Preguntas recibidas
-
¿A qué luz se refiere Génesis en el relato del día primero de la creación si la luz física, o sea los cuerpos celestas, fueron creados en el día cuarto?
-
Si el cielo no es un lugar físico, ¿por qué existen tantas referencias en la Biblia y en nuestro lenguaje cristiano que lo ubican “arriba”?
-
¿Puede un niño ser poseído por un demonio?
-
¿Pierde la salvación la persona que se suicida?
-
¿Enseña 1 Corintios 3:16-17 que el cristiano que se suicida se pierde?
1) ¿A qué luz se refiere Génesis en el relato del día primero de la creación si la luz física, o sea los cuerpos celestas, fueron creados en el día cuarto.?
Génesis 1:3 dice: “Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz”. (día primero)
Génesis 1:14 lee: Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche ..” (día cuarto)
La objeción de los críticos de la Biblia consiste en que si el sol fue creado en el cuarto día, ¿cómo pudo haber luz en el primer día?
La respuesta es sencilla. Todo lo que se necesita para crear un ciclo de días y noches es una tierra rotando, y luz que venga en esa dirección. La Biblia dice claramente que Dios creó luz en el primer día, y también la tierra. Podemos suponer sin problemas que la tierra ya estaba rotando en el espacio en relación a esta luz creada. Dios puede crear luz sin depender de una fuente secundaria. Apocalipsis 21:23 dice que en los nuevos cielos y nueva tierra no habrá necesidad ni de sol ni de luna. En Génesis, Dios define día y noche en términos de luz o ausencia de luz, no necesariamente de sol o ausencia de sol (o cuerpos celestes o ausencia de cuerpos celestas). (para más información, ver http://creationwiki.org/Alleged_Biblical_contradictions)
2) Si el cielo no es un lugar físico, ¿por qué existen tantas referencias en la Biblia y en nuestro lenguaje cristiano que lo ubican “arriba”, siendo ésta una expresión que denota tiempo y espacio y que no se corresponde con el mundo espiritual y eterno de Dios? Cuando se dice arriba, subir, bajar etc, se le está asignando una ubicación física al cielo de Dios y creo que eso no es correcto ya que el mundo de Dios trasciende al tiempo, al espacio y la materia. Quisiera saber su opinión hermanos.
Es cierto que el cielo no es un lugar físico en el sentido de que las leyes de la física que rigen en este universo no son las mismas que rigen en la dimensión celestial. Esto no significa que en el cielo todo sea etéreo. Son numerosos los pasajes bíblicos que indican que en el cielo se conservan todos los sentidos humanos y existiremos en el futuro con un cuerpo resucitado y glorificado semejante al de Cristo luego de su resurrección, con la capacidad de existir en un ámbito multidimensional.
Si bien es cierto que en la Biblia se usan palabras como arriba, subir, bajar, etc., se debe tener en cuenta que la Biblia fue escrita por seres humanos bajo inspiración divina pero usando lenguaje común y corriente de la época y la cultura. Cuando los apóstoles vieron ascender a Cristo en las nubes, lo vieron hacer exactamente eso, ir hacia arriba. Fue por ello que Lucas describe la escena como la vieron los apóstoles.
Jesucristo mismo dijo: “Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo” (Juan 8:23). Aquí tenemos al Señor comunicándose con individuos del primer siglo a los cuales les hubiera resultado un tanto difícil comprender la teoría de la relatividad de Einstein.
Una de las pruebas por la inspiración divina de la Biblia es que su lenguaje y su mensaje permanecen totalmente comprensibles para los hombres de todas las épocas. Aún hoy, el más brillante astrofísico o el mejor experto en energía termonuclear entiende perfectamente lo que la frase “Jesucristo ascendió a los cielos” quiere decir, sin sentirse impulsado a formular ecuaciones en el pizarrón.
3) Usted ha expresado en ocasiones que de los niños es el reino de Dios y que no pueden ser poseídos por un demonio. Sin embargo, he visto que en Juan 9 Jesucristo realiza un exorcismo a un joven que según el padre había sido poseído por un demonio “desde niño” (Jn. 9:21). ¿Podría usted explicar esto?
Cuando un niño llega a la edad de responsabilidad moral, edad luego de la cual si llega a morir sin depositar fe en Cristo, es considerado no salvo, también puede ser poseído o al menos a ser hostigado por un demonio, especialmente si el niño se envuelve en las artes ocúlticas (la tabla Ouija, por ejemplo). El texto bíblico no nos dice la edad cuando el niño comenzó a sufrir la posesión, pero es posible suponer que ya había llegado a su edad de responsabilidad moral. Quizá estuvo en contacto con alguna forma de brujería común en esa época y ello derivó en posesión demoníaca. Entiendo que estoy especulando, y que hoy en día las posesiones demoníacas no son comunes como lo eran en el primer siglo.
4) ¿Pierde la salvación la persona que se suicida?
El Dr. Ron Rhodes escribió una breve perspectiva en el tema donde expresa que el suicidio es algo en contra de los mandamientos de Dios. El Sexto Mandamiento expresa: “No asesinarás”, o “No matarás” (Ex. 20:13). Este mandamiento está basado en la santidad de la vida humana. El hombre fue creado a la imagen de Dios (Gn. 1:26).
Algo a tener muy en cuenta es que “no matarás” no tiene un objeto (predicado) directo. En otras palabras, no dice: “no matarás a otra persona”, o “no matarás al prójimo”. Simplemente dice: “No matarás.” La prohibición incluye, por lo tanto, al prójimo y a uno mismo. Si bien es cierto que el suicidio no es el pecado imperdonable, no debemos olvidar que Dios prohibe el asesinato de cualquier tipo.
Los consejeros cristianos a menudo señalan que el creyente que toma su propia vida, cercena para siempre la oportunidad de ser testigo de Cristo y servir a Dios aquí en la tierra. Sumado a esto, el suicidio es unos de los actos más egoístas del ser humano. La persona sólo se preocupa de sus propios deseos e ignora los efectos trágicos que su suicidio puede traer a otras personas allegadas él. Las vidas de algunos personajes bíblicos son instructivas en el tema del suicidio. Hubo momentos en que ciertos siervos de Dios fueron severamente probados con tremendas situaciones que hasta llegaron a desear su propia muerte (1 R. 19:4). Pero estos individuos no resolvieron las cosas por su propia cuenta, sino que Dios los rescató de la situación. La lección aquí es que ante la desesperación debemos buscar a Dios, no cometer suicidio.
El apóstol Pablo ciertamente atravesó momentos difíciles (2 Co. 1:8). A pesar de ello, Pablo no sucumbió en la tribulación, no violó el mandamiento de Dios quitándose la vida, sino que confió y dependió de Dios para superar la prueba. Dios también nos sustentará y nos dará la victoria de la misma forma que lo hizo con Pablo.
5) Amados hermanos: Les agradezco vuestra pronta respuesta. Quisiera humildemente aportar y por favor corríjanme si estoy equivocado sobre el tema del suicidio: en 1º de Corintios 3:16-17 la Biblia dice que nuestros cuerpos no nos pertenecen ya que son templo del Espíritu Santo, y si alguno destruyere el templo Dios lo destruirá a él. Aquí claramente se expresa que para Dios el suicidio es castigado con la destrucción de la persona. ¿Se podría interpretar que tal destrucción se refiere al castigo eterno?
Estimado hermano:
Apreciamos su aporte y su punto de vista. Sin embargo, deseamos señalar que discrepamos amablemente con usted en la interpretación del pasaje señalado.
El contexto del pasaje indica que el apóstol viene tratando con divisiones en la iglesia de Corinto causadas por la inmadurez de los creyentes, quienes contendían en cuanto a cuáles líderes ellos preferían. Para hacerles ver su error, Pablo usa la ilustración de la planta, el riego de la planta y el crecimiento subsiguiente. En otras palabras, nadie es más que nadie en el cuerpo de Cristo y Dios es quien en última instancia levanta su obra.
La segunda ilustración se relaciona con la construcción de un edificio. Yo, dice Pablo, puse el fundamento (y ese fundamento es Cristo – Ef. 2:21) y los cristianos edificamos sobre ese fundamento. Acto seguido, Pablo anota que habrá un día en que daremos cuenta de cómo edificamos o qué materiales usamos para edificar. Para algunos habrá recompensas en el tribunal de Cristo (1 Co. 4:5; 2 Co. 5:10) y para otros, si bien serán salvos, habrá pérdida de recompensas.
Cuando llegamos a 1 Corintios 3:16 notamos que todo el desarrollo de Pablo indica que la referencia al templo del Espíritu Santo es una metáfora relacionada con la iglesia local, al igual que Efesios 2:21 y 2 Corintios 6:16. Si bien el Espíritu Santo vive en cada creyente (Jn. 14:16), el contexto aquí indica que Pablo se refiere a la iglesia local o iglesia como cuerpo de Cristo.
El v. 17, en efecto, apoya esta interpretación al hablar de aquellos que destruyen no el cuerpo individual del creyente, sino la iglesia local. Destruir (phtheirou), conlleva la idea de deshonrar o destruir. “[Dios] le destruirá a él” es una expresión mucho más fuerte que “sufrir pérdida”. Pablo está hablando aquí de gente que no es salva, que puede o no estar dentro de la congregación, y que de alguna forma obran para destruir, dividir o dañar la iglesia local.
Por último, corresponde señalar que no existe base exegética y/o her
menéutica para deducir que Pablo, en medio de una discusión sobre la supervivencia de la iglesia corporativa local, inserte el tema del suicidio. Ello conspira contra el desarrollo normal del tópico y la secuencia lógica de los pensamientos del apóstol.
Gracias nuevamente por su amable comentario.
Quedamos a sus órdenes.
Deja un comentario