LA HEREJIA UNITARIO-SOCINIANA
Una refutación de la teología de Mario Olcese
parte 3
El apologista sectario Mario Olcese, quien aparentemente nunca ha conocido una falsa enseñanza que no haya amado con pasión desenfrenada, ha escrito un ensayo llamado ¿Preexistió Jesús en el cielo antes de Belén? Coherente con su teología sociniana, Olcese pretende destruir argumentos trinitarios por el afirmativo. Esta es nuestra tercera parte de la refutación a la posición de Olcese. Como lo hicimos en las dos previas, primeramente presentamos el argumento de Olcese, y luego nuestra refutación.
“Subir Adonde Estaba Antes”
Olcese escribe:
En Juan 6:62 Jesús dice: “¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir a donde estaba primero? Los que creen que Cristo preexistió en el cielo antes de venir como hombre, suelen usar este pasaje en dónde Jesús anuncia su “subida al lugar donde estuvo antes” (¿el cielo?). Pero: ¿Está hablando aquí Jesús de volver nuevamente al cielo donde supuestamente estuvo antes de ser hombre? Si no es así, ¿a qué lugar se está refiriendo Jesús? Recuerde el dicho hermenéutico que dice: “un texto sin el contexto es un pretexto”. ¡Tenemos que leer el contexto de esta cita!. Si uno examina el capítulo anterior (Juan 5:1), leeremos lo siguiente: “Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y SUBIÓ Jesús a Jerusalén”. Luego, volviendo al capítulo siguiente (6:1), leemos: “Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias”. Esto significa que Jesús BAJÓ de Jerusalén para efectuar sus milagros cerca del mar de Galilea, a unos 100 kilómetros de distancia (ver el verso 16). Este verso 16 nos dice que los discípulos DESCENDIERON al mar. En Juan 6:62 Jesús anuncia su SUBIDA al lugar donde estuvo antes, es decir, JERUSALÉN, para morir por los pecadores. En Juan 12:12 Jesús se pone en camino para SUBIR a Jerusalén.
Respuesta:
He aquí otro bonito paso doble bailado por Olcese para entretener a sus lectores. Esta explicación de Olcese es fascinante por su absurdidad y falta de respeto a la Biblia. Jesucristo viene hablando claramente de su procedencia celestial literal durante los 30 versos anteriores en el mismo capítulo 6 de Juan, pero Olcese decide llevarnos hasta el capítulo anterior para decir que el lugar al que Jesús hace referencia es la ciudad de Jerusalén. En efecto, Jesús dice que él descendió del cielo en los versículos 32,38,41,42,50,51,y 58. Cuando Jesús finalmente dice en Juan 6:62, “¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?” es obvio que está hablando del referente anterior inmediato, el cielo, no la ciudad de Jerusalén mencionada en el primer verso del capítulo anterior, 109 versículos antes. ¿Dónde aprendió hermenéutica Olcese? Lo gracioso es que Olcese habla de que “un texto sin el contexto es un pretexto” y él mismo nos da un ejemplo de su propia autoría. Muchas gracias.
“Antes que Abraham fuese, Yo Soy”
Olcese escribe:
Jesús dijo: “Antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58). Según los Trinitarios este texto “prueba” que Jesús existió en el cielo antes que Abraham naciera. Pero en este texto Jesús sostiene su superioridad sobre Abraham, y ello debido a la glorificación que recibió del Padre (v. 54). En el versículo 56 Jesús dice que Abraham se regocijó de “ver mi día”. Es decir, Abraham vio la venida del Mesías con anticipación o por fe; su venida que aún es futura. Las tradiciones rabínicas declaran que Abraham vio una visión de toda la historia de sus descendientes (Midrash Rabbah, sobre Génesis 15:18). En el IV Esdras 3:14 dice que Dios le otorgó una visión de los últimos tiempos. En el verso 57 los judíos entendieron mal lo que Jesús había dicho, creyendo que él había declarado ser contemporáneo de Abraham. Pero Jesús reafirma su absoluta preeminencia en el plan de Dios con la sorprendente declaración: “Antes que Abraham fuese, yo soy (Él). Es decir,”Yo soy el Mesías”.
Respuesta:
1) Lo que destruye el argumento de Olcese es que los judíos nunca intentaron apedrear o ejecutar por razones religiosas a aquellos que se declararon Mesías (v. 59), ni antes ni después de Cristo. Ejemplos: Simón (ca. 4 BC), Atrhonges (ca. 3 BC), Judas de Galilea (zelote – antes de la crucifixión de Cristo), Teudas (?-46 DC, Hechos 21:38), Menahem Ben Judah (revuelta contra Agripa II), etc.
2) Según la ley, los judíos solo podían aplicar la pena de muerte (apedreamiento) por cinco causas:
a. Invocar espíritus de muertos y/o adivinación (Lv. 20:27)
b. Maldecir a Dios (blasfemar el Nombre) – Lv. 24:10-16
c. Falsos profetas que incitaban a la idolatría (Dt. 13:5-10)
d. Hijos contumaces (Dt. 21:18-21)
e. Adulterio y violación (Dt. 22:21-24; Lv. 20:10)
Cualquier lector honesto debe admitir que la única base legal que los judíos tenían para apedrear a Jesús (aunque en realidad no tenían ninguna) era la blasfemia, y aun así tendrían que retorcer la ley en gran medida.
3) Es obvio que los judíos quisieron apedrear a Jesús porque con el “yo soy” estaba reclamando ser Dios (poseer el atributo de Deidad con el Padre). Los judíos no apedreaban a nadie por decir que tenía la edad de Abraham. A los sumo le hubieran considerado loco y se hubieran reído de él.
4) Jesús estaba mucho más que reafirmando su preeminencia en el plan de Dios. Estaba diciendo yo soy el que apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente (Ex. 3:2), yo soy Jehová.
5) Por más información en “Yo Soy”, ver al final del artículo.
“Señor Mío y Dios Mío”
Olcese escribe:
En Juan 20:28 Tomás reconoce a Jesús como: “¡Señor mío y Dios mío”. ¿No prueban sus palabras que Cristo es Dios? Es cierto que en unos pasajes de la Biblia, Nuestro Señor aparece con el título de “Dios”. Pero: ¿Prueba éste (…y otros pasajes donde aparece el título “Dios” para él) que Jesús es el Dios Todopoderoso, Único, y Verdadero? ¡No lo creo! En Éxodo 7:1 Dios le dijo a Moisés: “Yo te he constituido DIOS para faraón”. Sí, ¡Moisés hizo obras poderosas ante faraón, como si fuera Dios mismo. En Juan 10:34 vemos el plural “dioses”, refiriéndose a los jueces de Israel (p.e. Sansón fue juez y “dios” para Israel—Salmo 82:6). Pero lo más importante es que al Mesías se le da el título de “Dios” en el Salmo 45:6. En este texto leemos: “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino”.
En el verso 7 vemos que Jesús es ungido como Mesías y rey. Por tanto, el título “Dios” para Cristo es eminentemente ¡mesiánico¡ (Hebreos 1:8,9).
Respuesta:
En esta sección Olcese otra vez exhibe sus habilidades circenses al hacer todo tipo de acrobacias y malabarismos para disminuir el impacto del pasaje de Juan 20:28. Es en este pasaje donde Olcese y los socinianos sufren su más grande derrota.
1) Tomás, como buen judío, era un monoteísta estricto. Para él, llamar “mi Dios” a cualquier otro “dios” que no fuera Jehová hubiera sido blasfemia.
2) El argumento de que otros son llamados “dios” o “dioses’ en la Escritura en la misma forma que Jesús puede ser llamado Dios es absurdo porque:
a. Ignora totalmente el testimonio de la Biblia acerca de Jesús. Esos otros que son llamados dioses en la Biblia no son adorados, no se les ora, no han creado los cielos y la tierra, no tienen los atributos de Dios, no se les llama el primero y el postrero, el Alfa y el Omega, el “Yo Soy”, ni tampoco son el personaje central alrededor del cual gira todo el Nuevo Testamento.
b. Esas otras criaturas llamadas dioses en la Escritura son seres humanos, ángeles o falsos dioses, y el contexto es bien claro en ese aspecto. En el Nuevo Testamento theos es usado solamente de dos modos, 1.400 veces para referirse al Dios Verdadero y 6 veces con referencia a falsos dioses (incluido Satanás): Hch. 7:43; 12:22; 28:6; 2 Co. 4:4; Fil. 3:19; 2 Tes. 2:7).
c. Es obvio que la estadística bíblica denuncia y avergüenza a Olcese porque le deja nada más que dos opciones: cuando Tomás llama theos a Jesús, se refiere al Verdadero Dios, o de lo contrario a un falso Dios. No existe una tercera alternativa.
“Desde los Días de la Eternidad”
Olcese escribe:
Miqueas 5:2 dice de Jesús lo siguiente: “…y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Este texto es usado por los Trinitarios para “demostrar” que Cristo es “eterno”. La palabra “eterno” viene de “olam”, que es una palabra hebrea (el idioma con el cual se escribió este pasaje). Así, la Versión Valera (1960) vierte la palabra “olam” como eternidad. Igualmente ocurre con la Versión de las Américas, y otras más. Sin embargo, la palabra “olam” no significa siempre eternidad y es usada también para cosas que tienen una duración indefinida, pero no eterna. Así, la Versión Moderna vierte este pasaje así: “cuya procedencia es de tiempo antiguo (no ‘eterno’)”. Incluso la Versión de Jerusalén (Católica) lo vierte así: “y cuyos orígenes son de la antigüedad, desde los días de antaño”.
Respuesta:
Miqueas 5:2 es un pasaje que anuncia el lugar de nacimiento del Mesías y al mismo tiempo declara su preexistencia en la eternidad. Es natural que los herejes unitario-socinianos recurran a todo tipo de estratagema para reinterpretarlo. Leamos el verso:
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá [yatsa’] el que será Señor en Israel; y sus salidas [mowtsa’ah] son desde el principio [bereshith], desde los días de la eternidad [olam]”.
Una lectura normal de este pasaje revela que aunque el Mesías nacería en Belén, sus actividades se remontan hasta la eternidad (no tienen un comienzo). Olcese y otros socinianos tienen que hacer gambetas para marear al lector porque la evidencia por la eternidad del Mesías en este pasaje es contundente.
Miqueas 5:2 es un claro ejemplo de un paralelismo en el lenguaje hebreo, en el cual la segunda frase expande y va más allá de lo que expresa la primera frase a los efectos de profundizar en el significado de la idea transmitida. Este tipo de paralelismo siempre va de la primera a la segunda frase y en este caso de Miqueas 5:2 estamos ante un ejemplo clásico de un paralelismo “climáctico” (anglicanismo) o gradación retórica ascendente.
La primer expresión (desde el principio) aparece muchas veces en el texto hebreo del AT y tiene diferentes significados dependiendo del contexto. Cuando se usa geográficamente, se refiere al este en oposición al oeste (Is. 9:12; Ez. 25:10); cuando se usa cronológicamente significa “antes” (Pr. 8:22), y también se usa para describir la eternidad de Dios (Dt. 33:27; Sal. 74:12; Hab. 1:12).
Teniendo en cuenta que Miqueas está usando el paralelismo con clímax, él comienza diciendo que las “salidas” del Mesías son desde hace mucho tiempo. ¿Desde cuándo? Eso lo aclara la segunda frase, “desde los días de la eternidad”.
Olcese nos recuerda que en la Biblia, “olam” (eternidad) no significa siempre “eternidad”, y eso es correcto, pero evita decir que olam es una palabra que se usa para establecer el contraste de una cosa con otra. Los montes y collados parecen ser eternos cuando son comparados con la duración de la vida humana (Hab. 3:6), pero cuando olam se usa en relación a Dios como en el Salmo 90:2, significa que Dios es eterno en contraste con el universo, el cual tuvo un comienzo y tendrá un fin.
En Miqueas 5:2 es Jehová Padre quien habla y no deja dudas de que el Mesías es tan eterno como él. Las versiones que Olcese cita y que no usan la palabra “eternidad”, sino “tiempo antiguo”, “antigüedad”, “días de antaño”, etc., hacen gala de una gramática defectuosa porque el texto va, para ponerlo simple, en retroceso (en marcha atrás). Esto es una violación del tipo de paralelismo de Miqueas, donde la narración va de menor a mayor.
La tapa del féretro sobre el argumento de Olcese la pone la traducción del hebreo al griego llamada Septuaginta (ca. 250 BC):
“Y tu Belén Efrata, eres pequeña en números para ser reconocida entre los miles de Judá; sin embargo de ti me saldrá el que será el Señor de Israel; y sus salidas fueron desde el principio, desde los días de la eternidad”.
De acuerdo con la Septuaginta, aunque el Mesías nacería en Belén en el futuro, él estaba en el principio. Este es un paralelo con Génesis 1:1. El Mesías estuvo presente en el momento de la Creación. Con esto es suficiente para poner el argumento sociniano a dormir. Pero aun hay más, al decir “desde los días de la eternidad”, la Septuaginta afirma que las actividades del Mesías datan desde antes de la Creación. El concepto de “eternidad” se usa en la Biblia para describir lo que tomó lugar antes de la Creación (Mt. 24:34; Ef. 1:4).
La palabra griega “aionios” se usa para referirse a “eternidad”. El uso de aionios para magnificar la primer palabra, “arche” (principio), revela la preexistencia del Mesías en la eternidad.
De esta forma queda despejada la cortina de humo que Olcese levanta alrededor del pasaje en su intento por esconder al Cristo preterrenal.
Olcese escribe:
Concluimos que Jesús es “desde los días de antaño”, porque estuvo “presente” dentro de los planes de Dios desde el principio del mundo (Apocalipsis 13:8). Esto, por cierto, sólo fue un plan anticipado de un Hijo aún no existente.
Respuesta:
¿Cómo concluye Olc
ese que Miqueas 5:2 habla de un plan anticipado de un Hijo aun no existente? Es un misterio. Sobre todo teniendo en cuenta que las actividades (salidas) de ese Hijo existieron desde la eternidad. La palabra “salidas” deriva de la noción de conducir actividades y acarrea una connotación militar describiendo la puesta en acción de un ejército partiendo hacia la batalla (2 S. 3:25). En Miqueas 5:2 no puede estar relacionada más que con las actividades del Rey Mesías en términos de poder y grandeza.
Jesús Antes que Juan
Olcese escribe:
En Juan 1:15 Juan el Bautista dice de Jesús: “Es antes de mí; porque era primero que yo”. Los Trinitarios sostienen que Juan no se refería a la diferencia de edad de Jesús con respecto a él, pues Juan era mayor que Jesús por seis meses. Lo que los Trinitarios suponen es que Juan se refería a la “preexistencia” de Jesús, a su existencia anterior antes de nacer de María. Sin embargo, el Nuevo Diccionario Internacional del Evangelio de Juan señala que la frase ambigua “antes de mí” puede referirse a su superioridad de rango.
Respuesta:
Los trinitarios sostenemos correctamente que el verso no trata con el orden de los nacimientos de Juan y Jesús. Juan nació antes que Jesús, pero la frase “El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo” nos transporta hasta la eternidad.
“El que viene después de mí” es una referencia a que luego del ministerio de Juan vendría el ministerio de Jesús, por lo tanto habla del orden de los ministerios. A su vez, “Antes de mí; porque era primero que yo”, es definitivamente una referencia cualitativa al honor, gloria, preeminencia (superioridad en rango) de Cristo, y al mismo tiempo una referencia cronológica respecto a su eternidad en concordancia con la presentación del apóstol Juan en el comienzo de su Evangelio. Jesús es antes de Juan, Abraham, Noé y Adán, y cualquier otra criatura. De esta forma, Juan el apóstol usa las palabras de Juan el Bautista para confirmar la confesión teológica con la cual comienza su Evangelio, i.e., que el Verbo existió en la eternidad antes del principio, i.e., la creación del mundo, el mundo que el mismo Jesús creó (Juan 1:1-5).
“Yo no Soy de Este Mundo”
Olcese escribe:
En Juan 8:23 Jesús dice: “Vosotros sois de abajo, Yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo”. Al leer este texto, cualquiera opinaría que Cristo vino de otro lugar, como un extraterreno. Los Trinitarios piensan que Cristo vino literalmente del cielo a la tierra, encarnándose en la virgen María. Pero lo sorprendente del caso es que también los cristianos ¡No son de este mundo! Jesús, al orar al Padre dice: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:15,16). ¿Concluiremos, entonces, que como cristianos hemos bajado literalmente del cielo? Pues bien: ¿Qué significa que los cristianos no son de este mundo? ¿Acaso que los cristianos están de paso en este planeta y que después de morir irán al cielo para vivir con Dios y Cristo? ¡No! La respuesta la da San Juan en 1 Juan 4.4-6. Estos versículos dicen: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios…”. Concluimos, luego, que cuando Jesús decía “no ser del mundo”, lo que estaba diciendo era que ‘era de Dios’—¡Le pertenecía! Igual ocurre con los cristianos. Ellos no son de este mundo porque sencillamente ¡son de Dios!, ¡Le pertenecen!.
Respuesta:
Francamente, como trinitario jamás pensé que el texto de Juan 8:23 apoye la preexistencia de Cristo. Por supuesto que existen muchos otros textos para probar que Cristo preexistió antes de Belén, pero Juan 8:23 no es uno de ellos. El trinitario preparado sabe que la palabra “mundo” en este verso es una referencia a la condición presente de los asuntos humanos, no al planeta tierra. Por lo tanto, Olcese aquí está combatiendo los molinos de viento creados por su propia imaginación. Es más fácil hacer esto que tratar con pasajes como:
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros
con su pobreza fueseis enriquecidos”. (2 Co. 8:9)
¡El Señor Jesucristo dejó el cielo para abrazar nuestra pobreza de modo de que nosotros podamos partir de la tierra y heredar Sus riquezas!
Curiosamente, en el mismo capítulo 8 Jesús le dice a los fariseos: “porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy” (Jn. 8:14). Aquí tenemos la acción de venir y la de ir desde y hacia un mismo lugar. Olcese prefiere no tratar con este verso porque sabe que ninguna regla hermenéutica le permite interpretar “he venido” en forma abstracta y “voy” en forma literal. Ambos términos describen dos acciones personales (venir e ir) y dos lugares literales (el cielo y la tierra).
“Salido de Dios”
Olcese escribe:
En Juan 16:28 Jesús dice: “Salí del Padre, y he venido al mundo…”. Sin embargo, los falsos profetas que hay en la tierra también han “salido al mundo” (1 Juan 4:1) y no por ello vamos a creer que ellos estuvieron fuera del planeta antes de su manifestación pública.
Respuesta:
El juego de palabras de Olcese queda en ridículo cuando observamos la diferencia entre salir “del” y salir “al”. Es claro que Jesús expresa que salió de la presencia y comunión con su Padre para encarnarse en el vientre de María (he venido al mundo).
Juan 18:37 establece también que Jesús ha venido al mundo desde la dimensión celestial. Respondiendo a Pilato, Jesús dice: “Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad”. De esta forma sencilla y directa, Jesús expresa que él ha nacido en este mundo, pero ha venido desde el cielo. De no ser así, las palabras de Jesús pierden todo sentido y estamos frente a una repetición innecesaria. <>
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