“Porque el Padre es mayor que yo” (Juan 14:28)
¿Significan estas palabras que Jesucristo no es Dios?
Tarde o temprano usted se encontrará con un sectario que usará el pasaje clásico de Juan 14:28 para apoyar su idea de que Jesús no es Dios en el mismo sentido que el Padre lo es. Tanto arrianos como unitarios de toda variedad utilizan este pasaje hasta el cansancio a los efectos de refutar la Trinidad. Veamos lo que dice el unitario-sociniano Mario Olcese en su página de internet:
Jesús enseña que Su Padre es mayor que él. Esto es muy importante, pues si el Padre es mayor que Su Hijo, luego éste es menor que Aquel. El texto que señalaremos es Juan 14:28, en donde Jesús dice: “…porque el Padre mayor es que yo”. Algunos Trinitarios han argumentado contra este texto diciendo que “Cristo hablaba como hombre”, y por eso afirmó ser menor que Su Padre. Pero: ¿Acaso no es de esperar que todo hombre sea menor o inferior a Dios?¿No sería esa una declaración innecesaria en un hombre, y por demás ridícula? Pero yo creo que lo que Jesús quiso enseñar es que su relación con Su Padre es de permanente sujeción y de obediencia, como de alguien que no es igual a Dios. Incluso en la eternidad, Jesús seguirá sujeto a Su Padre (Leer 1 Corintios 15:28). Además, Jesús también recalca esta superioridad del Padre diciendo: “Mi Padre que me las dio, es mayor que todos”. (Juan 10:29). {énfasis original de la cita]
http://www.elevangeliodelreino.org/deidad/antesdenacer.doc
Refutación:
Olcese parece desconocer lo que la doctrina de la Encarnación de Cristo enseña. La segunda persona de la Trinidad tomó sobre sí una naturaleza humana, de modo que en su ser encontramos total humanidad y total deidad. Como el Dios-Hombre, dependía del Padre para todas las cosas. Le oraba al Padre, y se sometió a Su voluntad haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil. 2:5-7).
¿Es el Padre mayor en rango y poder que usted y yo? ¡Por supuesto! Entonces, Juan 14:28 es una maravillosa prueba de la Encarnación de Jesucristo, lo cual es una doctrina Trinitaria. El pasaje es prueba de que Jesús, además de conservar su Deidad, fue totalmente humano, u “Hombre de hombres”, como dicen algunos. Es a la luz de la Encarnación que pasajes como éste no presentan ninguna dificutad para el trinitario.
Geisler y Rhodes expresan: “El Padre es mayor que el Hijo en jerarquía, no en naturaleza, ya que ambos son Dios (Jn. 1:1; 8:58; 10:30; 20:28). De la misma forma que un padre terrenal es igualmente humano que su hijo, pero con una autoridad más alta que su hijo, el Padre y el Hijo en la Trinidad son iguales en esencia pero diferentes en función. No hay contradicción cuando se afirma igualdad ontológica y jerarquía funcional al mismo tiempo. De la misma forma hablamos del presidente de nuestro país siendo mayor, no por virtud de su carácter o naturaleza, sino por virtud de su posición. En ninguna manera podemos decir que Jesús se consideró a sí mismo como algo menos que Dios por naturaleza. Jesús fue igual al Padre en esencia, naturaleza, carácter y como Dios. Jesús fue menor que el Padre en función, jerarquía, posición, y como hombre”. (When Cultist Ask, p. 184)
¿Qué diremos del comentario que dice que Jesús no puede ser Dios porque estuvo y está en completa sujeción al Padre? El argumento está basado en la errónea idea de que subordinación es equivalente a inferioridad. En este caso, Olcese dice que el Hijo está sujeto a la autoridad del Padre, por lo tanto es inferior al Padre y no puede ser Dios, pero el hecho de que Jesucristo esté sometido al Padre (aun hoy lo está) no quiere decir que es inferior en naturaleza. Cuando alguien piensa así, rechaza la clara enseñanza de la Escritura y deja ver de su parte una actitud errónea con respecto a lo que es autoridad y sujeción. Supone que porque alguien está por encima debe ser mejor en algún sentido. Pero las tres personas de la Trinidad evidentemente no piensan de esa forma. Cada una de las tres se deleita en glorificar a las otras. El Hijo quiere ser glorificado por el Padre para poder traer más gloria al Padre (Jn. 17:1). El Espíritu Santo vino con el solo y específico propósito de glorificar al Hijo (Jn. 16:14). El Padre exalta a Jesús delante del mundo y le da un nombre que es sobre todo nombre (Fil. 2: 9-11), y esto a su vez trae gloria al Padre [para gloria de Dios Padre]. No hay competencia por gloria entre las personas de la Trinidad. Por el contrario, están trabajando siempre arduamente a fin de darse gloria entre ellos.
Es obvio que para Mario Olcese y sus pares, es más fácil hacer todo tipo de aeróbicos que tratar honestamente con los argumentos trinitarios. Toda esa palabrería suya sirve para mantener en la ignorancia a sus adeptos, los cuales piensan que están en la verdad. También sirve para confundir a un gran número de cristianos modernos, quienes por lo general hacen gala de una ignorancia olímpica respecto a saber qué creen y por qué lo creen. <>
Deja un comentario