Artículo por Pablo Santomauro cr 2009
Rick Warren
Gran Mufti de U.S.A.
El Pastor Rick Warren nos tiene tan acostumbrados a sus baldazos de agua fría que ya los recibimos como si fueran gratas duchas de agua tibia. El más reciente shock en torno a su persona es la noticia de que Warren concertó su participación como orador en la Convención Anual de la Sociedad Islámica de Norte América (ISNA por sus siglas en inglés), a llevarse a cabo del 3 al 6 de Julio en Washington D.C.
ISNA es una organización musulmana de fachada moderada, pero que en realidad tiene sus raíces en la nefasta Hermandad Musulmana, un camaleón que cambia de colores según la ocasión. Según el momento histórico, las circunstancias y el grado de poder político que esgriman, la Hermandad puede pregonar paz y condenar la violencia, así como emplear la violencia ellos mismos, siendo su accionar en Egipto un claro ejemplo.
Esta política es exactamente la que trasluce cuando observamos organizaciones como ISNA. Por un lado posan de moderadas o “reformistas” para tapar el ojo, y por el otro albergan en su seno los más radicales principios del Islam. De acuerdo con el experto en terrorismo Steven Emerson,
ISNA “es un grupo radical bajo la apariencia de moderación. Organiza convenciones anuales donde la plataforma es usada para incitar a la violencia y promover el odio”[1]. Por ejemplo, Yusuf Al-Qaradhawi, simpatizante de Al Qaeda, ha sido uno de sus oradores. ISNA ha organizado colectas para financiar la defensa legal del líder de Hamás Mousa Marzook, ha condenado el embargo impuesto por el gobierno de los EEUU a las cuentas bancarias de Hamás y la Palestinian Islamic Jihad, y publica la revista Islamic Horizons, “donde seguido se proclama doctrina islámica militante”[2].
Un invitado frecuente a las convenciones de ISNA es Hamza Yusuf Hanson. En la convención de 1995 Hanson expresó:
“Los judíos nos quieren hacer creer que Dios ha jugado favoritos con esa pequeña tribu en el medio del desierto de Sinaí y que el resto de la humanidad es basura. Quiero decir que ésta es la doctrina básica de la religión judía y por ello es la religión más racista”.[3]
A partir del 11 de noviembre de 2001, al igual que otros radicales, Hanson ha adoptado un disfraz de moderación, como corresponde al principio islámico llamado Taqiyya, la tarea sagrada de mentir por parte de los musulmanes acerca de las creencias, los métodos y los objetivos del Islam a los que no son musulmanes.
Taqiyya, en lenguaje honesto (sarcasmo de lado) se traduce como mala fe, engaño, enemistad con la verdad, promesas falsas, evasivas, falsa moderación y lágrimas de cocodrilo por las víctimas de los terroristas. Taqiyya elimina toda posibilidad de diálogo entre el Islam y otros sistemas de creencia. ¿La razón? El infiel (usted y yo) nunca sabremos si lo que nos dicen es la verdad o un paquete de mentiras.
En el Islam es perfectamente aceptable mentir y engañar al kafir (infiel) porque esta religión está en un estado permanente de guerra contra los no musulmanes y el engaño es una táctica legítima para ellos. La palabra o la promesa de un musulmán a un kafir no vale nada ante los ojos de Alá, es decir, no acarrea consecuencias si es quebrantada.
Taqiyya es un recurso muy usado por los líderes del Islam a nivel internacional en sus negociaciones con los gobiernos de occidente y en el plano local cuando los musulmanes son minoría en una nación. Este es el juego de ISNA y otras organizaciones musulmanas en los EEUU.
Ahora que ya sabemos la estrategia de ISNA para lograr avances en nuestra sociedad a nivel político, cultural y social, podemos preguntarnos: con qué propósito Rick Warren se presta a participar en el evento próximo de ISNA como ya lo ha hecho en otros contextos también musulmanes. Todo está calculado meticulosamente.
¿Ha escuchado usted de la boca de Warren la necesidad por una “Segunda Reformación”? ¡Claro que sí! Esta designación es sinónima de la Nueva Reforma Apostólica.
La Teología del Dominio
Los líderes de este movimiento adhieren a la Teología del Dominio. Un aspecto clave de este pensamiento es la convicción de que la Biblia da a la iglesia el mandato de obtener dominio sobre las estructuras sociales, económicas y culturales de este mundo antes de que Cristo vuelva.
Rick Warren promueve esta idea aunque en forma solapada. Su estrategia requiere una especie de red asociada entre iglesias, gobiernos y corporaciones a los efectos de crear un nuevo mundo en preparación para el retorno de Jesucristo.
En otras palabras, es la iglesia la que debe establecer el reino físico de Dios en la tierra. La Teología del Dominio de Warren está hábilmente entretejida con una mercadotecnia cuyo objetivo es poner pie en los países con el supuesto propósito de llevar a cabo misiones compasivas.
A medida que pasa el tiempo, el mismo método puede ser llamado con diferentes nombres. El término de boga que usa Warren ahora es “Transformación”. Reitero, el objetivo es llegar a tomar control de las estructuras de este mundo para establecer la teocracia global. Sólo entonces retornará Cristo.
A partir de esta idea es que Rick Warren y otros ministros postmodernistas han creado un nuevo paradigma para encarar la misión evangelística. El nuevo modelo ha dejado la palabra de Dios a un lado del camino y se enfoca en crear nuevas relaciones y amistades mediante los esfuerzos de hombres a través del Congreso para la Evangelización del Mundo, el Pacto de Lausana, y otros.
Nada nuevo, la gente de la Nueva Reforma Apostólica con lunáticos como C. Peter Wagner, Cindy Jacobs y Luis Bush han venido trabajando en esa dirección por largo tiempo. A mis hermanos evangélicos que aun no han visto esto, les pido que se despierten porque se les escapa la tortuga.
Dos puntos finales. Primero, la Teología del Dominio es una aberración, por no decir herejía. La Biblia nunca enseña que un grupo selecto de apóstoles, profetas o gigantes espirituales conquistarán la tierra para establecer el reino de Dios. Por el contrario, las Escrituras nos hablan de un mundo que irá de mal en peor hasta que Cristo venga a instalar su reino físico y literal.
Segundo, es claro, en mi opinión, que cuando Warren participa en estos eventos es movido por su teología del Dominio. Por medio de la participación en simposios como estos piensa que va tejiendo la red de asociaciones con diferentes grupos y líderes necesaria para lograr la “transformación” del mundo.
En el análisis final tenemos aquí dos facciones, por un lado, la clásica hipocresía de los militantes del Islam obrando para implantar la ley islámica en todo el mundo, y por el otro, los dominionistas como Rick Warren implementando su estrategia para llegar a la utopía de su imaginación.
Lamentablemente, en el camino va dejando su integridad, y aun peor, pedazos del Evangelio. Oremos porque este hombre abra los ojos, renuncie a su arrogancia y su teología aberrante, y vuelva al verdadero evangelio de Cristo. Pienso que alguna vez lo conoció. <>
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