Traducciones de la Biblia
El latín el idioma oficial de Roma, era hablado en el norte de África, España, Italia, y el sur de Francia. Las primeras traducciones latinas de la Biblia fueron hechas directamente desde el griego. Nadie objetaba al uso de la LXX para la traducción del Antiguo Testamento (AT), ya que aunque era sólo una traducción había llegado a considerarse igual a la Biblia hebrea. Como el Nuevo Testamento (NT) está escrito en griego, tenía que ser traducido al latín. Y al final del siglo IV había tantas copias latinas de la Biblia que el obispo de Roma, Dámaso, mandó revisar a Jerónimo el texto latino de los Evangelios de los años 382.
Jerónimo era uno de los pocos estudiosos cristianos que dominaba el hebreo. Donde la LXX y el texto hebreo diferían. Jerónimo optaba por el segundo. Durante toda la Edad Media esta versión, conocida como la Vulgata, se convirtió en la Biblia oficial de la Iglesia Católica. Su traducción se hizo casi al mismo tiempo que la versión siria de Rabbula.
En el siglo IV, Crisóstomo escribía que el Evangelio según San Juan ya había sido traducido en cuatro idiomas: siríaco, egipcio, hindú, y etíope. Entre los años 200 y 300 aparecieron las versiones latinas en Italia y la copta-sahídica de Egipto, que era toda la Biblia, después de las primeras traducciones siríacas y latinas del norte de África.
Jerónimo era un monje oriundo de Dalmacia, pero se estableció en Belén, y tras 20 años de trabajo (386 -406 d.C.) concluyo su revisión de la Vetus Latina (el nombre colectivo que se daba a las versiones italianas, africanas e incluso hispanas), corrigiendo el NT y volviendo a traducir el original hebreo. Esta obra de Jerónimo no fue recibida con entusiasmo inmediato. Agustín pensaba que la utilización del texto hebreo separaría a la Iglesias latinas de las griegas, no por el idioma, sino por el texto de la Biblia. Por lo que se opusó a la Vulgata. Tardó varios siglos en ser aceptada por el cristianismo occidental, siendo copiada y corregida a menudo a través de la Edad Media, sirviendo de base a todas las versiones anteriores a la Reforma del siglo XVI.
En el mismo siglo aparecieron la versión cóptica- fayúmica (del Alto Egipto) y la gótica del obispo Ulfilas. Luego, en el siglo V, encontramos otra versión siríaca, la etiópica y la armenia (esta última vertida por el autor de la georgiana, Mesrob). Por aquella época, partes de la Biblia han sido ya traducidas a casi todos los idiomas europeos. Casi siempre, el Salterio, los Evangelios y las Epístolas, que se leían durante el culto. Luego todo el NT, y finalmente el Antiguo.
En un hecho bastante sintomático, las primeras noticias que se tiene en España acerca de las Biblias en romance, son relativas a su prohibición. Eran versiones utilizadas por los valdenses catalanes a finales del siglo XII en diversos lugares del Reino de Aragón. En 1233, Jaime I el Conquistador mana celebrar una Junta eclesiástica en Tarragona, cuyo canon 2º estipula “que nadie posea los libros del Antiguo y Nuevo Testamento en romance.” Dice textualmente, que “si alguien los tuviese, que los entregue dentro de ocho días al obispo de su lugar para que sean quemados…”
Dicha Junta reflejaba el sentir del Concilio de Toulouse (1229), cuyos cánones no solo prohibían a los legos “tener los libros del AT y del NT “(14), sino que mandaba “destruir por completo sus casas y refugios, persiguiéndoles hasta en los bosques y castigando severamente a todo aquel que les diera asilo” (3-6). Desde el siglo XIII hasta el XVI hubo grupos de cristianos, fuera de la religión oficial, que querían guiarse únicamente por las Sagradas Escritura. Estaban no solo en Cataluña, sino también en el Reino de Valencia, Palencia, León, Vizcaya y diversos lugares de la Alcarria.
Desde la primera muestra de prosa bíblica en castellano (hacia el 1210) hasta la prohibición definitiva de leer la Biblia en romance (1559), hay unas 44 versiones, totales o parciales, de la Escritura en España. Entre las que podemos destacar:
- Salterio de Hermann, el alemán (hacia 1240), versión directa de 69 de los Salmos de David.
- Salterio, traducido al catalán por Fraile Romeu Sa Brugera (1250).
- Biblia castellana pre-alfonsina (1250-60). Al cotejar varios manuscritos escurialenses, parece ser que existía una versión castellana de toda la Biblia, hecha sobre la Vulgata, antes de la que mando hacer Alfonso X el Sabio.
- “Gran y General Estoria” (1280) Versión para fraseada y resumida de la Vulgata, por orden de Alfonso X, mal llamada Biblia Alfonsina.
- Biblia catalana (1290), encargada por Alfonso II da Aragón al jurista hebreo Jaime de Monjuich. Los 4 Evangelios del llamado “Codex del Palau” (publicados en 1910 por Gudiol) pertenecen a esta versión.
En los siglos XIV y XV siguen apareciendo en nuestra Península traducciones del AT o de toda la Biblia, hechas del hebreo o del latín por autor anónimo. De dicha época queda por lo menos cuatro versiones del AT, hechas por judíos (y a veces retocadas posteriormente por cristianos), en la biblioteca en El Escorial.
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AT de Evora (hacia el 1425), que en su estado actual, solo contiene una tercera parte del Antiguo Pacto. Los libros poéticos parecen haber sido copiados por un tal Manuel de Sevilla.
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Biblia de Guzmán, o de Alba (1430). Encargada por Luis de Guzmán, gran maestro de la orden de Calatrava al rabino Moisés Arragel, de Maqueda (Toledo), y cuidadosamente revisada por un franciscano, Arias de Encinas. Pertenece actualmente a la Casa de Alba, que lo mando publicar en 1922.
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Biblia valenciana (de principios del siglo XV). Revisada por el inquisidor Jaime Borell, fue impresa en Valencia en 1478. El Salterio, los Evangelios y las Epístolas fueron reeditadas en 1515. Esta versión fue tan perseguida, que hoy solo existe una hoja en la Sociedad Hispánica de Nueva York.
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Del mismo siglo XV hay otras 4 Biblias catalanas completas, un AT copiado en 1465 por un tal Marc, y tres libros de Salmos (entre ellos el traducido por Joan Roiç de Corella en 1490). El primer libro bíblico impreso en castellano es, al parecer, “Los Evangelios y Epístolas de los domingos y fiestas solemnes” de Gonzalo de Santa Maria (Zaragoza, 1485/95). Otros piensan que más bien seria el “Pentateuco español”, impreso en Hijar por Eliesar Alantasi (1490).
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El AT (y no “Biblia”) de Ferrara (1533) es una traducción castellana, muy literal y arcaico, hecho en una de las 240 aljamas judías de Castilla y Aragón, durante los siglos XIII o XIV.
Hacia 1455 Gutenberg publicó el primer libro con caracteres móviles: una Biblia Latina de 42 reglones. El descu
brimiento de la imprenta se extendió rápido y en los 50 años siguientes se había impreso partes de la Biblia en seis idiomas.
El primero en publicar una edición impresa de NT griego fue Erasmo, que compró un número de manuscritos, y en 1516 editó en edición que estaba llena de erratas, y debió de ser revisada y reeditada varias veces.
En España Erasmo tuvo gran influencia. Varios de sus discípulos tomaron parte en la traducción de la Biblia Políglota de Alcalá de Henares (Complutense), patrocinada por el Cardenal Cisneros Impresa de 1514 a 1517, había comenzado ya en 1502, ya que solo pudo aparecer en publico cuando Roma lo permitió. Sus 6 tomos reproducen el hebreo, el griego de los LXX (con versión latina interlineal), el latín de la Vulgata y el caldeo o arameo. Más tarde Benito Arias Montano (ayudado por dos biblistas belgas) publicará la Políglota de Amberes (1569-1572), que supera a la Complutense en el aparato critico y la edición de texto caldeos y siríacos.
Debido al continuo cotejo de nuevos manuscritos griegos que van apareciendo, surgen nuevas ediciones de NT griego. Entre ellas destaca las del tipógrafo calvinista Robert Estienne (Stephanus). Entre 1546 y 1551 publica cuatro ediciones, valiéndose de los textos de Erasmo y la Complutense, cotejados con otros 15 manuscritos griegos. En la cuarta edición, publicada en Ginebra, introduce la división del texto en versículos (nuestra actual división en capítulos se debe al Arzobispo de Canterbury, Esteban Langton, hacia 1240.
Entre las otras ediciones del NT griego destacan las de Teodoro de Beza (cinco de 1565 a 1604) y las de los hermanos Elzevier, impresores flamencos emigrados a Holanda a causa de su fa evangélica. Su segunda edición recibió el nombre de “texto recepto”, y servio de base a centenares de versiones hasta principios de este siglo.
Entre las principales traducciones castellanas del siglo XVI cabe destacar los de:
- Juan de Valdés. Erasmista conquense, huido de la Inquisición y refugiado en la corte de Nápoles. Allí tradujo de los originales: Mateo, Lucas, las Epístolas paulinas y los Salmos (1531-1541), que acompañó de buenos comentarios. La pureza de su estilo solo es comparable el de Cervantes. Fue el primero en traducir a nuestra lengua partes de NT, directamente del griego, sorprendiéndole la muerte cuando trabajaba con los Evangelios.
- NT por Francisco de Encinas (1543), joven estudiante burgalés que abrazo la Reforma en Flandes. Publico en Amberes la primera versión completa del NT en castellano, hecha sobre el original, lo que le valió ser encarcelado. Pero pudo huir a Alemania, y refugiarse en la casa de Melanchton, donde prosiguió su labor de traducción, muriendo de la peste en Estrasburgo (1522), cuando preparaba una edición de la Biblia.
- NT de Juan Pérez de Pineda, antiguo rector del Colegio de la Doctrina de Sevilla, refugiado en Ginebra, donde puede que lo editara en 1556 (poniendo el nombre de Venecia para despistar a la Inquisición), traduciendo también el libro de los Salmos (impresos el año siguiente). Según algunos, se trata de una revisión de la versión de Encinas. Quemado en efigie en Sevilla en 1560, junto a ejemplares de sus libros y NT, pero murió en Paris, dejando todos sus bienes para imprimir una Biblia en español.
- La Biblia del Oso (marca del tipógrafo Tomas Guarín, que aparece en la portada, donde figura un oso empinado, que chupa un panal de miel silvestre; debajo está impreso en letras hebreas y castellanas el pasaje de Isaías 40 que dice, “La Palabra de Dios nuestro permanece para siempre”). Perseguido por la Inquisición, huyendo de ciudad en ciudad, Casiodoro de Reina (ex-jerónimo de San Isidro en Sevilla) logra imprimir en Basilea (1569) la primera traducción castellana completa de la Biblia.
A pesar de la rigurosa censura, se sabe que varios centenares de ejemplares entraron en España entre 1570 y 1630. Su traducción es
cuidadosamente revisada por Cipriano de Valera en 1602, La versión que publica en Ámsterdam tiene en la potada un escudo en el que se ven dos hombres, uno plantando árboles y otro regándolos.
Un monje zamorano, Alfonso de Castro, escribe en su “Tratado de Herejías” (Paris, 1534): “Es muy de loar el edicto de los ilustrísimos y católicos reyes de España, en virtud del cual prohibieron bajo penas gravísimas el que nadie tradujese consigo los Libros sagrados a la lengua vulgar; o que retuviese consigo los traducidos por otros, en la forma que fuese…” Tras esa prohibición se registran numerosas quemas públicas de Biblias, como las de Valencia (1488), Sevilla (1490), y Salamanca (1492).
Mas tarde en el Índice de libros prohibidos por Pablo IV y en el español del inquisidor Valdés (ambos de 1559) aparece el veto que será renovado y confirmado por Trento.
Durante los siglos XVI y XVII, sobre un total de 4.174 obras de teología producidas en España, 663 de ellas corresponden a traducciones, comentarios y temas bíblicos. Pero en su mayoría se trata de obras técnicas, escritas en latín, a veces de pura vanagloria literatura (como las “Lagrimas de Hieremias castellanas”, la versión de las Lamentaciones que hizo Quevedo para demostrar que sabia hebreo). Las pocas versiones y comentarios en castellano (Juan de Robles, Diego de Estella, Jerónimo Campos, etc.) no se pudieron publicar, por peligrar la libertad, o incluso la vida, de sus autores.
Fuera de España, solo cabe reseñar (entre los años 1611 y 1762) ocho reediciones del AT de Ferrara, publicadas por sefardíes refugiados en la republica calvinista de Holanda. La Reina-Valera volvió a publicarse en 1625 en Ámsterdam. Un siglo mas tarde, Antonio de Alvarado hará una nueva edición en Lourdes (1757), para no volverse a imprimir hasta la Guerra de Independencia (siglo XIX).
- Entre 1784 y el principio de la guerra, aparecieron sucesivamente 26 traducciones del latín. Entre las que destaca la de Anselmo Petite (Valladolid, 1875), que tuvo doce ediciones en menos de 60 años.
- La Biblia de Felipe Scío de San Miguel (1791-93) es la primera que se imprime en castellano en la Península. Su traductor era el obispo de Segovia, siendo editada por el tipógrafo valenciano de Orga en una edición bilingüe (latín y español), que el propio Menéndez Pelayo califica de “desdichadísima”. A partir de 1819 las Sociedades Bíblicas protestantes utilizan la versión de Scio (sin notas, y desde 1823, sin los apócrifos) por decenas de miles, y a precios asequibles (como la que hace Jorge Borrow en Madrid en 1837, distribuyéndola en plena guerra carlista, así como el irlandés Graydon, por todo el litoral mediterráneo, desde Barcelona hasta Cádiz).
- Entre 1823 y 25, Félix Torres-Amat hace imprimir en Madrid una nueva versión de la Vulgata clementina, con la ayuda del jesuita Petisco. El resultado pretende ser una “versión perifrástica” pero solo el NT. ¡ Hay mas de 10.661 añadiduras al texto original! De 1873 a 1856, las Sociedades Bíblicas divulgarán también el texto revisado de Torres-Amat. Pero a partir de 1845 el texto que se impondrá – varias veces retocado – es el de la Reina-Valera: revisión del Lucena (1862) y A. de Mora y H.B. Pratt (1865).
- El misionero metodista en Andalucía, Guille
rmo Rule, traduce del texto griego de Griesbach el NT, con extensas notas filológicas y exegetitas (imprimiendo los Evangelios en 1841 en Gibraltar, y Hechos-Apocalipsis en Londres de 1877 a 1880). - Otro misionero, Guillermo Norton, hace una traducción muy literal de NT (“Las Escrituras del Nuevo Pacto”), ayudado por el padre de la prensa protestante española, Juan Calderón (que había sido un fraile en Alcanzar de San Juan, siendo convertido en Bayona, intentando formar una iglesia española en Londres en 1821, donde muere el año 54. Después de editar el primer periódico protestante español, “El Catolicismo Neto” en 1849), y Lorenzo Lucena (excura cordobés, que enseñaba teología en Sevilla hasta ser admitido por la Iglesia Anglicana en Gibraltar en 1836, pastoreando la iglesia de habla española del Peñón hasta 1848, que es misionero entre los hispanos de Liverpool, siendo profesor de español en Oxford desde 1858 a su muerte al año 81).
- El prócer evangélico, Luis de Usoz y Rió, traduce Isaías del texto hebreo de Van der Hoogt en 1863, siendo incluida su versión en la Biblia Popular (editada por Lawrence en Barcelona en 1882), en el lugar de la Reina-Valera.
- Por encargo de la Sociedad Bíblica Americana, el misionero presbiteriano H.B. Pratt (ayudado por Mora y otros colaboradores) hace la segunda versión evangélica de toda la Biblia de 1876 a 1893 (revisada en 1929).
- El misionero alemán en Madrid, Federico Fliedner, hace una nueva versión del NT (1885-1900), ayudado por dos profesores de su colegio, El Porvenir. Lo mismo hace con el AT, el primer obispo reformado español, Juan Bautista Cabrera y el ex confesor de la reina, Cipriano Tornos (impreso en Madrid en 1905). En 1909 se revisa la RV, uniformando las anteriores correcciones.
- En 1919 se hace la Versión Hispano-Americana de NT, sobre el texto griego de Nestlé, patrocinada por las Sociedades Bíblicas británica y americana.
- En 1919 un pastor bautista suizo, Pablo Besson, afincado en Argentina, hace un nuevo traducción del NT. “Jesús de Nazaret. Armonía de los cuatro Evangelios,” es una versión del francés de Albricias, impresa en Lausana en 1922.
- Hay una nueva versión evangelica en catalán de NT (1929-37), hecha por los pastores Mora, Capó y Felip, que es truncada por la guerra civil.
- La primera versión católica, directamente de los originales, es de los 4 Evangelios (seguidos por Hechos y Romanos), y fue hecha por García Hugles en Madrid (1924).
- En Cataluña salen los primeros tomos de la Biblia de Montserrat de 1926 al 1935, y los de la Fundación Bíblica Catalana (financiados por el político Francisco Cambó) de 1928 al 36, truncada por la guerra civil.
- Los dominicanos hacen la famosa Biblia Nácar-Colunga en 1944, que es la primera versión sobre los textos originales. Esta edición ha sido corregida unas 67 veces, más 30 de NT.
- La Sagrada Biblia Bover-Cantera es una versión crítica, apta para el estudio, sobre los textos originales, hecha por los jesuitas tres años después que la Nácar-Colunga, pero publicada por la misma editorial. Refleja mejor el original, y sus abundantes notas son de carácter arqueológico y filosófico para el AT, pero antiprotestante. Solo tuvo 6 ediciones, y a partir de 1975 se llama Cantera-Iglesias, tras una profunda revisión, que acentúa su carácter erudito. Hay una 2º edición en 1979.
- En Buenos Aires, Juan Straubinger hace una versión católica, que aparece en 1944, y aparece en Nueva York una revisión gramatical de la Versión Latinoamericana de NT (1953). En 1962 se hace otro NT en Toluca, México.
- Tras una edición malograda de una versión popular del NT, editada en Segovia en 1954, Felipe de Fuenterrabia traduce el NT, que es pública en Estella en 1961.
- El mismo año un equipo dirigido por el jesuita Félix Puzo hace una Biblia, publicada por Muntaner y Simón en Barcelona.
- La RV es revisada en 1960, conservando la traducción original, pero modernizando el lenguaje, e introduciendo correcciones criticas.
- Los católicos hacen una nueva Biblia para Ediciones Paulinas en 1964, bajo la dirección de Evaristo Martín Nieto que recoge parte de los trabajos de la versión malograda de AFEBE en Segovia.
- Ese mismo año aparece una edición popular de Herder.
- Un año antes los Testigos de Jehová sacan su particular distorsión del texto bíblico, en su mal llamada “Traducción del Nuevo Mundo”, con su peculiar manipulación de ciertos pasajes, en la versión más ilegible que existe en castellano.
- La Biblia de Jerusalén se publica en Bilbao en 1967, siguiendo las normas de la escuela de traducción francesa, cuyas instrucciones y notas reproduce. El texto castellano se debe a J.A. Urbieta, e intenta reflejar los originales con fidelidad, corrección y pulcritud. La 2º edición (1975) ha sido revisada, y aumentadas sus notas considerablemente.
- Ese mismo año 67 sale el NT ecuménico de Herder (Barcelona), hecho por 3 especialistas protestantes y 4 católicos, bajo la dirección del capuchino Serafín de Ausejo. La 1ª edición fue pagada por la comunidad de Taize para su distribución gratuita en Hispano-América (las otras en plan comercial).
- La Sociedad Bíblica hace su famosa Versión Popular del NT, “Dios llega al hombre” en 1966, especialmente pensada para el publico latinoamericano (la primera versión española es de 1971). Se edita por las Sociedades Bíblicas Unidas en dos versiones (con y sin apócrifos).
- “La Biblia al día” es una paráfrasis de la Living Bible Internacional, editada por Mundo Hispano.
- En 1967 sale otra traducción católica, el “Libro de la Nueva Alianza”, con la misma orientación popular.
- El año 1971 aparece “La Biblia en Latinoamérica”, con numerosas guías y notas.
- Un año después aparece una nueva paráfrasis del NT, bajo el terrible titulo de “Lo que importa es el amor”.
- Un año anterior otra traducción personal e independiente, compite por despistar con el titulo: “Amor y lealtad” (editada por el autor, Migüelas en Madrid, pero con “imprimátur” de Washington).
- El año 1972 sale otra Biblia Latinoamericana, bajo la dirección de dos curas chilenos, Ricciardi y Hurault.
- “El Nuevo Testamento viviente” es una adaptación española de las paráfrasis de la Living Bible de Kenneth Taylor, publicada en España por la editorial de Miami, Logoi, en 1972.
- Un año después aparece en NT de la Biblia de las Américas, publicada por la Fundación Lockman de California, con referencias y notas exegetitas, siguiendo el texto griego de Nestle (23ª edición).
- La Nueva Biblia Española es obra de un equipo encabezado por dos prestigiosos especialistas católicos, Luis Alonso Schokel (que el año 93 hace “La Biblia del Peregrino”) y Luis Mateos.
- Aunque el NT apareció en 1966, la Biblia completa aparece diez años mas tarde. Una traducción para ser leída, libre y literatura. La 2ª edición es de 1977 (Madrid, Cristiandad).
- En el 1977 se retoca la ortografía de la Reina-Valera, en un esfuerzo editorial de CLIE (Terrassa, España), que se presenta como una nueva revisión.
- Lo mismo ocurre en el 1986. Hay otra versión “Actualizada” de Mundo Hispano (El Paso, Texas), primero del NT en 1986, luego de toda la Biblia (198
9). Todas ellas son revisiones anónimas, con ligeras variantes. - El Nuevo Testamento de la proyectada Biblia Internacional aparece el año 1978, rodeado de polémicas, obra de un grupo anónimo de católicos y protestantes, editada por dos editoriales católicos y por primera vez en España por la Sociedad Bíblicas protestantes. Tiene su equivalente catalán en el Nou Testament, publicada en Barcelona en 1979.
- En el 1979 aparece el NT de la Nueva Versión Internacional (después del Evangelio de Juan, 1975), una interesante versión evangelica con breves notas exegetitas de Francisco Lacuela, publicada en Terrassa por “Escrituras en abundancia”.
- El año 1980 aparece el NT traducido, introducido y anotado por el conocido crítico bíblico católico español, José Maria González Ruiz, basada en la equivalencia dinámica, la originalidad y la perspectiva de la teología liberal.
- Ese año (1980), sale en Buenos Aires, “El Libro del Pueblo de Dios”, traducida y profusamente anotada por Armando J. Levoratti y Alfredo B. Trusso.
- En el 1988 aparece otro NT, sobre una traducción revisada de la Casa de la Biblia del año 1961, por un equipo dirigido por Santiago Guijarro.
- Otra Biblia renovada es de la de Evaristo Martín Nieto, que publica en Madrid Ediciones Paulinas, bajo los modernos principios de equivalencia dinámica.
- Al euskera, ya hay una versión evangelica del NT de Juan de Leizarraga, publicada en La Rochelle en 1571. Los Evangelios son traducidos por el Dr. Oteiza en 1838 y por Brunet en 1870 a 1880, editados por las Sociedades Bíblicas protestantes. El fraile Raimundo de Olavide traduce toda la Biblia en Bilbao en 1958, y Olariag, “Itun Berria” en 1978.
- Los Salmos salen en gallego en 1966, por medio de Isaac Alonso, y el NT 8 años más tarde, por Avelino Gómez Ledo, del griego original.
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