LA IGLESIA PRIMITIVA NO SE REUNIÓ SOLAMENTE EN CASAS, SINO TAMBIÉN EN EDIFICIOS DISEÑADOS PARA CONGREGARSE
Por muchos siglos hasta el presente, ha sido la opinión establecida que las iglesias comenzaron a construirse en el siglo cuarto, luego que el emperador Constantino promulgó el edicto que permitió a los cristianos adorar libremente en el imperio romano.
Esto ha llevado a muchos que han enarbolado la bandera contra el cristianismo institucionalizado, a decir que la iglesia primitiva no se reunía en edificios, sino sólo en casas. El movimiento de iglesias en las casas, en mayor o menor grado ha denigrado el uso de edificios (iglesias) por parte de los cristianos, siendo el más radical dentro del movimiento, el grupo de Gene Edwards.
Todo lo que tenemos que hacer cuando algún hermano nos dice que no cree en los edificios de las iglesias, y que sólo las iglesias en las casas son la legítima forma de reunirse, es llevarlo a Santiago 2:2, que dice:
“Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida,……..”
La palabra “congregación” (sunagoge) aquí debió haber sido traducida “sinagoga”, y si bien la palabra era usada en el primer siglo para denotar una asamblea o un lugar de reunión, es muy probable que los primeros judíos cristianos usaran el edificio de las sinagogas para reunirse.
Es evidente que los cristianos judíos llamaron a sus lugares de reunión “sinagogas”, y si bien era común que se reunieran en residencias privadas, es muy probable que en muchos casos alquilaran los edificios de las sinagogas. Desde el momento que se reunían en domingo, sus reuniones no conflictuaban con los días de reunión de los judíos, o sea sábados.
La revista Biblical Archaeology Review, Mayo/Junio, 1990, publicó un artículo por Bargil Pixner, con la ayuda del Dr. Rainier, de la Universidad de Tübingen, titulado “La Iglesia de los Apóstoles”. En este artículo, el autor establece fehacientemente que los restos de la llamada Iglesia de los Apóstoles en Jerusalén, que hoy son parte de una estructura venerada como la tumba de David, fue en principio una sinagoga, pero no exactamente una sinagoga judía regular, sino una sinagoga Judea-cristiana.
En el mismo artículo, el autor señala que el hecho de que ciertos lugares donde los primeros cristianos adoraban eran llamados sinagogas, es una verdad bien establecida. Por varias décadas los judíos cristianos, y aun algunos gentiles, llamaron a sus lugares de reunión “sinagogas”.
El artículo menciona que el famoso arqueólogo ya fallecido, Jacob Pinkerfield, en principio concluyó que la sinagoga encontrada era judía, pero luego nueva evidencia demostró lo contrario.
Unos fragmentos de la pared de la sinagoga original, del primer período romano, mostraron según palabras de Pinkerfield, un graffiti que luego fue entregado al Profesor M. Schwabe para ser examinado. Ambos, Pinkerfield y Schwabe murieron antes de publicar el hallazgo. Finalmente, el graffiti fue publicado por un equipo de expertos de la “Studium Biblicum Franciscanum” dirigido por los profesores Emmanuele Testa y Bellarmino Bagatti.
El reporte lee así:
“Un graffiti tiene las iniciales de las palabras griegas que pueden ser traducidas: ‘Conquistador, Salvador, misericordia’ (Subrayado nuestro). Otro fragmento contiene letras que pueden ser traducidas, ‘Oh, Jesús, que yo pueda vivir, Oh, Señor del autócrata’ (subrayado nuestro)”. (La palabra “autócrata” quizá se refiere al rey David —- Comparar con el Salmo 110:1 y con Mateo 22:43, Bellarmino Bagatti, The Church from the Circumcision (Jerusalem: Franciscan Printing Press, 1971), p. 121.
El autor del presente artículo, Bargil Pixner, expresa: “Yo estoy de acuerdo con los autores franciscanos en que el edificio fue originalmente una sinagoga Judea cristiana que sirvió como casa de adoración”.
Más adelante el autor presenta evidencia que demuestra que las ruinas del edificio y del graffiti encontrado datan desde antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 DC. El artículo en toda su extensión puede ser hallado en www.centuryone.org/apostles.html.
Sería indicado entonces, que en el esfuerzo por volver a la iglesia neotestamentaria llevado a cabo por varios grupos, se considerara a estas alturas, comenzar a construir sinagogas. Claro que el riesgo que se corre al hacer esto es que las sinagogas se parecerían mucho a las iglesias, lo que significaría ir en contra de una de las vacas sagradas del movimiento.
Como si esto fuera poco, los arqueólogos han descubierto recientemente (Septiembre 2006) las ruinas de una iglesia cristiana de la primera mitad del tercer siglo en Megido. El hallazgo es considerado como el descubrimiento del lugar más antiguo de adoración cristiana encontrado en Israel hasta la fecha. Las ruinas datan del período entre la mitad y el final del tercer siglo, según Yotam Tepper, director de excavaciones de la Israel Antiquities Authority.
La capilla está ubicada entre una antigua villa judía y una zona que se usaba para campamento del ejércit
o romano. El local posee un hall con piso de mosaico dibujado con diseños geométricos, un medallón decorado con dibujos de peces – un símbolo ampliamente usado por el cristianismo primitivo – y tres inscripciones en griego.
Una de las inscripciones muestra los nombres de los oficiales romanos que contribuyeron a pavimentar el piso, la segunda fue dedicada a cuatro mujeres, y la tercera menciona a una mujer que contribuyó con un mesa o altar al Dios Jesus Christos.
Una sola cosa nos causa dudas. La mención de los oficiales romanos en el piso identificándose con el cristianismo era prácticamente una sentencia de muerte para estos, dada la persecución ensañada del imperio contra los cristianos. Pero obviando la inconsistencia, si los arqueólogos están acertados en la fecha de origen de la capilla, queda confirmado una vez más, que los cristianos de los primeros siglos no se reunían solamente en casas como pretende hacernos creer el movimiento de iglesias en las casas.
La evidencia bíblica, tanto como la extrabíblica, muestra que las casas no eran el único lugar donde los primeros cristianos se reunían. Hechos 19:9 dice que una de las iglesias en Efeso se reunió en el edificio de una escuela por dos años. Podemos decir con absoluta certeza que los primeros cristianos se reunían en el templo, en casas y en sinagogas. Esto quita el fundamento al argumento de que los edificios de las iglesias no tienen base bíblica, y demuestra exactamente lo contrario. <>
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