Dios En Las Situaciones Críticas De La Vida
El paisaje era imponente. Ver la cordillera de los Andes desde un Boeing 747 es una experiencia inolvidable. Regresaba de Chile y, mientras disfrutaba de esas imágenes dignas de una postal, recordé aquel terrible 13 de octubre de 1972, cuando un avión uruguayo cayó en esas mismas montañas.
La noticia entristeció a América Latina y a todo el mundo, porque el avión llevaba a bordo a un equipo de rugby y sus acompañantes, un total de 45 personas. Después de diez días de intensa búsqueda inútil, las autoridades suspendieron sus actividades y las dieron por perdidas. Sin embargo, dieciséis de ellos sobrevivieron luego de vivir 70 días de extremo frío y hambre. Fueron rescatados el 22 de diciembre por un helicóptero de la fuerza aérea de Chile.
Entre las muchas discusiones que provocó el suceso, estaba la cuestión de la fe en Dios y las oraciones diarias de los jóvenes, que aseguraron que el trágico accidente y la odisea que vivieron despertaron más fe en ellos. Los que eran religiosos, se hicieron más fervientes, y aquellos que no creían, ahora llegaron a ser cristianos.
Durante la Segunda Guerra Mundial un dicho popular entre los soldados aliados era: “en las trincheras no hay ateos”. He estado junto a hombres y mujeres en su lecho de muerte, llorando y pidiendo la misericordia de un Dios al que siempre ignoraron y hasta a veces burlaron.
La pregunta que hago es: cuándo uno se encuentra cara a cara con la muerte, ¿por qué vuelve a Dios y no a la filosofía ateísta? ¿Por qué busca a Dios y no las cosas que hasta ese momento sostenían su vida, como el dinero, placeres, títulos, etc.?
En vez de sacarnos de nuestro buen juicio, las situaciones críticas suelen ponernos en contacto con la realidad. Las máscaras del fingimiento, la arrogancia y el prestigio frente a la sociedad ya no tienen valor. Cuando estamos en crisis buscamos en la profundidad de nuestro ser para encontrar lo que realmente creemos, porque necesitamos una respuesta firme que nos dé significado a la vida.
En situaciones así, conozco muchas personas que se volvieron a Dios, pero ninguna que se volviera al ateísmo.
Pero Dios no quiere ser sólo el salvavidas cuando parece que usted se está ahogando. ¡Él quiere ser parte de toda su vida, intervenir en su historia, cambiar sus lágrimas en risas, sus derrotas en victorias, sus tristezas en alegrías! Dios le ama de tal manera que quiere que usted sea feliz y viva una vida plena y abundante.
¡Búsquelo hoy! ¡No espere que llegue una crisis a su vida! ¡El camino es Jesús!
¡Vivamos una vida al 100%!
Usado con permiso -Por el Pastor Rubén Kassabián; jesus100x100vida.org
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