Participación cristiana en la cultura
10 cosas que debemos recordar
Siempre que usted tenga dudas acerca de si los cristianos debemos participar en el proceso politico-cultural, es bueno repasar los puntos a continuación:
1. La creencias, valores y principios morales de una persona siempre reflejarán la forma en que la persona vive y cómo influencia sus relaciones y alrededores (Pr. 23:7; Mt. 12:33-37).
2. Es totalmente bíblico el juzgar a alguien en base a cómo vive (Jn. 7:24; Mt. 7:6, 15-20; Gá. 5:19-21). La sociedad no quiere que se juzgue a nadie por su conducta, pero Dios dice lo contrario.
3. La cultura de una nación refleja las creencias, valores y principios morales de aquellos que influyen el proceso de formación cultural (filósofos, científicos, artistas, escritores, académicos, políticos, magistrados, gente pudiente y los medios de comunicación). En los EEUU, el nivel de ignorancia de la población ha llegado tan bajo que los principales formadores de opinión pública están en Hollywood. Es esta gente de estilo de vida inmoral y corrupto la que más influencia al público a través de la televisión, la música y el cine.
4. Es perfectamente bíblico juzgar una cultura en base a sus leyes, las cuales no son más que creencias, valores y principios morales codificados (Jer. 6:22-23; Tit. 1:12-13). EEUU hoy vive un postcristianismo: Aborto permitido, un presidente partidario del aborto, material pornográfico legal bajo el pretexto del derecho a la libre expresión, etc. Uruguay recientemente aprobó la adopción de niños por parte de parejas de homosexuales.
5. Las culturas pre-cristianas paganas (griegos y romanos) codificaron leyes antibíblicas aceptando el aborto, el infanticidio, el abuso y violación de niños, el incesto, el asesinato como entretenimiento, etc.
6. Cuando suficientes cristianos se involucraron en el proceso de formación cultural en el imperio romano, las leyes paganas fueron revocadas y se legislaron leyes bíblicas.
7. Por gran parte de la historia de la civilización occidental, el fundamento de la cultura fue básicamente cristiano ya que sus leyes reflejaban las creencias, valores y principios morales de las Escrituras.
8. Europa cayó hace tiempo bajo la influencia del humanismo secular y el cristianismo es cosa del pasado. Los cristianos en EEUU durante el debate Fundamentalista-Liberal del decenio de 1920 se enfocaron prioritariamente en la piedad personal dejando de lado el interés por moldear el proceso cultural. Se pensaba que no era espiritual involucrarse en actividades pertinentes al campo de las leyes, la ciencia, el arte, la política, la educación, etc. En otras palabras, ignoraron la cultura y salieron a “ganar almas”. En el proceso ni se imaginaron que a la larga iban a perder el derecho de ganar almas (hoy se prohíbe hablar de Jesús en las escuelas y la arena pública, las cruces y los Diez Mandamientos son removidos de los edificios públicos, etc.).
9. Cuando los cristianos abandonaron las actividades que moldean la cultura, los no cristianos, principalmente ateos, agnósticos y militantes antisociales pasaron a ocupar el vacío. Estos paganos modernos están ahora en el proceso de derogar las leyes con raíces bíblicas y promulgar las antiguas leyes paganas en favor del aborto, la eutanasia, el infanticidio, etc.
10. La única opción cristiana: envolverse nuevamente en el proceso de formación cultural para organizar eventos de resistencia a nivel popular, y ocupar lugares de influencia que nos permitan obstaculizar la agenda del humanismo secular, y en lo posible, revocar las leyes antibíblicas para instalar leyes con base en la Escritura. De no incrementar nuestros esfuerzo lo más pronto posible, los paganos modernos estarán en posición de ejercer la misma persecución que sus padres históricos ejercieron contra los cristianos en el imperio romano. A decir verdad, ya han comenzado.
Lo dicho anteriormente no significa que debemos abandonar la predicación del evangelio. Salvar almas sigue siendo nuestra prioridad pero no es toda la misión cristiana. Preservar las libertades y los derechos también es importante para poder predicar a Cristo. También queremos dejar en claro que no pretendemos hacerle creer a nadie que tendremos un éxito rotundo en los esfuerzos que proponemos. La Biblia anuncia que los tiempos del fin serán difíciles, y que no habrá panacea posible para tal futuro estremecedor, pero es nuestro deber bíblico luchar hasta el final. Como puede ver el lector, no somos ni Reconstrucionistas ni proponemos la Teología del Dominio, sino que simplemente somos obedientes al mandato bíblico. <>
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