ADOLESCENCIA:
Construyendo relaciones sanas
Todo ser humano tiene, además de las necesidades primarias o fisiológicas, necesidad de relacionarse, de sentirse escuchados, valorados, aceptados, comprendidos y respetados. En primera instancia es la familia la que cubre estas necesidades.
Al atravesar el umbral de la adolescencia, en un nuevo despertar a la sociedad, se intensifica la búsqueda de nuevas relaciones fuera del seno familiar. Es frecuente que se quieran establecer vínculos de amistad con grupos de cuatro o cinco, quienes se unen para salir juntos, conversar, compartir aficiones musicales, deportivas, etc. Hay un deseo de integrarse y abrirse a nuevas relaciones, experimentar el placer de darse generosamente y profundizarlas, de manera que además de la diversión se compartan ilusiones y confidencias como aquellas de los primeros amores.
Sin duda, durante la adolescencia, se experimenta una necesidad de saber, de experimentar nuevas cosas, de entender el mundo en que se vive, e incluso, de idear soluciones a los perennes problemas existenciales del ser humano. Es por esta razón, que el consejo y guía de los padres durante esta etapa es de gran importancia para canalizar positivamente las energías e ímpetu de estos años. Se debe tener muy presente que el papel de los padres y madres debe ser el de facilitar que sus hijos e hijas “emprendan el vuelo”, acompañarles en este período de transición y no impedirles que “vuelen” por temor a que se lastimen.
Probablemente, los temas más relevantes que surgen sean aquellos concernientes a las relaciones interpersonales: la atracción de los sexos, el torbellino de emociones del primer amor, la amistad. En esta etapa, las ideas acerca del amor, amistad y sexualidad, son confusas y esto conlleva al riesgo de que las presiones del ambiente empujen hacia una visión empobrecida de la realidad.
También existe la posibilidad de que durante esa búsqueda natural de relaciones e ideales, aparezcan “amigos” o “amigas” cuya influencia negativa inciten a los y las adolescentes, a asumir ideas y percepciones engañosas que, a su vez, resulten en actitudes y acciones perjudiciales, e incluso, altamente destructivas. Por lo tanto, es conveniente que ellos aprendan a escoger las amistades a partir de decidir la clase de persona que se desean ser y el tipo de metas que quieren alcanzar dentro de su proyecto de vida.
No se puede negar el peligro real que existe cuando un grupo de amigos y amigas se ocupa únicamente de divertirse, proponiendo con tal fin, aventurarse a experimentar con alcohol, drogas, pornografía, relaciones sexuales, etc. En grupos así, definitivamente los mecanismos de presión de grupo son muy fuertes, ya que el grupo “envalentona”, presiona, justifica lo injustificable, impide la reflexión individual y hace que se diluya la responsabilidad personal.
Es muy importante que el adolescente reconozca cuáles son sus límites, pues de ese modo no sentirá tanta presión por parte de quienes insistirán en hacerlo descubrir “lo lejos que puede llegar”, asimismo desarrollará la responsabilidad necesaria para cumplir su compromiso de cuidarse y valorarse cuando sienta debilidad o presión. Al enfrentar sana y asertivamente estas situaciones de peligro, el adolescente se siente con poder y en control de su vida y esto a la vez trasmite a sus padres que es capaz de tomar decisiones correctas ante situaciones de riesgo.
Hay que recordar que mantener una comunicación real, fluida y sin dobles interpretaciones con los padres, aumenta el nivel de confianza y permite al adolescente desarrollar más seguridad en si mismo.
Se debe recordar que el ambiente familiar y círculo de amigos, impactarán significativamente las relaciones futuras, construcción de la identidad y del proyecto de vida del adolescente.
PARA TOMAR EN CUENTA
- Los verdaderos amigos y amigas se perdonan y comparten sus sentimientos.
- Los amigos y amigas se respetan, esto significa, establecer hasta dónde llegan mis límites en cuanto a hacer o no hacer algo y dónde comienzan los límites de los demás.
- La empatía permite ver y evaluar situaciones desde otro punto de vista que no sea el nuestro, y así comprender lo que dicen y sienten otros.
- Hay que desarrollar un criterio propio de las cosas y aprender a defenderlo o rectificarlo cuando sea preciso para resistir las influencias negativas del ambiente.
- Dentro de un grupo, las personas se comportan de distinta manera, por lo que es muy importante aprender a decir “NO” cuando sea necesario; además de tener claro que hay situaciones en que no se debe ceder jamás.
- Pisotear valores y principios, daña el espíritu, que es tan valioso como el cuerpo.
- Los amigos y amigas no se golpean, amenazan, maltratan, ni aterrorizan entre sí.
El y la adolescente busca llenar su vida de algo que le dé sentido, y apuesta por una existencia útil para los demás y para sí mismo.
http://www.enfoquealafamilia.com/
“Usado con permiso de Enfoque a
Deja un comentario