Mi hijo quiere enlistarse en el ejército
“Mi hijo quiere enlistarse en el ejército”. Yo he tratado de disuadirlo para que no lo haga. Pienso que el cristiano no debe participar en guerras ya que en ocasiones podría involucrarse en tareas de espionaje o actividades encubiertas que requieran emplear el engaño y la mentira. ¿No se supone que los cristianos siempre debemos decir la verdad?
Madre Preocupada
Respuesta
Estimada Madre Preocupada:
El teólogo John Murray menciona las actividades encubiertas (o secretas) y el derecho a esconder la verdad de nuestros enemigos, en el libro Principles of Conduct. Murray concluye que la Biblia no enseña que los humanos le debemos la verdad a todo el mundo en todo momento, incluyendo a nuestros enemigos. Los expertos en ética, así mismo, señalan que los tiempos de guerra requieren reglas especiales.
De acuerdo con Proverbios, el hombre sabio no dice todo lo que sabe (Pr. 10:19; 13:3; 17:27,28; 21:23). La persona que dice a todo el mundo lo que sabe es culpable de chismorrear y traicionar la confianza. Esconder la verdad rehusándose a contestar preguntas o simplemente callar es totalmente apropiado ya que no es igual que mentir. Pensar que Dios condenaría a alguien por ocultar cosas del enemigo es absurdo, ya que significaría que los principios éticos de la Biblia serían imposible de ser vividos en la práctica.
En el Antiguo Testamento, tanto Moisés como Josué enviaron espías a investigar el territorio del enemigo y lo hicieron bajo la dirección y bendición de Dios (Nm. 13; Jos. 2). Lo que Dios manda, no importa lo que sea, no puede ser visto como moralmente perverso a menos que uno crea que Dios es el autor del mal.
Cuando los espías de Josué entraron a Jericó, y allí fueron escondidos de los soldados enemigos por Rahab (Jos. 2). Rahab es exaltada en la Biblia como un ejemplo de valentía y fe por el autor de Hebreos (11:31). Ella no fue condenada por ocultar a los espías.
Si participar en actividades encubiertas fuera moralmente erróneo, ¿por qué fue Rahab bendecida y no maldecida? Si esconder u ocultar cosas fuera malo, ¿por qué Dios planificó la emboscada de Hai diciéndole a Josué que escondiera sus tropas (Jos. 8:2)?
Entiéndase bien, no estoy diciendo que ocultar cosas es siempre correcto. Todo depende de las circunstacias y del fin que se persiga. Por ello aclaro que estamos hablando de un contexto de guerra y lucha contra las fuerzas del mal.
En el Nuevo Testamento tenemos el ejemplo, nada más ni nada menos, que del Hijo de Dios. En Juan 7:1-10, sus medio-hermanos le echaron pullas diciéndole que debería ir a Jerusalén y demostrar públicamente que él era el Mesías. En el verso 8 encontramos que Jesús les dijo que no iría a Jerusalén, pero el verso 10 nos dice que Jesús sí fue a Jerusalén pero secretamente. ¿Mintió Jesús a sus hermanastros? ¡De ninguna manera! Simplemente les dijo a sus hermanos que el no iría a la fiesta públicamente. Solamente ocultó la verdad de que concurriría encubiertamente. Cuando Jesucristo estuvo frente a las autoridades, se rehusó a contestar ciertas preguntas simplemente porque no estaba bajo ninguna obligación moral de decirles lo que querían (Mt. 27:1-14). El apóstol Pablo fue parte de una actividad encubierta u operación de rescate para escapar de sus enemigos (Hch. 9:25).
Si observamos la historia de la Iglesia, notaremos que Calvin y Knox usaron nombres falsos para escapar de sus enemigos. Corrie Ten Boom y otros escondieron a muchos judíos de los asesinos Nazis. Las iglesias clandestinas de los países comunistas usaron de maniobras secretas para poder reunirse. No estaban bajo la falsa impresión de que debían decirle a la KGB los nombres de sus hermanos en Cristo ni del lugar de reunión.
Yo entiendo, Madre Preocupada, que usted realmente está intranquila con respecto al deseo de su hijo, y es comprensible ya que la posibilidad de perder la vida en combate es muy real. Pero le pediría que se lo dijera de esa manera y no usando argumentos que bíblicamente no tienen ninguna base. La Biblia es práctica y relevante aun en situaciones difíciles como los conflictos internacionales y la guerra. La ley de Dios nunca nos llama a hacer lo que es estúpido o demencial. “Sus mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:3).
Pablo Santomauro
Libro recomendado: When is it Right to Fight? Robert Morey, P&R Publishing.
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