¿Se salva la persona moral?
De ser moral es algo que muchos de los seres humanos tratan de ser. En muchas de las religiones y no religiones se ve esto en algunos como los ateos, los hindú, los judíos, los musulmanes, y los cristianos. La mayoria de ellos intentan ser moral. Su forma de ser moral es en no matar, no mentir, y no hacer daño a nadie. Y de ser moral implica que uno es libre de ser culpable y de sentirse vergüenza. En algunas culturas del occidente, de sentirse culpable es como de ser considerada una mala persona. Mientras en otras culturas como la de asia, ellos no enfocan tanto en la culpabilidad sino en la vergüenza.
Mirando Génesis 2:16-17 vemos que Jehová decía al hombre que no debe comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero en Génesis 3:6 vemos que Adán y Eva comieron el fruto. Ellos desobedecieron a Dios. En Génesis 3:7 dice, “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” Vemos que ellos pecaron y “escondieron” su vergüenza.
Es interesante hoy que el hombre haga lo mismo. Intenta “esconder” su vergüenza porque es un pecador. Él es “culpable” según la Biblia. Él intenta por muchos medios de “cubrir” su pecado. Pero normalmente siendo pecador por naturaleza, intenta echar la culpa a otros por lo que ellos dicen o hacen. Él les juzga a ellos (Mateo 7:1). Y a veces muestra la actitud como si fuera Dios, que es “perfecto” mientras los demás son “imperfectos”.
Ahora vamos a enfocar en los cristianos. Normalmente los cristianos se consideran muy morales. Creen que Dios es moral y entonces ellos deben ser morales también (Mateo 5:48, “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”). Ellos reconocen que son pecadores (Romanos 3:23), y que Cristo murió en la cruz por sus pecados (2 Corintios 5:21). Entonces por creer en Él y recibir su regalo de la vida (Juan 1:12; Efesios 2:8-9), ellos son salvos (Juan 3:3; 1 Juan 5:10-12). Pero después de ser salvos, su actitud en cuanto al pecado a veces cambia.
Ahora según la Biblia, después de creer en Jesús y recibir su perdón por el pecado (siendo ya “justificados” Romanos 5:5; 1 Corintios 6:11 – o sea, declarados justos por Dios; y “santificados” 1 Corintios 1:30 – de ser separados del mundo para servir a Dios), el creyente se afronta el problema de seguir con el pecar. Él sabe que no debe “practicar” el pecado (1 Juan 3:8). Pero hace el pecado de vez en cuando (1 Juan 1:9) como el enojarse (Efesios 4:26), o preocuparse (1 Pedro 5:7), o incluso amar el dinero (1 Timoteo 3:2-3). Él es constantamente tentado a pecar (Gálatas 6:1; Lucas 22:40; 1 Corintios 7:5).
Pero la Biblia enseña que un cristiano es comprado por un precio (1 Corintios 6:19-20). Es un discípulo de Jesús (Lucas 14:33). Él es “santificado”, “justificado”, y “declarado perfecto” (Romanos 5:5; 1 Corintios 6:11; 1 Pedro 1:16 – posicionalmente en Cristo) y no debe pecar. Pero todavía lucha con el pecado y las tentaciones. Vemos esto en Romanos 7:15-25. Aún sigue intentando esconder el pecado y cubrir lo sabiendo que no es bueno. !Esta es la misma actitud encontraba en Génesis 3:7 de “cubrir” y “esconder” el pecado!
Es como los saduceos (Mateo 16:6) o los fariseos (Mateo 9:14) en los días de Jesús que intentaban cumplir todos los mandamientos de la ley.
Otro ejemplo se encuentra con el “hombre principal” en Lucas 18:18-23 que dice, “Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.” Él era muy moral y rico pero aún no lo hizo lo que Dios le esperaba.
- No están a favor del aborto
- No están a favor del homosexualismo
- Intentan no practicar el divorcio
- No se emborrachan con el alcohol o licor
- No escuchan la música mundana
- No están a favor de la prostitución
Y todas estas cosas son buenas pero haciendo todas estas cosas no le salva a nadie.
!Jesús vino a salvar a los pecadores!
- Marcos 2:15-17, “Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publícanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publícanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publícanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.”
- Romanos 5:6-8, “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
- 1 Pedro 1:18-19, “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”
- 1 Timoteo 1:12-17, “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Lo que salva la persona es reconocer que es un pecador (Romanos 3:23) y que Cristo derramó su sangre por el pecado (Hebreos 9:22). Él es el Salvador (Galatas 3:13; Romanos 6:23; 1 Timoteo 4:10). El Espíritu Santo mora en la persona que cree en Jesús (Efesios 1:13) y debe andar en las cosas del Espíritu y no en las cosas de la carne. (Galatas 5:16-26) Tiene que luchar con su propia voluntad y dejar que el Espíritu de Dios le controle. (Galatas 5:17; Romanos 12:2).
Fuentes:
- Dr. John H. Coe, “Resisting the Temptation of Moral Formation: Opening to Spiritual Formation in the Cross and the Spirit”, © 2008.
- Dr. John H. Coe, “The Hidden Heart: Why we still sin when we know so much”, © 2004
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