam:
La llegada de un Profeta era algo conocido. Los judíos enviaron sacerdotes y levitas a Juan el Bautista para averiguar realmente quién era El. Juan 1:20-21:
“Y (Juan Bautista) confesó, y no negó; más declaró: No soy yo el Cristo. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿ERES TÚ EL PROFETA? Y respondió No”.
Vemos que los judíos aguardaban la llegada de Elías, de Jesús, el Mesías o Cristo, y de un Profeta…
La pregunta crucial aquí es: ¿Eres tú el Profeta? ¿Quién era sino el tan ansiado Profeta tras la venida de Jesús y de Juan el Bautista? Si buscamos en una Biblia con concordancias cruzadas encontraremos que el Profeta que se hace mención aquí, es el Profeta prometido en el Deuteronomio 18:18, y que sería como Moisés que surgiría de entre los hermanos de los israelitas: los ismaelitas o árabes. Por lo tanto se hace alusión aquí al Profeta Muhammad quien descendía de Ismael.
La deshonestidad intelectual de lo expresado es más que obvia.
- Decir que el profeta mencionado en Juan 1:21 era Mahoma es una aberración sólo digna de ignorantes en materia bíblica. Es claro que la mención del profeta es una alusión a Jesús con referencia a Deuteronomio 18:18. Ya explicamos que Jesús es el profeta anunciado en ese pasaje. Es imposible relacionar estos pasajes con Mahoma. Es la fiebre por encontrar a Mahoma en la Biblia la que lleva a estos apologistas a barrer sus páginas desesperadamente en pos de un pasaje que puedan distorsionar a gusto para justificar lo injustificable, i.e., que Mahoma fue anunciado en la Biblia.
- El mito de que los árabes son descendientes de Ismael ya ha sido refutado fehacientemente en varias obras, entre ellas: Winning the War Against Radical Islam, Robert Morey, 2002, pp.147-152, Christian Scholar Press, Las Vegas, Nevada; Islam, Alfred Guillaume, 1956, p 26-27, 61-62); Islam and the Arabs, Rom Landau, 1958 p 11-21; Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, McClintock and Strong, (Vol. I:339), e infinidad de otras enciclopedias. La Enciclopedia Británica sintetiza magistralmente la veracidad de el reclamo musulmán: “La literatura arábiga tiene su propia versión de los tiempos prehistóricos, pero es leyenda en su totalidad” (Vol. 2:176).
- Por último, es de orden clarificar que los trabajos citados para apoyar la idea de que Mahoma fue descendiente de Ismael a través de su segundo hijo, Cedar, van contra la mejor erudición en el tema. Smith parece haber comprado el mito musulmán sin mayores investigaciones, y el Diccionario Davis de 1980 fue editado bajo los auspicios de la Iglesia Presbiteriana de EEUU, una denominación que carece de autoridad doctrinal y moral en el presente, liberal por excelencia y considerada apóstata por los cristianos conservadores. Habiendo recientemente tomado una posición condenatoria de Israel y aduladora de los palestinos, no es de extrañarse que ayude a propagar el mito en cuestión.
- El argumento musulmán queda sepultado para los cristianos cuando recordamos que el hijo de Abraham escogido por Dios para las promesas fue Isaac, no Ismael.
No, la venida de Mahoma no fue anunciada en la Biblia. Si realmente fue anunciada, lo fue en un sentido general ya que la Biblia anuncia la venida de muchos falsos profetas (Mt. 24:24) en el espíritu del anticristo (1 Jn. 4:3), y uno de ellos fue Mahoma <>
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