Los que han creído en un Dios del cielo y de la tierra han sido perseguidos continuamente por autoridades y reyes desde el principio. Pero cuando hablamos de las persecuciones cristianas primitivas estamos hablando del tiempo después del sufrimiento y persecución de Jesús (en español) por su Iglesia – su muerte en la cruz. El pagó con su propia sangre perfecta, sin pecado, el precio por nuestros pecados, los soldados le escupieron, le pegaron hasta tal punto que fue imposible de reconocerle, se fue humillado, y finalmente fue crucificado como un criminal endurecido. Después de estar muerto por tres días, resucitó y ahora vive y está a la mano derecha de Dios el Padre dónde gobierna y reina con Él.
Ahora Cassiel Sophia (en español) dice que muchos de los grupos gnósticos eran cristianos y afirmaban que Jesús era el Salvador y enseñó lo que ellos predicaban pero también existían grupos gnósticos que no eran cristianos que disputaron la atención del público a los primitivos cristianos. Por ejemplo, Los Maniqueos, quiénes eran gnósticos, reconocieron la divinidad de Cristo, pero creían que su mensaje había sido superado por las enseñazas del profeta Mani. De hecho, muchos de los gnósticos rechazaban la idea que Jesús tenía un cuerpo físico. Para ellos era imposible que un ser divino tuviese un cuerpo hecho de carne. Se puede ver en “Los Evangelios Gnósticos” (en inglés) que consisten de 52 textos descubiertos en Nag Hammadi, Egipto.
Amy Welboth (1) dice que había una colección en Nag Hammadi de 45 títulos diferentes, excluyendo las copias. Estaban escritos en el lenguaje egipcio (copto) traducido a caracteres griegos. Varios de estos manuscritos reflejaban creencias cristianas gnósticas. Había 53 textos divididos en códices que se remontan hacia el Siglo cuarto d.C. Estos se tratan de libros gnósticos como los Evangelios de Tomás y Felipe que fueron traducidos del griego al cóptico. En 367 d.C., el obispo Atanasio de Alejandría emitió un decreto prohibiendo la escrituras no aprobadas por la Iglesia que incluyeron los Evangelios Gnósticos. Entonces algunos monjes locales copiaron unas 45 de esas escrituras y las escondieron en una urna hasta fueron encontrados unos 1.600 años más tarde en Nag Hammadi.
Elaine Pagels explora los documentos gnósticos y sus implicaciones en su libro “Los Evangelios Gnósticos”. Otros libros Gnósticos eran el “Protoevangelio de Santiago” y el “Evangelio de primera infancia, de Tomás” que habla de Jesús cuando era niño. Esto libros se llamaron “evangelios apócrifos” pero en realidad eran “evangelios gnósticos”. Los documentos del Nuevo Testamento fueron escritos entre 60 a 100 d.C. pero muchos de los textos gnósticos fueron escritos entre 160 a 200 d.C. (2). Y Marcos y Luisa Zwick (en español) dicen, “no hay forma de saber con precisión que fueron escritos mucho antes del 350, cuando fueron escondidos”.
Norman L. Geisler y Ron Brooks (3) dicen que los Evangelios de Pedro y los Hechos de Juan no fueron escritos por los Apóstoles, sino por hombres gnósticos que pretendieron usar la autoridad apostólica de promover sus doctrinas. Dicen que nadie los aceptó como Escrituras para el “Canon”, menos las facciones gnósticos que los crearon. James L. Garlow con Timothy Paul Jones y April Williams (4) dicen que existen más de 40 documentos Gnósticos. Phillip Jenkins (en español) (5) describe la mitología gnóstica como muy diferente de la cristiandad: “Los gnósticos rechazaron completamente la tradición judía… Entrampados en materia y subordinados a los poderes del destino, los seres humanos fueron esclavos de las poderosas fuerzas cósmicas, o arcones – ‘gobernantes’ – una sujeción que podía ser superada liberando la chispa interior del divino dentro del creyente individual. Esto era logrado las prácticas místicas, encantamientos, y palabras de poder que permitirían al iniciado a ascender a los más altos dominios de luz y verdad. El gnosticismo ofrecía un sistema mitológico elaborado con una jerarquía de muchas fuerzas espirituales que juntas comprendían la ‘plenitud’ o pleroma, y Cristo era un ser dentro de esta gran colección…” Jenkins hace hincapié que “estos textos no-canónicos fueron escritos en un tiempo cuando la jerarquía episcopal estaba ya bien establecida, cuando las iglesias primitivas en casas eran una memoria distante, y cuando los Evangelios canónicos eran ya reconocidos como las principales autoridades sobre la vida de Jesús.” Paul F. Rack (en español) prominente en la iglesia presbiteriana, escribió “Una razón por la que se disolvió el gnosticismo fue su insuficiencia, en realidad falsedad, de su visión. Pocos de aquellos que romantizan el gnosticismo de hoy quieren ser recordados que muchas formas de gnosticismo fueron tan ‘espirituales’ que ellas expresaban la sospecha de un odio por la materia, y aun la creación misma era considerada como mala, producto de un semidiós malo. Este no es exactamente el fundamento sobre el que se construye una espiritualidad ecológica. Otra razón por el fracaso del gnosticismo es que los gnósticos fueron miserables mártires. Los gnósticos prontamente negaban su fe en Cristo cuando el gobierno imperial pidió que la afirmara. Si, como ellos creían, el cuerpo y la materia eran un mal y una ilusión, ¿por qué tendrían ellos que estar tan excitados sobre lo que le hicieran al cuerpo? Al escoger salvar su propio pellejo los gnósticos estaban debilitando su propio movimiento y al mismo tiempo alienando aquellos entre los ortodoxos cuyos amigos y familiares sí habían sido mártires.” (de “Exhuming Gnosticismo”).
El martirio tiene diferencias muy notables entre los ortodoxos y los herejes de los primeros siglos. Habían grupos gnósticos (en español) que rechazaban el martirio como los Basilianos y los Valentinianos. Todo era una apariencia. Ellos pensaron, ¿para qué padecer por Cristo? Ellos decían: «confesar a Dios con la muerte es un suicidio» Clemente de Alejandría (en español) Strom. IV, 4; S. Ireneo, Adv. hæres. III, 18,5; IV, 33,9). Los Valentinianos (en español) creían que el martirio y no podía agradar a Dios (Tertuliano, Scorpiac.) y los Basilidianos (en español) creían que por los tormentos sufridos por los mártires eran por causa del justo castigo por sus pecados cometidos en una vida anterior. Pero también otros gnósticos herejes exaltaban los mártires como los seguidores de Marción (en español) y los Montanistas (en español) (Eusebio, Hist. eccl. III, 12; IV, 15; V, 16; De Martyr. Palest. 10; Tertuliano, Adv. Marc. I, 27). Para los Montanistas, huir era casi igual con apostatar (S. Agustín, Epist. 185; Contra Cresconium III, 6; Teodoreto, Hæreticorum fabulæ IV,6). Se ve esto en el siglo IV con los Circunceliones, herejes africanos de una secta Donatista.
Al contraste de los gnósticos, los cristianos ortodoxos confesaban a Cristo valientemente. No vacilaban en absoluto. Ellos estaban lejos del fanatismo. Justino (en español) decía que los mártires confesaban la fe cristiana «para no mentir ni engañar a los jueces, nosotros confesamos a Cristo alegremente y morimos» (1 Apolog. 40) (6).
Una lista de mártires (en inglés) cristianos ortodoxos por Foxes’ Christian Martyrs of the World (Los Cristianos Mártires del Mundo por Foxe) o Foxe’s Book of Martyrs, 1926 Edition, páginas 1–32.
-
Stefan, apedreado en 34 d. C.
-
Aproximadamente 2.000 cristianos fueron mártires en Jerusalén durante este periodo de 34 d. C.
-
Santiago el Grande, el hermano mayor del Apóstol Juan fue decapitado por Herod Agrippa en 44 d.C. Agrippa no gustó las secta de judíos llamado “cristianos”. Durante su reinado Timo y Parmenas fueron mártires también.
-
Felipe, un discípulo de Betesda en Galilea, sufrió el martirio. El sobrevivió en Asia del Norte pero fue azotado in Frigia, arrojado en prisión, y más tarde fue crucificado (54 d. C.).
-
Mateo el recobrador de impuestos servio el Señor en Partía y en Etiopia dónde fue matado con un alberd (una arma con un astil con cuchillo en forma de una hacha con una lanza al final) en la ciudad de Nadaba, 60 d.C.
-
Santiago en menor, hermano de Jesús, que servio la iglesia en Jerusalén y escribió el libro de Santiago. El era un mártir con 94 años estando golpeado y apedreado por los judíos.
-
Mateo, el hombre que fue elegido para remplazar a Judas Iscariote como Apóstol fue apedreado en Jerusalén y después decapitado.
-
Andrés, el hermano de Pedro, predicaba al evangelio a las naciones Asiáticas y fue crucificad en una cruz en Edessa. Los extremos de su cruz fueron fijados transversalmente en el suelo, creando el termino “la cruz de San Andrés”.
-
Marcos fue convertido al cristianismo por Pedro y servio como “amanuenses”. El fue arrastrado en pedazos en frente de Serapis, el ídolo pagano, por la gente de Alejandría.
-
Pedro, el Apóstol, fue buscado por Nero para terminar su vida. Jerome dice que Pedro fue crucificado de boca abajo porque no creía que era digno de morir de la misma manera que Jesús su salvador.
-
Pablo fue perseguido muchas veces. El fue azotado, apedreado, y finalmente, Nero instigó que fue decapitado con una espada.
-
Judas, el hermano de Santiago el Grande, llamado Thaddeus, fue crucificado en Edessa en 72 d. C.
-
Bartolomé predicaba en muchos países y tradujo el Evangelio de Mateo en el idioma de la India. El fue golpeado cruelmente y crucificado por las idólatras.
-
Tomás, el dudoso llamado Dídimas, predicaba el evangelio en Parthia y en India. El se enojaba a los sacerdotes paganos y fue un mártir muriendo por una lanza que se golpeo de punta.
-
Lucas, autor de Lucas y los Hechos de los Apóstoles viajaba con Pablo a través de países diferentes. Según historias, fue colgado en un árbol olivo por sacerdotes idólatras de Grecia.
-
Bernabé, de Cipro, murió en 73 d.C.
-
Simón, el fanático, predicaba el evangelio en Mauritania, África y incluso a Gran Bretaña dónde fue crucificado en 74 d. C.
-
Juan, el Apóstol llamado “el amado”, fue enviado de Efesio a Roma. El fue lanzado a una caldera de aceite hirviendo pero se escapó de un milagro. Después fue desterrado a la Isla de Patmos por Domitian dónde escribió el libro de Apocalipsis. El murió en esta isla y fue el único Apóstol que escapó una muerte cruel.
Además hay información sobre las diez persecuciones (en inglés) mencionada durante 67 d. C. hasta 303 d. C. (antes del Concilio de Nicea en 325 d. C.).
Para más información sobre las persecuciones hoy mira a:
Notas:
-
“Descodificando a Da Vinci. Los hechos reales ocultos en El Código Da Vinci”, EDICIONES PALABRA, S.A. MADRID, 3. ª edición, octubre 2004.
-
“Baker Encyclopedia of Christian Apologetics” (Enciclopedia Baker de Apologética Cristiana) por Norman L. Geisler, Baker Books, 1999).
-
“Cuando Los Escépticos Pregunten: Un Manual de Evidencias Cristianas”, Editorial Unilit, 1995.
-
James L. Garlow con Timothy Paul Jones y April Williams, “The Da Vinci Code Breaker” (El Código Da Vinci Arrompido), Bethany House, 2006.
-
Phillip Jenkins , Hidden Gospels: How the Search for Jesus Lost Its Way, Oxford University Press, 2001. Protestante estudioso.
-
Foxe’s Book of Martyrs, 1926 Edition, páginas 1–32.
Deja un comentario