Comprado por un precio
“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios
en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
1 Corintios 6:20
C.S. Lewis en su libro Mere Christianity (Mera Cristianismo) escribre sobre el hecho de que Dios dice en 1 Pedro 1:1, “porque escrito esta: Sed santos, porque yo soy santo.” Es lo dice en Levítico 11:44; 19:2; 20:7 también.
Cuando llegamos a ser discípulos de Jesús, en el nuevo nacimiento (Juan 3:3) estamos cambiados de ser personas carnales a ser personas en que el Espíritu de Dios mora (Efesios 1:13). Primero, somos creaturas de Dios (Colosenses 1:16). Pero luego, haciendo la decisión con nuestra voluntad (Juan 1:12) de seguir a Jesús, somos cambiados y llegamos a ser hijos de Dios (1 Juan 3:1-2; Romanos 8:15-17).
De ser un cristiano no es una decisión a la ligera. Parece que una persona pueda llegar a ser un cristiano solo orarando una oracion de arrepientimiento (sinner’s prayer) pero en realidad, de nacer naturalmente requiere 9 meses, por lo menos, en la gestación. No es un hecho de un santi amen.
Cuando uno decide seguir a Cristo, como su salvador, Dios pone su Espíritu dentro de esta persona según Efesios 1:13. . Dios quiere que la persona llegue a ser santo como Él es santo. Y al hacer esto requiere mucho tiempo y sufrimieno.
Lewis en su libro da el ejemplo de un dentista. Dice que cuando tenía un dolor de muele esperaba que su made le diera una aspirina por el dolor. Pero sabía que su madre iba hacerle más que esto. Ella querría que el visitara un dentista también y en la oficina del dentista hacen más cosas mirando todos los dientes para a ver si existiera otros problemas también. Por esto normalmente no decía a su madre que tenía porque realmente tenía miedo de ver el dentista.
Pues, en un sentido, Dios es como el dentista. Somos imperfectos (Romanos 3:23) y esto lo sabemos muy bien. Y el propósito de Dios es que seamos perfectos como Él y Jesús. Y Él sabe que esto es posible porque estamos cambiados. Llevamos Su Espíritu dentro de nosotros. No somos como eramos antes. Entonces por esto pasamos por muchas cosas para purificarnos y hacernos más santos.
En 2 Corintios 11:23-33 Pablo, hablando de si mismo, decía:
“¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad. El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento. En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme; y fui descolgado del muro en un canasto por una ventana, y escapé de sus manos.”
¿Por qué sufrimos?
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1 Pedro 2:21, “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;”
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Filipenses 1:29, “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,”
Para llegar a ser santo hace falta muchos cambios. Esta es la razón por el sufrimiento.
Dios tiene dos propósitos en mente:
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De glorificarse
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De que llegamos a ser santo.
Personalmente he pasado por muchas cosas. Pero al final de esto:
¡El propósito en ser santo es
de ser como Jesús!
1 Pedro 4:16, “pero si alguno padece como cristiano,
no se averguence, sino glorifique a Dios por ello.”
“Dios madurará a nosotros,
a pesar del coste a nosotros,
y a pesar del coste a Él”.
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