¿Es cierto que los Evangelios fueron escritos
en el segundo siglo por autores anónimos?
¿Es cierto que los Evangelios fueron escritos en el segundo siglo por autores anónimos? Les agradecería si pudieran clarificar este planteo de los críticos.
Respuesta:
Gracias por su pregunta. Vayamos por partes.
¿Fueron los Evangelios escritos luego del 70 d.C.?
¿Quiénes fueron sus autores?
La evidencia histórica y documental muestra que con excepción del Evangelio de Juan, los Evangelios fueron escritos antes del 70 d.C. No existe evidencia documental por una fecha tardía. Por fecha tardía entendemos las que han sido propuestas por los críticos, básicamente después del 70 d.C., extendiéndose según algunos hasta el siglo segundo.
Como nota al paso, señalemos que en el presente sólo existe una biografía de Mahoma, escrita 212 años después de su muerte (basada en una fuente que data de aprox. 100 años después de la muerte de Mahoma) y la crítica de los eruditos es sustancialmente mucho menor que la que hacen de la vida de Jesús narrada en los Evangelios.
No podemos dejar de mencionar que los argumentos de los críticos sobre la autoría y la fecha de los Evangelios han venido girando alrededor de la misma información por alrededor de 2 millones de años. La hipérbole tiene la finalidad de enfatizar que los críticos han usado los mismos argumentos hasta la náusea. Estos argumentos han sido contestados fehacientemente hasta el hastío por los tradicionalistas. Sin embargo, los críticos nunca se molestaron en rebatir las respuestas, y si lo han hecho, fue con simples expresiones de desdén con la típica actitud arrogante de los escépticos. Es por esta falta de seriedad que no ahondaremos en el tema ya que los escépticos han mostrado una falta de integridad total, así como una incapacidad extrema para establecer las fechas tardías que proponen.
¿Fueron los Evangelios escritos por autores anónimos?
Esta parece ser una verdad axiomática para los críticos. La aparente certidumbre se basa en que los autores de los Evangelios no se nombran a sí mismos en sus textos, y de ahí se deduce que los autores son anónimos. La debilidad del argumento se hace patente cuando una simple revisión de numerosas obras de la antigüedad, muestran que tampoco éstas contienen el nombre de los autores, a no ser por los títulos que establecen su autoría. En ese sentido no existe ninguna diferencia entre los Evangelios y los Annales de Tácito, por ejemplo.
Ante esta realidad, los escépticos tienden a proponer que los títulos de los Evangelios fueron agregados o adjudicados más tarde. Esta “sugerencia” es totalmente infundada y para que tuviera peso tendrían que proveer evidencia textual, o sea, una copia de Mateo, por ejemplo, sin la atribución titular y además con fecha suficientemente temprana como para tomarla en serio. Y si queremos ponerle el clavo final al ataúd del argumento, sólo basta mencionar que la autoría en el título de las obras seculares de la antigüedad también pudo haber sido agregada mucho tiempo después que los originales fueron escritos. Pero los críticos sólo usan el argumento contra los Evangelios, no las obras de Tácito y otros autores de la antigüedad. ¿Por qué? Porque los críticos son definitivamente parciales y exhiben un marcado sesgo anticristiano.
A la luz de todas estas consideraciones, que no son nada nuevo ni radical en el estudio de la crítica textual, corresponde preguntarse:
1. Si los Evangelios fueron de autores anónimos, ¿por qué no existe ninguna otra tradición que adjudique diferentes autores a los Evangelios?
El testimonio unánime del siglo segundo atribuye los cuatro evangelios a las personas que llevan sus nombres. Esto sugiere fuertemente que los evangelios recibieron sus nombres históricamente temprano. De no haber sido así, hubiera existido un alto nivel de especulación en cuanto a quiénes fueron sus autores, lo que hubiera generado una gran variación de títulos a través del tiempo, como ocurrió con los evangelios apócrifos. La idea de que los evangelios circularon como anónimos por 60 o más años hasta que alguien decidió ponerles autores y luego convenció a toda la iglesia a través del imperio romano, es absurda en extremo.
2. ¿Por qué fueron escogidos como autores personajes tan inverosímiles?
Lucas es mencionado sólo unas pocas veces en el NT, un oscuro personaje. Marcos fue un niño mal criado; abandonó a Pablo en uno de sus viajes. Mateo fue un apóstol, pero también fue un recaudador de impuestos, uno de los personajes más despreciados de la época. ¿Quién en su sano juicio escogería un personaje tan turbio para componer un evangelio? Juan sería el único personaje adecuado para escribir un evangelio. Curiosamente, algunos han argumentado que la selección de personajes cuestionables fue una maniobra para engañar al público y los expertos haciéndoles creer que sus autorías fueron genuinas, pero esto es ridículo.
3. ¿Cómo pudo la iglesia primitiva honrar los evangelios como autoritativos a menos que se supiera quién los escribió?
Aun suponiendo que la creación de los evangelios datara de una fecha muy posterior, como los críticos infieren, es muy dudable que los evangelios hubieran alcanzado el grado de aceptación y credibilidad logrado en la comunidad cristiana si los autores hubieran sido anónimos. Es por ello que tiene sentido la idea de que los evangelios recibieron sus títulos inmediatamente en el siglo primero, no el segundo. Si alguien hubiera escrito un evangelio en el siglo segundo y le hubiera adjudicado su autoría a alguno de los evangelistas, por necesidad logica también tendría que haber inventado una historia de cómo el evangelio llegó a sus manos (Mi abuela conoció a Mateo y éste le dio una copia. Mi abuela nunca le dijo a nadie de la familia y ahora yo lo encontré). En adición a eso, hubiera sido necesaria una explicación por la desaparición de la obra y porqué no se le conoció antes, y finalmente lograr que la iglesia en su área y luego en todo el imperio aceptara la obra como genuina. Otro factor: ¿Tal descubrimiento no hubiera causado un revuelo y controversia que hubiera quedado registrado en los anales de la historia? En realidad, ningún crítico puede explicar cómo estas dificultades logísticas pudieron ser superadas.
4. Al comienzo del segundo siglo tendría que haber algunos cristianos de primera generación vivos que recordaran a los apóstoles y sus enseñanzas, y muchos más de segunda generación que recibieron la misma información de sus predecesores.
En efecto, el testimonio de estos padres apostólicos por una autoría temprana de los evangelios es aplastante. Policarpo, Papías, Ireneo, Clemente de Alejandría y otros, comienzan una larga cadena de escritores cristianos que atestiguan no sólo por la autoría temprana de los evangelios, sino también por la adjudicación correcta de los autores, o sea, Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Resumen
Los nombres de los autores de los evangelios son confirmados por los Padres de la Iglesia. Estos escritores, quienes tuvieron una conexión directa y bien definida con los apóstoles y con otros cristianos de primera generación estuvieron dispuestos a morir por su testimonio. De acuerdo con este testimonio, Mateo fue el primer evangelio escrito. Ireneo escribió que Mateo fue confeccionado durante el tiempo que Pablo y Pedro estuvieron en Roma. De ser así, el evangelio de Mateo fue escrito posterior a la mayoría, sino
todas, las epístolas de Pablo (Roma fue el ultimo lugar que pisó Pablo). Marcos (generalmente identificado como Juan Marcos) escribió su evangelio poco después, basado en el testimonio de Pedro. Lucas escribió su evangelio más tarde, y luego el libro de Hechos. El último evangelio fue el de Juan, escrito a finales del siglo primero. <> Pablo Santomauro
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