Toda la Gloria de Dios Revelada

Toda la Gloria de Dios Revelada

Gálatas 1:3-5 dice, “Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

Pensando sobre el carácter del Padre sabemos que:

Es creador (Salmo 89:11; Genesis 1:1,21; Apocalipsis 10:6). Él habló y la tierra existió (Salmo 33:9).
Es eterno. Es el principio y el fin, El alfa y la omega. (Apocalipsis 1:8; Deuteronomio 33:27; Isaías 43:13; 44:6; 48:12; Salmo 90:2).
Él es. No tiene pasado, ni presente, ni futuro. (Éxodo 3:14 con Juan 8:58). Siempre ha existido. Siempre será. Es eterno. (Romanos 1:18-20; Salmo 19:1).
Es fiel. (2 Timoteo 2:13; Salmo 25:10; 117:2)
Es bueno. (I Crónicos 16:34; Salmo 25:8; 34:8; 86:5; 100:5; 106:1;118:29; 119:68; 136:1)
Su gracia abunda. Gracia es “favor inmerecido”. (2 Corintios 9:8; Romanos 4:16; 9:16; Tito 3:5; 1 Pedro 5:10).
Es santo. No existe nada como Él. (Levítico 11:44; 19:2; 20:26; 1 Pedro 1:15; 1 Samuel 2:2; 6:20; Salmo 99:9; Apocalipsis 15:4).
Es como luz. No hay oscuridad en Él. (1 Juan 1:5).
Es inmutable. No cambia. (Malaquías 3:6; Números 23:19; 1 Samuel 15:29; Isaías 31:2; Santiago 1:17).
No tiene parcialidad ni favoritos . (Deuteronomio 10:17; Romanos 2:11; Colosenses 3:25; 1 Pedro 1:17).
No le puede entender. (Salmo 139:17; Isaías 55:8-9; 1 Corintios 2:16).
Es independiente. (Romanos 11:34-35; Isaías 44:24; Hechos 17:25).
Es infinito. (Salmo 113:4-6; 145:3; 147:5; 1 Reyes 8:27).
Es invisible. (Colosenses 1:15; Hebreos 11:27; Juan 1:18; 1 Timoteo 1:17; 6:16; 1 Juan 4:12).
Es celoso. (Éxodo 20:5; 34:14; Deuteronomio 4:24).
Es justo. (Génesis 18:25; Salmo 89:14; Deuteronomio 32:4; Job 34:12).
Es benigno y amable. (Isaías 54:8; Jeremías 9:24; 31:3; Romanos 2:4; Hechos 14:17).
Es amor (agape). (Salmo 86:5; 1 Juan 4:8, 16; 2 Corintios 13:11).
Muestra misericordia. (2 Corintios 1:3; Salmos 116:5; Daniel 9:9; Efesios 2:4-5; Romanos 9:16).
Es omnipotente. Puede hacer lo que desea. (Salmo 147:5; Efesios 1:19-20; Génesis 18:14; Jeremías 32:17, 27).
Es omnisciente. Lo sabe todo. (Job 31:4; Isaías 42:9; 46:9-10; Mateo 6:4,18; Romanos 8:27; Hebreos 4:13; 1 Juan 3:20; ).
Es omnipresente. Puede estar dónde quiera cuando quiera. No tiene limites. (Salmo 139:2-12; 1 Reyes 8:27; Jeremías 23:23-24; Isaías 66:1).
Tiene voluntad. (Mateo 26:36-46; 1 Corintios 12:11; Hebreo 10:7; Efesios 1:5; Apocalipsis 4:11).
Es paciente. (2 Pedro 3:9, 15; Romanos 2:4; Números 14:18).
Es perfecto. (Mateo 5:48; Deuteronomio 32:4; Santiago 1:17).
Es incorruptible. (Salmo 119:172; Deuteronomio 32:4; Salmo 19:9; 72:2; 98:9; 145:17).
Es soberano. (Efesios 1:20-22; Job 42:2; Salmo 135:6; Deuteronomio 10:14; Job 9:12).
Es espíritu. (Juan 4:24; 1 Timoteo 1:17; 6:15-16).
Es verdad. (1 Juan 5:20; Números 23:19; Tito 1:2; Juan 17:3).
Es único. (Deuteronomio 4:35, 39; 1 Reyes 8:60; Marcos 12:32; Juan 17:3).
Es sabio. (Romanos 11:33; 16:27; Salmo 104:24; Santiago 3:17).

Y mirando todos estos atributos y cualidades que Dios tiene, no hemos hablado de su gloria. Los versículos que hablan de su gloria muestran lo siguiente:

1 Timoteo 6:16 – “…(Él) habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amen.”
Éxodo 15:11 – “¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas hacedor de prodigios?”.
Éxodo 24:17, “Y la aparencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.”
Apocalipsis 21:23, “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.”
Éxodo 34:29, “Y aconteció que descendiendo Moises del monte de Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moíses que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.” Aaron y la gente tuvieron gran miedo de acercarse a él en este encuentro que tenían con Dios. (vs. 30).
Hechos 7:55, “Pero Esteban, lleno del Espiritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.”
Isaías 6:1, “En el año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.”
Apocalipsis 4:9-11, “Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.”
Mateo 17:1-3, “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.” La transfiguración de Jesús.
Marcos 9:2-4, “Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús.” La transfiguración de Jesús.

Entonces, mirando el carácter de Dios vemos lo siguiente:

Él tiene una voluntad. (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9; Mateo 18:14; Juan 8:39-40; 20:21; Lucas 19:10).
Él lo sabe todo. ( Job 31:4; Isaías 42:9; 46:9-10; Mateo 6:4,18).
Él también tiene emociones como se ve aquí: Pena profunda = Gen. 6:5-6; Jer. 8:18–19:1; Ef. 4:30; Enojo = Dt. 29:19; 1 Sam. 16:14-23; Salmos 78:49; Celo = Santiago 4:5; Ex. 20:5; Dt. 4:24; Gozo = Salmos 16:9, 11; Compasión = Lc. 15:20; Salmos 86:5, 15; Amabilidad = Jer. 9:24; Salmos 89:33; 107:8; Regocijo = Sof. 3:1; Risa = Salmos 2:4; 37; y Gentileza = Salmos 86:5, 15. (1)
Sabiendo que el hombre pecaría (Genesis 3:1-19), decidió con su voluntad (Efesios 1:11) enviar a Jesús a la tierra para pagar el precio por el pecado (Mateo 28:20; 2 Corintios 5:21). Pero en sabiendo esto de antemano, vió también lo que Él sufriría. El pecado es opuesto a lo que Dios es (Lucas 1:35; Hechos 3:14; Hebreos 4:15). Él es amor. Él es justo. Pero el pecado es lo contrario de bondadoso, incorrupto, y verdadero. Vemos a través de la Biblia las cosas que Dios ha sufrido. Podemos mencionar sólo algunas: la matanza de Abel (Génesis 4:11); el arca de Noé y la actitud de la gente (Génesis 6:3, 13); la torre de Babel (Génesis 11:6); y al final, la muerte de Jesús en la cruz, cuando el Padre tenía que abandonarle por el pecado que cargó (Mateo 27:46).
Pero es interesante mirando todas estas cosas en su totalidad, que se ve el carácter de Dios más amplificado en su totalidad. Se ve su amor, bondad, paciencia, misericordia, gracia, fidelidad, y más. O sea, mirando las cosas de ésta manera se ve que el plan de Dios era perfecto,

a pesar de que tenía que sentir dolor (Genesis 6:6-8).

Conclusión

Entonces, Gálatas 1:3-5 tiene sentido. Estamos librados del precio de nuestros pecados que han sido pagados por la sangre derramada por Jesús en la cruz (Romanos 6:23; Hebreos 9:22, 28; 1 Timoteo 1:15). Y esto está conforme con la voluntad del Padre. Cristo murió y pagó el precio por la voluntad de Dios, quién es justo (1 Pedro 1:20; Romanos 3:25; Colosenses 1:26). Las profecías en Isaías 53 estaban profetizado 700 a 750 años antes del nacimiento de Jesús. (2) Y la gloria del Padre fue revelada a través de todo lo que Jesús hizo. Apocalipsis 4:11 dice, “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creados.”

Fuentes:

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