Los milagros que seguirían
a los creyentes en Marcos 16:17-18
¿Prometió Jesucristo que todos los que creyeren harían milagros, echarían fuera demonios, hablarían en lenguas, y no serían dañados por serpientes y por ningún veneno mortífero (Mc. 16:17-18)?
En Marcos 16:17-18 leemos: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre hecharán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieran cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán.”
Ciertamente, podemos encontrar amplia evidencia de estas actividades en los tiempos del Nuevo Testamento. Allí vemos la expulsión de demonios (Hch. 8:7; 16:18; 19:15-16), el hablar en lenguas (Hch. 2:4-11; 10:46; 19:6; 1 Cor. 12:10; 14:1-24), y aún la protección contra serpientes venenosas (Hch. 28:3-5).
Algunas observaciones son propias aquí. Primero, la construcción del versículo en el griego original utiliza “cláusulas condicionales”. El versículo acarrea consigo la idea: “Y si ellos fueran forzados a tocar serpientes con sus manos o a tomar pociones venenosas, estas cosas de ninguna manera los dañarán”. Lo que esto quiere decir es que si algún pagano o las autoridades “no cristianas” o algún perseguidor forzara a cristianos a tales cosas (una posibilidad muy real para la iglesia primitiva), Dios les protegería de una forma sobrenatural.
Entendido en contexto, este versículo ciertamente no provee ninguna justificación para que los cristianos voluntariamente tomen pociones venenosas o manejen serpientes durante los servicios de la iglesia. Nosotros no vemos tal actividad en la iglesia primitiva. Nótese que el encuentro de Pablo con la serpiente fue completamente inintencional (Hch. 28:3-5).
Aún más, debe señalarse que los cristianos hoy están divididos sobre si tal fenómeno como el hablar en lenguas o el don de sanidad ocurren hoy en día; los carismáticos dicen que sí, los cesacionistas dicen que no. Los cesacionistas argumentan que los dones de sanidad y de lenguas cesaron en el primer siglo luego de que la Biblia fue completada y verificada con fenómenos milagrosos. Los carismáticos dicen que no hay nada en las Escrituras que apoyen tal conclusión.
Cualquiera sea la conclusión a la que lleguemos, es importante que ambos lados entiendan que Marcos 16:17-18 no enseña que si usted no experimenta estos dones, usted no es un verdadero cristiano. Esta es una conclusión que viola el contexto amplio de la Escritura.
Consideremos el tema de las lenguas por ejemplo. Es claro que a pesar de que todos los corintios eran “salvos” y habían sido bautizados en el Espíritu Santo (1Cor. 12:13), NO todos ellos hablaban en lenguas (14:5). Es el Espíritu Santo el que decide qué dones da a cada creyente (12:11), y el Espíritu ciertamente NO dio a todos los cristianos el don de lenguas en el primer siglo. Por lo tanto esto no debe ser considerado como una señal definitiva de si alguien es un cristiano o no. <>
Ron Rhodes es Presidente de Ministerios del Razonamientos de las Escrituras. Es autor de 35 libros
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