Una Esperanza Poderosa
1ª Pedro 1:5-7
5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”
6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
Habiendo descrito la herencia que Dios tiene “reservada en los cielos” para los creyentes (v.4), Pedro ahora enfatiza que los hijos de Dios también gozan de la protección de Dios.
El poder de Dios, obrando por medio de la fe de los creyentes, los protege “para alcanzar la salvación” – una salvación que, a su vez – “está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”. El énfasis de Pedro está claramente puesto sobre la seguridad del creyente, en cuanto a su salvación eterna.
5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”
“…que sois guardados…”
El verbo es ‘froureo’, y significa ‘vigilar’ es un término militar, que señala una fortaleza resguardada por un contingente de soldados. El creyente es como una ciudad bajo sitio; en constante amenaza de ser conquistada. Lo único que lo protege es el poder de Dios; pero esto es más que suficiente.
Al usar este verbo, Pedro está indicando que la vida cristiana, no sólo no es fácil, sino que está expuesta a muchos peligros. Eso incluía las pruebas que los creyentes estaban experimentando en Asia Menor.
Dios no promete protegernos de las dificultades físicas o materiales de la vida, sólo de los peligros espirituales.
Dios nos ‘vigila’, no sacándonos del mundo (donde están todos los peligros y las tentaciones), sino librándonos del malo; es decir, de los ataques de Satanás, y de todas las intenciones malévolas que él tiene en contra de nosotros (Juan 17:15).
“…por el poder de Dios…”
Nada menos que el poder del Dios omnipotente es capaz de guardar al creyente, en un mundo como este, tan lleno de pecado, tentaciones y maldad.
“…mediante la fe…”
Habiendo enfatizado el poder de Dios, que guarda al creyente, Pedro ahora añade que Dios guarda al creyente por medio de la fe. Aunque Dios ha prometido protegernos, nosotros debemos emplear nuestra fe en nuestra luch
a contra el maligno.
El creyente puede alegrarse de la protección de Dios, eso no implica pasividad de su parte. Todo hijo de Dios tiene la responsabilidad de guardarse de Satanás y del pecado. Es el poder de Dios que nos guarda, sin embargo, ese poder obra en nosotros, para que por medio de la fe cooperemos con Dios en nuestra preservación espiritual.
“…para alcanzar la salvación…”
La salvación es la meta para la cual son guardados. Somos salvos en el momento que recibimos a Cristo. Sin embargo, nuestra salvación es algo en lo que debemos estar constantemente trabajando. Como afirma Pablo, en Fil 1:6, Dios ha empezado la obra de salvación en nuestras vidas, y la continuará hasta el día de Cristo.
“…que está preparada para ser manifestada…”
La salvación de Dios ya está lista. Ha sido preparada desde la eternidad. Lo único que falta es esperar el tiempo establecido por Dios, cuando por fin pondrá de manifiesto toda la gloria de esta salvación.
“…en el tiempo postrero”
Para el creyente, el tiempo del ‘fin’ es el momento en el cual se acaban las pruebas de esta vida, y el creyente pasa a gozar la salvación, como recompensa (en parte) por su fidelidad a Dios. Sin embargo, antes del ‘fin’ vendrá el tiempo de mayores pruebas y dificultades como las que estaban viviendo. Lo que necesitan saber ahora es que en medio de todas esas luchas, que ya estaban viviendo, Dios los iba a proteger.
¡Vivimos en un mundo hostil! El creyente tiene tremendos enemigos, cuyo deseo es destruirlo, y arruinar el plan de Dios para su vida. ¡Como creyentes, somos tan débiles! ¿Qué confianza podemos tener de no echar a perder la gran salvación que Dios ha obrado por nosotros? Pedro era un hombre que había fallado al Señor, y era muy consciente de sus debilidades.
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¿En qué consiste la protección del creyente? En este versículo, Pedro destaca TRES cosas importantes:
1. El Creyente es Protegido POR EL PODER DE DIOS (v.5a)
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La Protección de Dios el Padre
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La protección de Dios el Hijo
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La Protección de Dios el Espíritu Santo
2. El Creyente es Protegido POR MEDIO DE LA FE (v.5b)
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Creyendo en Dios – fe en el corazón (confianza en Dios)
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Creyendo a Dios – fe en la mente (la doctrina de Dios)
3. El Creyente es Protegido PARA ALCANZAR LA SALVACIÓN (v.5c)
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La Salvación está Preparada
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La Salvación será Manifestada
El creyente puede estar seguro. Su salvación no se va a echar a perder, y él no echará a perder su salvación. ¡Dios guarda ambas cosas!
6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
“…En lo cual vosotros os alegráis…”
Las bendiciones espirituales, el nuevo nacimiento, la esperanza viva, la herencia incorruptible, y la protección de Dios – todas estas cosas eran motivo suficiente para que los creyentes se alegren grandemente- a pesar de los sufrimientos que venían.
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En Mateo 5:12, el Señor indicó que cuando un creyente sufría persecución por causa del evangelio, debía alegrarse con esta alegría exuberante: “gozaos y alegraos (‘agalliao’)”. ¿Por qué? Porque grande sería su recompensa en el cielo.
“…aunque ahora por un poco de tiempo…”
Cuando pasamos por pruebas, el tiempo parece interminable. Sin embargo, Pedro enfatiza la brevedad del tiempo de prueba. Lo que tiene en mente es la brevedad del tiempo de sufrimiento, en comparación con la eternidad de la gloria venidera.
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Podemos comparar lo que Pablo escribe en 2ª Cor. 4:17, “esta leve tribulación momentánea”, que “produce un cada vez más excelente y eterno peso de gloria“.
“…si es necesario…”
La necesidad parece estar relacionada con el contexto histórico en el cual vivían. También debe ser entendida a la luz de la obra que Dios estaba haciendo en la vida de los creyentes. A veces la madurez espiritual sólo viene por medio del sufrimiento. En otros casos, es el carácter de la persona, o el propósito de Dios, que exige tiempos de aflicción.
Lo que podemos afirmar, con Jeremías, es que Dios “no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”. “Antes si aflige, también se compadece según la multitud de Sus misericordias” (Lam 3:33, 32).
“…tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”
La palabra, “afligidos”, es la traducción del verbo, ‘lupeo’, que tiene la idea de sentir ‘pena’ o ‘tristeza’ .La palabra apunta a una tristeza profunda.
Aunque somos guardados por el poder de Dios para la salvación, eso no nos exime de momentos tristes en esta vida. Aquí la tristeza se debía a las “diversas pruebas” que los creyentes ya estaban experimentando en Asia Menor.
¿En qué consistían estas pruebas? Básicamente tenía que ver con las persecuciones que estaban experimentando, y que iban a experimentar, por su fe en Cristo (1ª Pedro 4:12).
7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
“…para que sometida a prueba vuestra fe…”
Esta frase es idéntica con la que hallamos en Santiago1:3. La palabra traducida “prueba” aquí, es ‘dokimion’, indica ‘probar la calidad de algo por medio de un examen’.
“…mucho más preciosa que el oro…”
‘La fe’, afirma Pedro, ‘es más preciosa que el oro’. El oro es un metal de gran valor; los seres humanos saben la importancia de probar el oro, para comprobar que sea genuino, y también para limpiar el oro de impurezas.
“Pedro recuerda a los creyentes que aún un metal tan precioso como el oro puede refinarse y ser hecho más valioso por el fuego. Para los cristianos, la persecución podría ser como el fuego para el oro.“ …el cual aunque perecedero se prueba con fuego…”
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¿Cuál es el propósito de poner el oro en el fuego? El oro es puesto en el crisol para purificarlo de impurezas, y para que salga más brillante.
Dios usa las pruebas para identificar y eliminar estas impurezas. El creyente crece y madura en medio de las pruebas, y aprende a seguir confiando en Dios, a pesar del sufrimiento que esto ocasiona; aprende a ser fiel a Dios, y a perseverar en la vida cristiana, a pesar de las luchas y dificultades.
“…sea hallada en alabanza, gloria y honra…”
Esta “alabanza, gloria y honra”, ¿será para nosotros o para Dios? Dado a que Dios es el autor de la fe, la gloria debe ser para Él. Sin embargo, siendo las personas que ejercemos esa fe, y los que somos probados, Dios nos recompensará por ello, en el día del juicio final
“…cuando sea manifestado Jesucristo”
Cuando Cristo sea revelado, en toda Su gloria y esplendor, los hijos de Dios también serán disfrutarán de su presencia y su majestad para toda la eternidad.
ESTA ES LA VICTORIA QUE VENCE AL MUNDO NUESTRA FE
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Usado con permiso, 2010, de Esther Rodríguez
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