La “calidad de persona” del Espíritu Santo
Más que pretender elaborar un largo ensayo en el tema, el objetivo de este trabajo es responder brevemente al aluvión de artículos contra la persona del Espíritu Santo con que el iracundo apologista de la herejía sociniana, Mario Olcese, arrecia rutinariamente desde su blog. En uno de sus artículos Olcese expresa:
“El Espíritu Santo es de Dios, pero no es una identidad separada, no es un miembro equitativo de un Dios trino. Es simplemente la presencia y el poder del mismo Dios. En ninguna parte de la Biblia dice que el Espíritu Santo es un miembro equitativo de la Trinidad”. [1] (negritas en el original)
Otro sitio unitario-sociniano expresa en su confesión de fe:
“El Espíritu Santo es el poder personal, operacional y la presencia de Dios extendido a través del Cristo resucitado a los creyentes”.[2]
Este tipo de proposiciones son más fácil de enunciar que de demostrar, y si bien la evidencia por la Deidad y la personalidad del Espíritu en la Biblia es abrumante, quiero concentrarme ahora en el lenguaje usado en el registro bíblico para hablar del Espíritu Santo. Vamos a sustituir “Espíritu Santo” con la palabra “poder” en algunos versos. Si el Espíritu de Dios no fuera una persona, de ninguna manera podríamos esperar encontrar en la Escritura los siguientes pasajes:
-
Romanos 15:13 – Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. [¿tendría sentido si dijera “por el poder del poder?”]
-
Hechos 1:8 – pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo [pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el poder]
-
2 Corintios 13:14 – La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. [el amor de Dios y la comunión del poder]
-
Hechos 10:38 – cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret … [cómo Dios ungió con poder y con poder ???]
-
Lucas 4:14 – Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. [Y Jesús volvió en el poder del poder a Galilea …]
-
Romanos 15:19 – con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios [con potencia y prodigios, en el poder del poder …???]
Queda establecido así que considerar al Espíritu Santo como un poder o una fuerza no solamente es exegéticamente erróneo, sino también ligüisticamente absurdo.
Ahora deseamos mostrar algunos pasajes donde encontramos al Padre y al Espíritu relacionándose en una forma claramente personal:
Juan 16.13-15 – Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
NOTAR: El Espíritu “oye” cosas del Padre de la misma forma que Cristo lo hace en Juan 12:49; 3:32; 716s; 8:38). ¿No es esto una interacción personal entre el Padre y el Espíritu? ¿Puede un poder escuchar?
Romanos 8:26-27 – Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
NOTAR: El Espíritu ora al Padre. ¿Puede haber algo más personal que eso? Y el Padre conoce la intención (la mente) del Espíritu. Aquí tenemos una mente conociendo otra mente. ¿Puede un poder o fuerza interceder por los santos? No hay ningún lenguaje figurado en este texto. 1 Corintios 2:10-12 – Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
NOTAR: El Espíritu escudriña lo profundo de Dios. Tenemos aquí una relación personal recíproca similar a la del pasaje anterior. El Espíritu conoce los pensamientos de Dios. Sin duda tenemos aquí dos sujetos con propiedades cognitivas relacionándose mutuamente. Mario Olcese refuta la posición trinitaria aquí usando un argumento similar a una bicicleta con las ruedas cuadradas, es decir, no rueda. El alude al recurso literario llamado personificación, recurso por el cual se le atribuyen características personales a conceptos abstractos, y sostiene que en 1 Corintios 2:10-12 tenemos una personificación del Espíritu Santo. En un pequeño artículo, Olcese pone el ejemplo de la sabiduría en Proverbios, y menciona que hay muchos otros pasajes similares en la Biblia. Lamentablemente para él, esos pasajes son claramente de género poético/ alegórico, mientras que en 1 Corintios 2 tenemos un discurso narrativo directo que no deja lugar para ninguna personificación.
Gálatas 4:6 – Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!
NOTAR: El Espíritu ora al Padre y le llama “Padre”. ¿Hay algo más inter-personal que la oración?
Concluimos que lejos de ser un poder, fuerza, presencia o extensión de Dios, el Espíritu Santo es una persona distinta del Padre claramente identificable en el aspecto lingüístico y en el estilo narrativo. La sustitución de “Espíritu Santo” por “poder” convierte a la mayoría de los pasajes en frases sin ton ni son y ridículas. La insistencia de aplicar el recurso de personificación a los pasajes donde el Espíritu es descrito como intercediendo, orando, etc., es sólo un intento desesperado e inútil de anular la contundencia de las pruebas por su personalidad (y su Deidad, por supuesto).<>
fuentes
1) http://apologista.wordpress.com/2008/12/08/%C2%BFes-el-espiritu-santo-dios/
2) http://evangeliocristiano.com/credo-autenticamente-cristiano-biblico-unitari/
Deja un comentario