Conceptos de Científicos
Alberto Einstein (1879-1955), probablemente el mejor conocido cientifico por el E = MC² dijo, “la religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja”. También dijo, “A todo investigador profundo de la naturaleza no puede menos de sobrecogerle una especie de sentimiento religioso, porque le es imposible concebir que haya sido él el primero en haber visto las relaciones delicadísimas que contempla. A través del universo incomprensible se manifiesta una Inteligencia superior infinita”.
Peter Ludwig Berger, teólogo luterano y sociólogo estadounidense, dijo que hace falta ser un bárbaro intelectual para firmar que la realidad es únicamente lo que podemos ver mediante métodos científicos. Eso sería cientificismo.
Rubem Alves en ¿Qué es la ciencia? (Sao Paulo 2007) dijo la ciencia es muy buena dentro de sus precisos límites. Cuando se la transforma en el único lenguaje para conocer el mundo, puede producir dogmatismo, ceguera y eventualmente necedad.
Max Planck, premio Nobel alemán, formulador de la teoría de los quanta, nos dice: “En todas partes, y por lejos que dirijamos nuestra mirada, no solamente no encontramos ninguna contradicción entre religión y ciencia, sin precisamente pleno acuerdo en los puntos decisivos”.
Von Braun, el científico que logró hacer llegar el primer hombre a la luna afirmaba que “cuanto más comprendemos la complejidad de la estructura atómica, la naturaleza de la vida o la estructura de las galaxias, tanto más encontramos nuevas razones para asombrarnos ante los esplendores de la creación divina”.
Hathaway, padre del cerebro electrónico, a la luz de sus descubrimientos científicos, dice: “La moderna física me enseñan que la naturaleza no es capaz de ordenarse a sí misma. El universo supone una enorme masa de orden. Por eso requiere una Causa Primera, grande, que no está sometida a la segunda ley de la transformación de la energía y que, por lo mismo, es sobrenatural”.
E. Schrödinger, premio Nobel de física, creador de la Mecánica Ondulatoria, no tiene la menor duda al afirmar: “La obra maestra más fina es la hecha por Dios según los principios de la mecánica cuántica”.
K.L. Schleich, célebre cirujano, descubridor de la anestesia local: “Me hice creyente por el microscopio y la observación de la naturaleza, y quiero, en cuanto esté a mi alcance, contribuir a la plena concordia entre la ciencia y la religión”.
Estos testimonios y otros innumerables que podríamos citar demuestran que es falsa la afirmación de que no es posible ser científico y creyente a la vez.
Fuentes:
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kino.iteso.mx/~navarro/2.doc
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