Cristianos arrestados en Haití por “contrabando” de niños
¡Héroes, no criminales!
Diez americanos pertenecientes a la organización de caridad New Life Children’s Refuge, de afiliación bautista, fueron arrestados recientemente en Haití cuando trataban de transportar a 33 niños a un orfanato en la República Dominicana. Se acusa a estos cristianos de tráfico de menores por no contar con los documentos que certifiquen la adopción de los niños por parte de las autoridades haitianas. Se me hace que alguien se olvidó de efectuar el acostumbrado soborno a estas “autoridades”.
Las críticas para estos cristianos no se hicieron esperar. Los medios de comunicación, que por regla general guardan silencio sobre las atrocidades contra niños en los países islámicos, los tildaron de “contrabandistas de niños” y aprovecharon la oportunidad para denigrar nuestra fe otra vez. Entre las declaraciones que no dudaron en publicar estuvo la de Max Beauvoir, máximo dirigente de la Asociación de Sacerdotes de Vudú, quien expresó: “Este tipo de gente cree que necesitan salvar nuestras almas y cuerpos de nosotros mismos. Necesitamos compasión, no proselitismo ahora, y necesitamos ayuda no solamente para la gente de la fe cristiana”. En esta frase demagógica, Beauvoir revela su naturaleza ponzoñosa junto con la impotencia de su religión. Parece que los dioses del Vudú no están proveyendo la ayuda necesaria, ni lo harán en un futuro cercano. Los espíritus no se han comunicado últimamente. Inesperadamente, severas críticas también se oyeron de parte de ciertos cristianos. ¡Vergonzoso!
Unos vecinos míos, quienes asiduamente ejercitan su mordacidad usándome a mí como sparring, hablando sobre el tema me preguntaron si los cristianos acostumbramos a violar las leyes del gobierno. Yo respondí con otra pregunta: ¿Qué gobierno? En Haití no hay un gobierno sino una mafia en control, y por supuesto, es más fácil para estos políticos corruptos arrestar a un grupo de personas desarmadas que están tratando de ayudar a niños en una situación desesperada, que arrestar a los delincuentes que rondan en las calles de Puerto Príncipe. Fin de la conversación.
Dado el grado de corrupción de las “autoridades” haitianas y el sesgo anticristiano de las agencias de noticias, nos parece sabio dar más crédito a las palabras de Laura Sillsby, portavoz del grupo de ayuda, que a las palabras de cualquier funcionario del putrefacto sistema de gobierno haitiano. Sillsby, una de las personas arrestadas y quien reconoce que no se habían obtenido los documentos propios, expresó: “Teníamos el permiso del gobierno de la República Dominicana para trasladar los niños a un orfanato que tenemos allí”. ¿Y de donde procedían los niños? “Tenemos un ministro bautista aquí (en Puerto Príncipe) cuyo orfanato fue totalmente destruido y nos pidió que llevarámos los niños al orfanato de la República Dominicana. Nos acusan de tráfico de niños, algo que yo nunca haría”.
El escenario es claro, el edificio del orfanato se desmoronó. Los niños ya estaban viviendo en la calle. Aun si no todos eran huérfanos (como dicen los críticos del grupo cristiano), es obvio que los padres ya los habían descartado. La opción más humanitaria y cristiana era trasladarlos a un lugar seguro prescindiendo de la semidestruida y corrupta burocracia haitiana. Alguien de subterráneo coeficiente intelectual dijo en un foro que si estos cristianos quieren ayudar, deben traer la ayuda a Haití. ¡Qué genio! “Dicho sea de paso, carguen un edificio nuevo en el techo del Mitsubishi y pásenlo por la frontera, y ya que están agreguen un cimiento pre-excavado también. Gracias. Dios los bendiga”. La verdad es que la situación en Haití continúa siendo desesperada, especialmente con los niños. Este no es el momento de reconstruir burocracias que ya llevan congénitamente en sí el virus de la corrupción, es el momento de salvar vidas y rescatar desamparados. Los cristianos americanos deben ser liberados para continuar su viaje. ¡Son héroes, no delincuentes!
Si el gobierno de Haití o los ladrones que lo integran se preocuparan legítimamente, hubieran intervenido para que los documentos legales fueran tramitados rápidamente y los niños alcanzaran su destino en la República Dominicana. Pero como dije antes, alguien se olvidó de dar la correspondiente mordida (o coima). Este es regularmente el problema con la “falta de documentos”. Arrestando a lo que desean hacer el bien telegrafía el mensaje “nosotros castigaremos a los bienechores que cometan errores”. Relaciones públicas paupérrimas las de estos señores, quienes deberían estar en prisión en lugar de gobernar. Por favor, asegúrese que su dinero no va a ser tocado por el gobierno haitiano. Si no puede tener esa seguridad, no más donaciones.<>
“Tú eres el amparo del huérfano … Padre de huérfanos es Dios en su santa morada”.
Salmos 10:14; 68:5.
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