El Código Real, una Real Patraña
Realmente duele enterarse que como cristianos evangélicos que hemos usado la Biblia en español por tanto tiempo, en realidad hemos venido leyendo un Nuevo Testamento pervertido, plagado de errores, con adiciones espurias por parte de gentiles malintencionados, y con pasajes que han sido mal interpretados debido al desconocimiento de sus raíces hebraicas. Además, las sucesivas traducciones a otros idiomas fueron otro factor contaminante porque los traductores insertaron sus ideas en el texto. ¡Pero no temáis! “El Código Real” ha venido al rescate para recuperar lo que se había perdido del Nuevo Testamento. Ahora tenemos a nuestra disposición una versión inmaculada que vuelve a las raíces hebraicas del texto original, ya que los manuscritos originales fueron escritos en hebreo, no en griego.
Si usted se cree todo esto, yo tengo un elefante verde para venderle, pero es lo que afirman los distribuidores de El Código Real, una de las peores y más tendenciosas traducciones surgidas recientemente. Tan engañosa es esta biblia, popular entre los judíos mesiánicos latinos adherentes de la rama fundada por Dan Ben Avraham, que ha superado en atrevimiento y falsedades a la Traducción del Nuevo Mundo de los Testigos de Jehová.
La siguiente es una versión publicitaria en audio de la página oficial de esta peligrosa e indocta traducción, que hoy por hoy se trata de presentar a un pueblo cristiano desprevenido como un trabajo académico legítimo.
“¿Sabía usted que el nombre verdadero de Jesús de Nazaret es Yeshúa Ben Joseph? ¿Sabía usted que su oficio no fue carpintero, sino artesano? ¿Sabía usted que el maestro de Galilea nunca habló latín ni griego, sino hebreo? ¿Y que han aparecido manuscritos hebreos del NT más fieles a la verdad del maestro? Si usted es un admirador de Jesús y de sus enseñanzas, ésta es la mejor oportunidad de conocer en profundidad su doctrina. El Código Real, primera versión hebraica del Nuevo Testamento en español … el Código Real pone a su alcance la mejor versión jamás escrita del Nuevo Testamento. Puede solicitarlo hoy mismo al teléfono que sigue, la página de internet o en su libreria preferida …” [1]
El promo es un intento para confundir al oyente, bastardear la persona de Jesús, socavar la integridad del texto bíblico y plantar dudas en el creyente. Primero confrontemos brevemente la ridiculez de que “el nombre verdadero de Jesús es Yeshúa Ben Joseph”. Este reclamo es típico de la mentalidad sectaria que predomina en algunos grupos. Piensan que poseen una revelación que otros no tienen y usan esas cosas demagógicamente para atraer crédulos a su organización.
En verdad, en el NT existen sólo dos referencias a Jesús como “el hijo de José”, una en boca de Felipe, cuando los futuros discípulos aun ni sabían a ciencia cierta su origen Divino (Jn. 1:45), y la segunda de parte de sus enemigos que no creían que él era el Hijo de Dios (Jn. 6:42).¿Cuál es el propósito de una afirmación como ésta? Sólo podemos pensar que es una forma de preparar el terreno para robar a Cristo de su Deidad, algo que El Código Real hace a través de todas sus páginas, como viene demostrando César Vidal Manzanares en sus artículos [3].
El segundo reclamo que parlotea el relator del promo es que su oficio no fue carpintero, sino artesano. Existe una teoría de que la definición de la palabra tekton usada para designar el oficio de Jesús puede abarcar desde un artesano especializado en madera hasta alguien que es un albañil, maestro constructor o cantero. Strong #5045 da como acepción primaria, “el que trabaja la madera, un carpintero, carpintero de obra, constructor, constructor de barcos”. Como segunda definición tenemos, “cualquier artesano incluyendo un poeta o compositor de canciones, un autor”[2]. Vemos aquí que “carpintero” es una buena traducción porque la palabra abarca las variantes y acoplamientos de la profesión, incluyendo el uso de la piedra. Pero lo que debemos destacar es que los distribuidores de El Código Real (C.R.) toman ventaja del amplio espectro de la palabra para crear una ilusión y convencerlo a usted de que las traducciones del NT que usted ha leído hasta ahora no son de fiar, lo han engañado todo este tiempo, y debe comprar el C.R. para tener la verdad”.
El tercer “Sabía usted” afirma con una autoridad papal que Jesús no hablaba latín ni griego, sino hebreo. Esta es una especulación absurda y carente de pruebas. Las evidencias bíblicas e históricas indican con un alto grado de probabilidad que Jesucristo hablaba hebreo, arameo y griego, éste último siendo la lengua franca de la época. Los cuatro evangelios narran la conversación entre Pilato y Jesús. ¿Qué idioma usaron? No se menciona nada de un intérprete. La inferencia es que siendo Pilato un oficial romano, no hablaba ni hebreo ni arameo. El griego debió haber sido el lenguaje de la conversación. Es de suponer que durante el juicio frente a Pilato, mucho más de lo que registra la Biblia fue dicho. Es obvio que Jesús habló en griego frente a Pilato. El único otro lenguaje que pudo haber sido usado sería el latín, pero difícilmente hebreo o arameo.
Jesús también tuvo una conversación con un centurión romano, un gentil (Mt. 8:5-13, Lc. 7:2-10; Jn. 4:46-53). El diálogo por seguro fue conducido en el idioma griego. Lo mismo debió haber sucedido con la mujer griega en la región de Tiro y Sidón (Mr. 7:26). Los griegos que querían hablar con Jesús primero hablaron con Felipe (Jn. 12), el mismo Felipe que era de Galilea de los gentiles y quien obviamente hablaba griego. Habiendo crecido en Galilea, tanto Jesús como sus discípulos,
por seguro hablaban arameo, hebreo y griego. Esto se debía a que la zona de Galilea era un centro comercial de intercambio internacional muy activo. En lugares como estos, la lengua comercial (de negocios) era el griego. Dos de sus discípulos fueron conocidos por sus nombres griegos, Andrés y Felipe.
Entre muchas otras evidencias, encontramos que la palabra usada por Jesucristo para referirse o los fariseos – hipócrita – es de raíz griega y no tiene traducción al hebreo o arameo (hypo-krites).
Conclusión: El idioma griego fue la tercer lengua hablada por Cristo y los apóstoles, y era muy popular en Galilea, como es fácil de comprobar. Sumado esto al hecho de que existen cientos de manuscritos, entre ellos los más antiguos, todos en griego y ninguno en arameo o hebreo, inferimos con un alto grado de certidumbre que los documentos originales del NT fueron escritos en griego, y esto nos lleva a nuestro último punto.
El cuarto “Sabía usted” busca atrapar incautos que crean que “han aparecido manuscritos hebreos del NT más fieles a la verdad del maestro”. Esta es una mentira envuelta en la piel de una verdad. Sí existen manuscritos hebreos, particularmente del Evangelio de Mateo, pero datan de los siglos 14 y 16.
El Shem Tob o Shem Tov Mateo (1385) se encuentra dentro de otra obra llamada Eben Boham (Piedra de Toque), escrita por Shem Tob ben Shaprut , un médico judío de Aragón, España. El Eben Boham es una obra anti-cristiana escrita por un médico enemigo del cristianismo. Curiosamente, el manuscrito hebreo de Mateo que este hombre cita, se perdió, por lo cual se duda de que alguna vez haya existido. El texto contiene serias diferencias con los manuscritos griegos y está adaptado para reflejar el pensamiento judío. Parecería que nuestro doctor hizo varias cirugías y transplantes con el texto (ejemplos pueden ser dados si alguien los requiere).
El segundo manuscrito hebreo de importancia es conocido con el nombre de du Tillet Mateo, en honor a Jean du Tillet, un obispo francés que lo halló en Roma en 1553. Contiene desviaciones y recortes similares al Shem Tob. Los eruditos de reputación consideran que este Mateo fue copiado, con excepción de los cambios clásicos que reducen o eliminan la Deidad de Cristo, de los textos griegos de la antigüedad.
El tercero es el Manuscrito Munster (también de Mateo), recibido por Sebastián Munster de manos de judíos que él había convertido al cristianismo en el decenio de 1550. Estos judíos, aparentemente, usaban el texto con el objetivo de refutar y atacar la fe cristiana. Munster notó que el texto estaba corrompido y se dio a la tarea de corregirlo, pero nunca usó recursos gramaticales para indicar qué partes corrigió o agregó, por lo que el texto es inservible para cualquier análisis de crítica textual.
Encontramos así que la base textual para el Código Real es realmente un terreno de arenas movedizas sobre el cual ningún traductor decente se arriesgaría a construir. Estos tres manuscritos medievales son una caricatura cruenta de la Palabra de Dios y provienen de fuentes radicalmente opuestas al cristianismo, específicamente el judaísmo, una religión de rechazo incompatible con el Evangelio. Es increíble que los creadores del Código Real se atrevan a reclamar que el libro es “la mejor versión jamás escrita del Nuevo Testamento”. <>
Notas:
1. http://codigoreal.com/audiolist.htm
2. http://www.studylight.org/lex/grk/view.cgi?number=5045
3. http://www.protestantedigital.com/new/lavoz.php?699
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