El Corán prohibe hacer preguntas
Algo que siempre me llamó la atención de la religión del Islam es que los seguidores tienen prohibido hacer preguntas. Veamos una cita del libro sagrado del Islam, el Corán:
¡Creyentes! No preguntéis por cosas que, si se os dieran a conocer, os dañarían. Si, con todo, preguntáis por ellas cuando se revela el Corán, se os darán a conocer y Alá os perdonará por ello. Alá es indulgente, benigno. Gente que os precedió hizo esas mismas preguntas y, por ellas, se hizo infiel. (Corán 5:101-102)
Claramente tenemos aquí una prohibición de hacer preguntas. Es común que nuestros amigos musulmanes hagan referencia a este pasaje cuando alguien plantea dudas o interrogantes sobre el Corán o la religión islámica en general. Es evidente que en el pasado muchos de los que plantearon preguntas, al no recibir una respuesta adecuada abandonaron el islam.
Las pruebas del Jadiz
Los Jadices, o “Segunda Inspiración”, documentan que Mahoma invitaba a que le hicieran preguntas, pero cuando alguien le preguntaba algo que no podía contestar, se encolerizaba. Es claro que el profeta tenía una actitud muy negativa con respecto a las preguntas. Esta actitud ha sido transmitida a través del tiempo. Tal es así, que si alguien entra en un centro islámico a pedir literatura y comienza a preguntar sobre las incoherencias, ambigüedades y contradicciones del Corán, de inmediato le van a señalar el pasaje en cuestión.
El Jadiz de Bujarí, la mayor autoridad en el mundo de los eruditos islámicos después del Corán, registra en el Tomo 2, Libro 24, no. 555, y Tomo 3, Libro 41, no. 591, que el profeta dijo:
“Alá los ha odiado … (por) hacer demasiadas preguntas“.
El tomo 1, no. 30, explica que el profeta primero les invitaba a postular cualquier pregunta que ellos (sus seguidores) le hicieran, pero el Tomo 1, Libro 3, no. 92, explica que el profeta se enfurecía ante las preguntas que no podía contestar. Cuando la gente “veía la furia en el rostro del profeta”, a menudo retiraban la pregunta. ¡Con razón la gente aprendió a no hacer preguntas!
El contraste con Jesús
¡Qué diferencia entre Mahoma y Jesucristo! El Nuevo Testamento nos presenta a Jesús siempre dispuesto a responder preguntas de sus discípulos, de extraños, y hasta de sus enemigos.
1 Pedro 3:15 da mandamiento a los cristianos de estar siempre preparados para responder preguntas u objeciones sobre la esperanza de nuestra fe.
Un ejemplo de desobediencia al Corán
Navegando el internet he visto que existen páginas, tanto en español como en inglés, que invitan a hacer preguntas sobre el islam. Es claro que los administradores de estas páginas están en clara violación del mandato del Corán.
Un ligero vistazo de estas páginas nos muestra que la mayoría de las preguntas que responden son de carácter interno, y ninguna es pertinente al cuestionamiento del Corán, los Jadices o la fe del Islam.
Tampoco hay garantía de que contesten todas las preguntas. Yo mismo he presentado preguntas y nunca he recibido respuestas. Esto significa que no tienen respuestas para algunas preguntas. Este es el talón de Aquiles del Islam, y Mahoma o los autores del Corán lo sabían muy bien, de ahí la prohibición de hacer preguntas.
Cuando una religion prohibe a sus seguidores plantear preguntas, significa que muchos de sus reclamos son falsos o no tienen una explicación satisfactoria que coincide con la realidad. También significa que esa religión no tiene coherencia interna. Coherencia interna equivale a ausencia total de contradicciones internas (dentro del mismo sistema). Yo sostengo que ese es el caso del Islam.
Por ejemplo: El Corán dice que Alá creó al hombre de un coágulo de sangre:
“Recita en el nombre de tu Señor, Que Ha creado, ha creado al hombre de sangre coagulada”. (Corán 96:1-2)
Pero el Corán también dice que Dios creó al hombre de la arcilla:
“El Es quien os creó de arcilla …” (Corán 6:2; 7:12)
El Corán también dice que el hombre fue creado del agua:
“El es quien ha creado del agua un ser humano, haciendo de él el parentezco por consanguinidad o por afinidad. Tu Señor es omnipotente”. (Corán 25:54)
Estas son contradicciones internas que indican que el origen del Corán no fue la mente de Dios, sino la mente de un hombre, Mahoma.<>
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